El primer desfile de Chanel sin las ideas de Karl Lagerfeld

Ni supermercados, ni naves espaciales, ni playas. Con motivo de la presentación de la colección crucero 2020 de Chanel, la firma francesa ha convertido el Grand Palais en una estación ferroviaria de principios del siglo XX. La primera colección en solitario de Virginie Viard, llamada '¡Destination Chanel', ha apostado por siluetas más relajadas que las que defendiera Karl Lagerfeld hasta su muerte y ha sabido mantener algunas de las insignias de la firma sin olvidar que ahora hay una mujer al frente.

La presencia de Virginie ha quedado clara en las siluetas de sus pantalones, en la apuesta por el largo midi y en la presencia de bailarinas y zapatos de tacón casi milimétrico. Del mismo modo que Coco Chanel quiso que la mujer abrazara la comodidad, la colección crucero de la firma ha devuelto a las mujeres el confort pleno. Leggings con el logo de la marca, riñoneras y bandoleras multicolor dejan claro que Virginie Viard sabe cómo acercarse a los gustos de las millennials sin dejar nunca de lado el savoir faire de la casa.

Horquillas con el logo de Chanel pensadas para los que quieren iniciarse en el terreno del lujo sin tener que desembolsar enormes cantidades de dinero para hacerlo dan forma a otro gesto con el que la firma quiere acercarse cada vez más al público joven. Tejidos en algodón encerado, chifón y tweed son algunos de los materiales que no han faltado en el debut de Virginie en solitario, una primera presentación que ha sido aplaudida por el público.

El cierre del desfile ha sido un sentido homenaje a Karl Lagerfeld al haber estado compuesto por un vestido negro de escote halter con cuello blanco que recuerda a la inconfundible silueta del káiser.

La modelo Claudia Schiffer no se ha querido perder el desfile de una de sus marcas preferidas, al igual que Keira Knightley, que ha anunciado con su presencia su segundo embarazo enfundada en un vestido Chanel.

En definitiva, el nuevo Chanel sigue bebiendo del legado de la maison, pero se adapta cada vez más a las apetencias del público millennial, que valora el poder y la historia de la firma aunque en ocasiones ha creído que sus diseños eran hasta ahora demasiado clásicos para sus gustos. Parece que Virginie está dispuesta a cambiar las cosas.