El desfile de alta costura de Schiaparelli cambia el rumbo de la marca

Schiaparelli se ha convertido gracias a la labor de Daniel Roseberry en la indiscutible marca del momento. Desde sus pezoneras doradas, esas que han conquistado a celebridades como Chiara Ferragni, y hasta sus oníricos diseños, que hemos visto a iconos pop como Lady Gaga y Beyoncé, la marca es la más deseada no solo en los fantasiosos editoriales de moda, donde la extravagancia siempre tiene cabida, sino también en la alfombra roja. En plena pandemia, las celebs han encontrado en Schiaparelli a la marca con la que evadirse de la dura realidad, y por esos iconos de la moda de la talla de Bella Hadid han conseguido paralizar red carpets con las creaciones de la firma.

Encargarse de abrir la Semana de la Alta Costura es un papel que exige experiencia y magia, y esos dos elementos los conoce de sobra la marca, que gracias a Julia Fox y Kanye West ya ha comenzado a hacer ruido a lo largo del fin de semana, pues la actriz eligió un diseño denim de Schiaparelli para asistir al desfile de Kenzo el domingo.

El único problema de la marca es que al encontrarse en pleno ‘hype’, las expectativas son muy elevadas, y el diseñador ha expresado que habrá quienes se sientan defraudados al no hallar algunos elementos de la casa en la colección de costura primaveral con la que inaugura la semana Couture. “Lo que tenía en mente esta temporada era saber qué era lo que realmente quería ver en este momento. No quiero tener nada que ver con la frivolidad, no busco colores, no quiero volúmenes. Quiero estar centrado, quiero algo que sea tanto serio como lujoso”, ha explicado Daniel Roseberry a ‘WWD’ antes de mostrar su colección.

“Estoy cansado de toda la artillería que lanzamos sobre la alfombra roja. Todos esos trucos de bordados, volúmenes y colores sirven para esconderte o para hacer un espectáculo algo barato. Por eso, con total honestidad, me he preguntado si realmente soy capaz de hacer algo que funcione sin recurrir a esos elementos", ha explicado.

El pantone de su nueva colección apuesta por los blancos, el ecru y las tonalidades doradas, y enfatiza la fuerza de su exquisito patronaje y de las aplicaciones, que se encargan de elevar la fantasía de las creaciones, algo que las imponentes joyas también hacen.

El director creativo confiesa estar nervioso ante cómo sus propuestas, menos fantasiosas de lo habitual, serán recibidas. Al fin y al cabo, no ha de ser fácil tener la receta mágica de del éxito y no recurrir a ella. Conocedor de la ferocidad de la industria, que se enamora perdidamente de una firma hasta que la exprime y la explota hasta que se cansa de ella para repetir la operación con la siguiente, ha querido cambiar la fórmula antes de que el hastío convierta a Schiaparelli en un juguete roto. Asegura que ha podido cambiar las normas a su antojo a causa de ser una marca relativamente pequeña, por lo que todavía presume de agilidad.

Aunque el repunte del coronavirus ha entorpecido el proceso, la colección presentada ha reunido todos los elementos deseados por el diseñador y ha contado por primera vez con dos de los genios más relevantes del mundo de la belleza, la maquilladora icónica Pat McGrath (inolvidables las lágrimas doradas de la colección) y el estilista capilar Guido Palau. Las propuestas presentadas han estado repletas de detalles que evocan el imaginario surrealista de la firma, que en esta ocasión mira al espacio exterior con 'novely bags' dorados que emulan a Saturno.

Una colección sensorial

Paco Rabbane ha explorado de la mano de Julien Dossena una visión de lo técnico y lo sensual a través de diferentes estados de volúmenes y texturas. "Al establecer los principios de las siluetas clave -contorneando y construyendo simultáneamente la forma alrededor del cuerpo-, se planteó cómo imbuirlas de impacto visual y sensorial. Dentro de cada look, la modificación estructural, los materiales híbridos y el estilo contraintuitivo aportan una nueva sensación, una nueva emoción; desde la crudeza de los 90 hasta una sofisticada colección para las heroínas futuristas de hoy, tanto reales como virtuales. Todo ello con el telón de fondo de un cocoon iluminado de la era espacial", contaban desde la firma.

"Los contrastes, esperados como inesperados, transmiten una sutil sensación de fetichismo, tan ligada al proceso como a la provocación. Los tejidos moteados y las superficies de lentejuelas resbaladizas contrastan con el mate y el brillo. Los corpiños ajustados y los volantes contrastan con el control y la libertad. El color y la monocromía se contraponen mediante infusiones graduales de tonos escarchados y sacarinos. La malla metálica y el punto convergen en un único tejido; los drapeados y los bordados, tan elaborados y ricos como siempre, y los detalles de la superficie, concentrados con un efecto sorprendente, hacen que Dossena haya reescrito los códigos de la alta costura con un encanto intelectual y moderno, propio de Paco Rabanne".