La verdadera historia detrás del anillo que Dodi le regaló a Diana

Qué habría pasado si Dodi y Diana hubieran salido ilesos de aquel terrible accidente de coche es algo que nunca sabremos, pero lo que la pareja esperaba que pasase en los últimos meses de 1997 sí lo sabemos. Inmersos en su romance, Dodi había comprado un impresionante anillo a Diana que ella comenzaría a lucir sin secretos a partir del 1 de septiembre.

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El anillo en cuestión era el ‘Dis-moi oui’ (Dime que sí) que había embelesado a Diana desde uno de los mostradores de una de las joyerías de Repossi en Mónaco, así lo detalla Alberto Repossi a ‘Il Corriere’. El joyero narra al diario italiano que la pareja le citó en un pequeño hotel de Saint Tropez en el que se alojaban ellos solos, sin séquito de guardaespaldas ni turistas. La finalidad de la reunión no era otra que tomar medidas y elegir el tamaño de anillo que Diana llevaría en el dedo anular.

El experimentado joyero, consciente de que se trataba de la mujer del momento, la más buscada e imitada y que nada sería suficiente para ella, acudió a la cita en petite comité cargado de sus mejores joyas, las más prestigiosas y mejor engarzadas. Sin embargo, la princesa tenía muy clara la elección y repitió que solo quería el anillo que había visto en el escaparate de Mónaco.El joyero recalca en la entrevista que quien parecía estar pletórico con la relación y el inminente compromiso era Dodi, mientras Diana estaba simplemente serena. La princesa también le encargó remodelar algunas viejas joyas para darles un toque más actual, algo que nunca llegó a ocurrir puesto que la cita sería en septiembre de 1997.

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El joyero tomó las medidas precisas y cerró la fecha de entrega. “Dodi y Diana me pidieron que tuviera listo el anillo hecho a medida para el dedo anular de la princesa, para el 30 de agosto, porque el 1 de septiembre dijeron que habría un anuncio importante, un compromiso” explica Repossi al diario italiano. Al tratarse de una joya excepcional, las modificaciones pertinentes debían hacerse en la fábrica y era necesario apretar el anillo para que se adaptara al dedo de Diana.

Cumplir con la fecha exigida por la pareja resultó más complicado para Repossi de lo esperado ya que el taller cerraba en agosto. La situación era única, así que ni siquiera ferragosto fue un inconveniente para abrir la fábrica y cumplir con la fecha. “Entregamos el 30 de agosto en París, como prometimos” narra Alberto Repossi. El propio Dodi acudió a la joyería Repossi de la Place Vendome en París, el 30 de agosto, un día antes del terrible accidente que terminó con la vida de la pareja.

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Según explica a Il Corriere, el joyero se convirtió entonces en el objeto de deseo de la prensa y en una pieza fundamental de la investigación sobre el accidente. Las cámaras de seguridad grabaron cómo Dodi recogía el anillo. Pero también horas antes del accidente, The Sun se puso en contacto con él para hablar del anillo, tras un chivatazo de compañía de seguros Lloyds of London. Tras interrogatorios, incluido un careo con Scotland Yard, el joyero decidió cambiar su versión y alejarse de toda la investigación.