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Pantalones estampados como alternativa a los vaqueros, el nuevo chic
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Pantalones estampados como alternativa a los vaqueros, el nuevo chic

Hartos de estar siempre en un segundo plano con sus dibujos más locos, es hora de que cobren protagonismo y den el respiro que los incondicionales jeans merecen

Foto: El pantalón estampado se ha convertido en la nueva tendencia entre las expertas de moda. (Instagram @kitristudio)
El pantalón estampado se ha convertido en la nueva tendencia entre las expertas de moda. (Instagram @kitristudio)

Seguimos tratando de encontrar una salida airosa (o al menos un respiro) para los vaqueros que siempre nos acompañan. Pero no andamos detrás del clásico pantalón en negro o blanco al que sabemos siempre se puede recurrir. Ni siquiera estamos hablando de los que son lisos pero tienen colores ácidos. En los que nos hemos fijado son en todos aquellos modelos que llevan el print por bandera porque tratan de romper con la dicotomía de siempre, la de elegir una parte inferior sencilla para dejar que la fantasía reine encima.

Y más después de muchos meses en los que ni siquiera han aparecido en los cientos de videollamadas en las que hemos participado al no salir de casa porque solo necesitábamos para ellas vestirnos de cintura para arriba. Ahora es el momento indicado para que el pantalón (estampado) abandone su rincón y tome las riendas. Que se prepare porque va a dejar de ser el que pasa desapercibido.

Diseños de cuadros vichy para las de gustos clásicos, con flores para las amantes del estilo boho, con paisley para las de gustos vintage, tie-dye para quienes buscan atrevimiento, trazos psicodélicos para las almas más creativas, animal print para las incondicionales de esa pintura salvaje, con rayas para quienes prefieren algo discreto… No hay ningún límite ni ninguna definición clara sobre cómo deben ser, tan solo la de ser capaces con su esquema de concentrar en la parte inferior todo el protagonismo.

Da lo mismo si son ajustados, anchos, extralargos o cropped, lo que importa es la ilustración de la que presuman. El objetivo es, como el de tantas otras tendencias que han ido surgiendo en los últimos tiempos, servir de chute de optimismo en estos tiempos tan turbulentos.

Tampoco hay muchas directrices sobre su modo de uso, ya que no parece muy lógico indicar cuándo y cómo es mejor llevarlo, cuando nos estamos hartando de reivindicar el poder vestir en todo momento como nos dé la gana. Si no quieres complicarte, nada como apoyarse en los básicos -blanco y negro son infalibles en cualquier contexto-. Con que tengas una buena ristra de camisetas o tops para el verano, camisas para alternar entre otoño y primavera, y jerséis de punto cuando entre el inverno, lo tienes hecho. En cambio, si no quieres que sean los tonos neutros los que acompañen, lo mejor es que tires de ese recurso tan simple como es fijarse en un color concreto que aparezca en el pantalón y escoger en función de este una parte de arriba que encaje.

Ahora bien, lo que más va a hacerte destacar es atreverte a mezclar otro dibujo por muy loco que creas que suene en tu cabeza. Puede ser el mismo estampado si es que tienes la suerte de que se trate de una parte de un conjunto con, por ejemplo, una chaqueta, o puedes jugar con uno que no tenga nada que ver. Tú decides. Recuerda que si necesitas inspiración, Bella Hadid y Kendall Jenner tienen todo un máster en la materia. Sus looks sirven de referencia sobre lo que funciona y lo que no a la hora de seguir esta estética dosmilera, y de ellos aprenderás que para los pies no hay nada como las zapatillas o los mocasines a la hora de combinar estos pantalones estampados.

Esto nos recuerda lo mucho de nostálgico que tiene el regreso de esta prenda. Es a los comienzos del milenio a donde nos lleva de forma más cercana pero también tiene ciertas reminiscencias de la década de los 70, en la que las versiones acampanadas reinaban entre chalecos y complementos de ante. Al fin y al cabo se trata de conseguir con ella estilismos contundentes, y los que predominaban en ambos momentos históricos pocos les ganan. Y eso que ambos estilos no tienen nada que ver el uno con el otro. Lo único que sí tienen en común es que son cualquier cosa menos aburridos, algo que nos ayuda a lograr el objetivo que buscamos con los pantalones estampados: salir de nuestra zona de confort.

Seguimos tratando de encontrar una salida airosa (o al menos un respiro) para los vaqueros que siempre nos acompañan. Pero no andamos detrás del clásico pantalón en negro o blanco al que sabemos siempre se puede recurrir. Ni siquiera estamos hablando de los que son lisos pero tienen colores ácidos. En los que nos hemos fijado son en todos aquellos modelos que llevan el print por bandera porque tratan de romper con la dicotomía de siempre, la de elegir una parte inferior sencilla para dejar que la fantasía reine encima.

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