De Victoria Beckham a Eva Longoria: los looks que odiamos en los 2000 y ahora son tendencia

Si algo ha demostrado el universo de las tendencias a lo largo de su historia es que debes tener mucho cuidado con qué vas a criticar. Porque todo vuelve; sí, todo, hasta la prenda más desastrosa tiene una segunda oportunidad. A día de hoy, son pocos los armarios que han conseguido evitar rendirse ante la fiebre Y2K, conocida popularmente como 'estilo dosmilero'. La época definida por numerosos expertos como “la más horrible para la moda” está de vuelta.

Camisetas diminutas, pantalones de tiro bajo, brillos, logos de marcas de la época… nadie puede sacar de su cabeza la imagen de las celebrities que sembraron las bases de este estilo con peinados irrealizables y las cejas muy finas. Christina Aguilera, Paris Hilton o Victoria Beckham posaron con looks imposibles, centrados en la importancia de cada prenda, que generaban controversia al unir lo diferente. Fotografías, carne de meme, pero que han dado la vuelta a la tortilla al probar que estas figuras son y fueron iconos de moda.

La spice girl fue una pionera de la estética ‘motomami’ y ya a inicios de la década de los 2000 fue a los partidos de su marido en Manchester enfundada en una cazadora motera crop combinada con unos jeans ajustados de tiro medio con estampado de cuadros.

Hace tan solo un par de semanas, Kylie Jenner recuperó esta prenda en un viaje exprés a Londres con un modelo de archivo de la colección de primavera de 1990 de Thierry Mugler.

Pocas personas han podido olvidar este conjunto, dos piezas azul de Christina Aguilera compuesto por un top y una falda larga arrugada, acompañados por un chal a juego, para acudir a los American Teacher Awards de 1999.

Sin duda, la que no lo ha sacado de su memoria es la actriz estadounidense Zendaya. El icono de estilo actual por excelencia acudió a los CFDA 2021 con un diseño de idea base muy similar firmado por Vera Wang.

Otra de las grandes marcadoras de tendencias de los años dos mil fue la irreverente socialité Paris Hilton. La DJ ya lució en el 6º aniversario de la revista 'Flaunt' a inicios de siglo un vestido corsetero ceñido de tirantes en color rojo, elaborado en satén.

Pieza que Versace convirtió en la principal protagonista de su colección femenina de otoño-invierno 2022, llamada Focus, y que se ha establecido como uno de los imprescindibles de esta temporada entre las celebs, siendo replicada por numerosas firmas low cost.

Christina Aguilera fue otra de las responsables de adelantar una de las propuestas más fuertes de este año al lucir en la alfombra roja de los MTV Awards de 2003 un vestido en la tonalidad 'pink peacock’, ahora color de referencia de Valentino, que además incorporaba plumas en su escote, otro de los recursos más utilizados entre los diseñadores actuales.

Aún no se puede valorar si el regreso del Y2K es una consecuencia directa del impacto generado por estos rostros conocidos sobre los nuevos creadores y sus musas o si se remite únicamente al carácter cíclico de la moda. Sin embargo, lo que es más que obvio es que las tendencias actuales beben de las grandes divas del pop de inicios de siglo.

Por ejemplo, el alicantino Dominnico presentó en la última edición de la MBFW una gabardina oversize de piel y pelo vegano con líneas contraste en fucsia muy similar a la que utilizó Britney Spears en su actuación del ‘Jiggle Bell’ del año 2000 en el Madison Square.

Además, la artista de ‘Womanizer’ fue una de las grandes defensoras de los icónicos chándales de licra de colores llamativos con pantalones de tiro bajo.

Un diseño del que se han reapropiado algunas de las figuras más importantes de la música urbana como la cantante española Bad Gyal.

Por último, otra de las fórmulas más repetidas entre las celebrities actuales es la combinación de los tops diminutos con formas imposibles junto a jeans de tiro bajo. Un estilismo muy propio de la actriz Eva Longoria durante esta década.

En la actualidad, Bella Hadid es la mayor representante de este tipo de look. Su Instagram se encuentra repleto de ejemplos de estética Y2K.

Tras este repaso, seguro que a partir de ahora nos lo pensaremos dos veces antes de pronunciar la famosa frase “yo eso jamás me lo pondré”.