Bolsos divertidos y surrealistas con vocación camaleónica
Los bolsos surrealistas parecían una extravagancia solo apta para las pasarelas, pero los conocidos como 'novely bags' se han hecho un hueco en la moda.
Los bolsos surrealistas parecían una extravagancia solo apta para las pasarelas, pero los llamados novelty bags se han hecho un hueco en las calles y en los armarios de las amantes de la moda. Frente a la sutileza de los anti it bags, carentes de logos o de adornos llamativos, los bolsos surrealistas se han convertido en la especialidad de Karl Lagerfeld para Chanel o de Jeremy Scott para Moschino. Colgarse del brazo un bolso envasado al vacío o un brick de leche ya no es insólito, sino un gesto que indica que las tendencias han optado por dejar de lado el aburrimiento y hacer del sentido del humor el arma perfecta en tiempos de crisis. Pero ojo: los precios de algunos modelos no son aptos para bolsillos ajustados (no olvidemos que Chanel ha presentado una cesta de la compra que cuesta 8.000 euros). Lo surreal no quita lo valiente... o algo parecido.
Los primeros novelty bags surgen tras la Primera Guerra Mundial. Nació la costumbre de llevar bolsos que parecían auténticas muñecas que se vestían como sus dueñas, una costumbre resultante de la moda por coordinar los looks milimétricamente. Al comienzo de los años 30, el clutch seguía de moda, pero los diseños de Elsa Schiaparelli, inspirados en el trabajo de Salvador Dalí, abrieron las puertas a diseños surrealistas. Sus modelos tenían forma de piano, paraguas o jaulas. Mientras que en la actualidad Lulu Guiness parecía su sucesora con sus conocidos bolsos con forma de labios o casas, los clutches de Olympia Le-Tan, que parecen auténticos libros, crearon una nueva dimensión para los accesorios. Karl Lagerfeld nos dejó boquiabiertos con su bolso hula hoop en el desfile primavera-verano 2013 de Chanel, y el káiser ha decidido seguir la senda del surrealismo. Bolsos con forma de brick de leche (diseño por el que también apuesta Charlotte Olympia), clutches que evocan la bola del mundo con el logo de la firma o bidones de gasolina son algunas de sus extravagancias más aplaudidas.
Anya Hindemarch ha hecho de sus bolsos inspirados en cajas de cereales el mejor reclamo para su marca (de hecho, están agotados en la web desde hace tiempo, pese a su elevado precio) y Jeremy Scott ha devuelto la luz a Moschino con sus modelos imposibles, que incluyen bolsos que parecen chaquetas biker y diseños que emulan las cajas de los Happy Meal.
En España también hemos abrazado esta tendencia. Davidelfin convierte sus bolsos en enormes cartas de la baraja española y María Escoté apuesta por limosneras que dejan a la vista billetes de dólares. En el estreno de Musarañas, la actriz de moda, Natalia de Molina, demostró que a las it girls nacionales también les atrae esta corriente. La intérprete sorprendió a los asistentes con su bolso de Braccialini.
Los bolsos surrealistas parecían una extravagancia solo apta para las pasarelas, pero los llamados novelty bags se han hecho un hueco en las calles y en los armarios de las amantes de la moda. Frente a la sutileza de los anti it bags, carentes de logos o de adornos llamativos, los bolsos surrealistas se han convertido en la especialidad de Karl Lagerfeld para Chanel o de Jeremy Scott para Moschino. Colgarse del brazo un bolso envasado al vacío o un brick de leche ya no es insólito, sino un gesto que indica que las tendencias han optado por dejar de lado el aburrimiento y hacer del sentido del humor el arma perfecta en tiempos de crisis. Pero ojo: los precios de algunos modelos no son aptos para bolsillos ajustados (no olvidemos que Chanel ha presentado una cesta de la compra que cuesta 8.000 euros). Lo surreal no quita lo valiente... o algo parecido.
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