Kate Moss, Simone Ashley o Naomi Campbell: así vivimos la 'after party' de los Bafta

En el camino que nos lleva de los Goya a los Oscar hay un puente aéreo ineludible en Londres, los Bafta. El Royal Festival Hall de la capital inglesa ha albergado la gala de premios del cine británico, un evento en el que Kate Middleton ha brillado a la par que estrellas de Hollywood como Ana de Armas o Cate Blanchett. Ninguna de las tres ha sido protagonista en la fiesta posterior a los premios, la tradicional ‘after party’, que este año ha tenido lugar en Annabel’s, un club ubicado en el barrio de Mayfair.

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Álvaro Rey

En la alfombra roja de la gala comprobamos que, tal y como las actrices españolas nos dejaron entrever en los Goya, es cierto: el negro es tendencia en los looks de fiesta junto con el blanco, dos colores clásicos y atemporales que siempre tienen en este tipo de eventos de etiqueta su cuota de protagonismo, pero que ahora marcan la pauta. Y esta apuesta mayoritaria por los colores del ying y el yang ha sido la tónica también de la fiesta posterior a los Bafta.

Es cierto que muchas celebrities que han acudido, como por ejemplo la modelo Rosie Huntington-Whiteley, han repetido el outfit que habían lucido horas antes en la alfombra roja de la gala de premios, pero otras muchas han cambiado de look, y el blanco y el negro han seguido siendo protagonistas.

Este último, el negro, lo ha sido en cantidad. Lo han lucido en sus vestidos la modelo Ashley Graham.

Y Winnie Harlow, la citada Rosie Huntington-Whiteley, la actriz Alexandra Daddario (conocida en España por su aparición en la primera temporada de ‘The White Lotus’), la cantante Noemi Scott y la también actriz Emilia Jones (‘Coda’).

La modelo Kate Moss ha roto el básico con un vestido metalizado.

Sin embargo, ha sido el blanco el ganador en lo que se refiere a cuota de protagonismo. Por la lista de mujeres que lo han lucido y por cómo lo han hecho. Y es que es una lista encabezada por la coanfritiona de la fiesta —junto a la modelo británica Jourdan Dunn—, la actriz Anya Taylor-Joy.

La protagonista de ‘Gambito de dama’, que ya había acaparado titulares con el look dorado firmado por Schiaparelli con el que había acudido a la gala, ha estado a la altura de su responsabilidad en la fiesta posterior gracias al elegante y original mono blanco decorado con plumas que ha escogido para el evento. De cuerpo entero, para acompañar al mono, ya atrevido por sí solo, Taylor-Joy ha apostado por combinarlo con una capa y una diadema, ambas también en blanco, completando así un look monocromático sobresaliente.

Distinto concepto pero mismo camino es el que ha elegido para su estilismo en la fiesta posterior a los Bafta la cantante Lily Allen, que también “ha jugado todo al blanco”. Lo ha hecho con un vestido con dos partes diferenciadas: una falda voluminosa decorada en toda su superficie por volantes y un top semitransparente con detalles plateados.

Junto a Anya Taylor-Joy y Lily Allen, han escrito su nombre en la lista de celebrities femeninas que han vestido de blanco en la ‘after party’ de los Bafta la actriz Madeline Brewer (‘Orange Is the New Black’), la nominada al Emmy por ‘Black Mirror’ Letitia Wright —la primera con un vestido satinado y la segunda con un traje de pantalón y chaqueta, dos conceptos opuestos— o la estrella de la televisión británica Maya Jama —con un vestido con transparencias de Philosophy di Lorenzo Serafina—, que también fue protagonista en la fiesta pre-Bafta en la que se dejó ver Leonardo DiCaprio.

Lentejuelas y brillos, la alternativa

Junto al negro y al blanco, la alternativa a los dos colores dominantes tanto en la gala de los Bafta como en la fiesta posterior han sido los detalles brillantes: tanto vestidos con lentejuelas como con incrustaciones de cristal y otros detalles del estilo.

Es el caso del vestido azul con lentejuelas que ha llevado Naomi Campbell, un vestidazo a la altura de la reputación de la top model británica, que ha demostrado que jugaba en casa saliendo a ganar, utilizando un símil deportivo.

Otro ejemplo en esta línea es el vestido plateado con cuello alto recubierto con diamantes de los pies a la cabeza que ha elegido para la fiesta Lily James (‘Pam & Tommy’), y un tercer ejemplo, de los más llamativos del evento, es el minivestido decorado con lentejuelas plateadas y rosas que ha llevado Florence Pugh.

La actriz, protagonista en ‘Don’t Worry Darling’, una de las películas que más ha dado que hablar este año tanto por su contenido como por lo ocurrido alrededor de su rodaje —la relación, ya finiquitada, entre la directora, Olivia Wilde, y su protagonista masculino, Harry Styles—, ya había sido, como Anya Taylor-Joy, una de las más destacadas en la alfombra roja de la gala de premios al posar con un vestido naranja de Harris Reed para Nina Ricci, y ha refrendado su condición de estrella en la ‘after party’.

Por último, un cuarto look que corrobora el argumento de que los detalles brillantes han sido la alternativa preferida al blanco y al negro en la fiesta posterior a los Bafta es el dos piezas que ha elegido la actriz británica Simone Ashley (‘Los Bridgerton’). Especialmente el top, una pieza delicada compuesta por tiras verticales de cristales formando un escote en uve invertida que la artista ha combinado con un pantalón y tacones negros.

Estos han sido los nombres y looks más destacados de una fiesta que ha respirado glamour.