Guía rápida de expertos para hacer un buen uso de las joyas de día y de noche

Cuenta Inés de la Fressange en su libro 'La parisina. Guía de estilo de Inés de la Fressange' que no entiende por qué aún hay quien cree que los diamantes solo son para la noche. “Tengo una gargantilla rivière que fue de mi abuela. La llevo de día con una camiseta y cuando me preguntan de dónde la he sacado digo: ¡es de bisutería!”. Este podría ser perfectamente el resumen de cómo se entiende el universo de la joyería en la actualidad. Los códigos que establecían qué joyas eran exclusivas de determinados contextos han perdido su sentido, especialmente desde que por fin interiorizamos la idea de que conviene más abrazar mantras como el del carpe diem en lugar de esperar esa ocasión tan especial que puede que no llegue nunca. De modo que ya es hora de derribar ciertos mitos sobre estos accesorios y así poder hacer de ellos nuestros mejores aliados bajo cualquier circunstancia.

TE PUEDE INTERESAR

Las marcas donde (de verdad) compran las francesas, según Ines de la Fressange

C. Castany

Hay quien convierte sus joyas en el eje vertebral de un look y quien simplemente recurre a ellas en última instancia. En ambos casos puede funcionar el resultado, pero conviene tenerlo claro a la hora de tomar una u otra decisión al vestirnos como afirma el estilista Arturo Argüelles: “Es lo primero que debe decidir alguien, si quiere que la joya defina el look o lo complemente”. A partir de aquí toca elegir camino con la mente abierta, pero sin olvidarse en ambos casos de pequeños detalles a los que conviene prestar atención para que el acierto sea total porque, como bien argumenta el experto, "todo bien seleccionado puede ser usado por todas las personas”.

En este sentido es la consultora de moda Naty Abascal quien nos da las pistas definitivas en su libro '100% Naty'. En esta especie de manual de estilo editado en 2013, la que fuera musa de maestros de la alta costura como Oscar de la Renta o Valentino aconseja sobre cuáles son los accesorios que mejor encajan con una u otra prenda. “Para un vestido con pedrería bordada tienes que elegir joyas de noche que sean sencillas, ¡no puedes recargar más tu look! Sin embargo, si el vestido es de corte minimal y de color negro, resulta evidente que necesitarás joyas con presencia, que te animen el conjunto”, explica en uno de sus capítulos. También recuerda en el texto que “con vestidos de cóctel normalmente funcionan muy bien las joyas más clásicas” aunque, si el diseño es de corte moderno, “entonces recomiendo usar alta bisutería de estilo mucho más vistoso y acorde con las propuestas de moda vanguardistas”. En el caso de que sea traje o esmoquin, es preferible según la exmodelo que “te olvides de usar collar y te centres en llevar unos pendientes de joyería o bisutería que brillen mucho. Acompáñalos de algún anillo de estilo cabuchón que también destaque en tu mano derecha”.

Escapismo y fantasía también para el día

Ninguna de las 'reglas' anteriormente descritas cambia demasiado cuando se hace de día. La tendencia puede que sea hacia la simplificación, de hecho, se puede minimizar el joyero al recurrir a piezas más pequeñas, realistas y discretas que experimenten menos con las siluetas, pero las ganas de utilizar la joyería como una forma de evasión siempre están ahí. El especialista en imagen Arturo Argüelles así lo confirma: “Para el día me gusta mucho el oro y el oro blanco, mezclado a lo mejor con diamantes, en línea muy sencillas”. La clave está, como recuerda Luis De Paz, de D'Paz Gems, en que sean joyas “cómodas de llevar, que las sortijas y pendientes no 'cabeceen' para evitar roces o heridas y que vayan en consonancia con la ropa que llevamos”.

Evitar los excesos es, por tanto, fundamental. “No soy muy fan de sobrecargar nada, así que maxipendientes, con collar, brazalete, etcétera, no me gusta. Prefiero que toda la atención recaiga en una única pieza”, declara Argüelles, algo en lo que coincide con lo expuesto por Naty Abascal en su libro, sobre todo en el caso de mujeres que, como ella, lleven el pelo corto: “Recomiendo pendientes pequeños que no roben la atención y permitan que las personas que te rodean se fijen en tu rostro y te miren a los ojos cuando te hablen”.

La elección de las piezas

Con las directrices básicas claras, todo un mundo de experimentación se abre ante ti. Un mundo lleno de color, de formas XL, de materiales de ensueño y acabados brillantes con los que poder dar rienda suelta a la imaginación y en el que, aunque no lo creamos, importa mucho más hacer una buena elección de la pieza más que como la lleves después. “El asesoramiento especializado es fundamental. Al ser un sector muy poco conocido por el público, es básico saber que lo que se está comprando vale lo que piden y que las gemas son naturales y de la calidad que deben ser”, explican desde la firma originada por una familia de joyeros artesanos y maestros gemólogos bajo el nombre D'Paz Gems, quienes reconocen que la alta joyería ha quedado “como un producto de lujo aún más que antes demandado por un cliente que quiere un producto de máxima calidad y si puede ser personalizado” frente al auge de la bisutería. Aun así, cuenta Luis De Paz que “los diamantes siguen siendo el elemento más buscado, aunque existen multitud de opciones más económicas e igualmente bonitas” y que “las bodas, aniversarios o eventos especiales siguen siendo el momento relevante de adquirir una joya”.

Tan importante es elegir la pieza como posteriormente cuidarla para que sobreviva mejor al paso del tiempo. Hay, por tanto, que “evitar usar productos químicos sobre ellas (perfumes, cremas, etc..) y lavarlas con agua y jabón a veces y secarlas para evitar acumulaciones de grasa”, aconsejan desde D'Paz Gems, apuntando además que cada año “conviene llevarlas a un taller especializado para pulir y limpiar con el fin de que no pierdan lustro”.

La firma Apodemia también coincide con estas recomendaciones y propone además otros tips básicos para que las joyas luzcan como recién estrenadas como, por ejemplo, separar cadenas y pulseras –“es fundamental darles el espacio que necesitan para evitar enredos o arañazos”, justifican– o elegir un joyero forrado con tela o utilizar bolsitas independientes para almacenar las más pequeñas o delicadas.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí