El desfile de Dolce & Gabbana en Apulia empasta artesanía y alta costura con un séquito de famosas
Apulia, una región famosa por sus características casas llamadas 'trullos', acogió el show de los italianos que buscaba rendir homenaje al oficio de los artesanos italianos
París es el epicentro de la alta costura, pero según la pareja de diseñadores formada por Domenico Dolce y Stefano Gabbana, no es el único punto geográfico del planeta donde exponer una colección de lujo. Para ser más exactos, la de los italianos es calificada por ellos mismos como 'alta moda' y a diferencia de otros shows que, aunque concentrados en jornadas temáticas, se celebran de una vez, la suya se despliega a lo largo de cinco días y así cierra una semana completa de exposiciones en clave moda.
Esta edición es la número 11. El año pasado y con motivo de su décimo aniversario, Dolce & Gabbana trasladó su desfile a Sicilia. Coincidencia o no, ese mismo entorno fue el elegido por los productores de la exitosa serie 'The White Lotus' para rodar la segunda temporada y, sí, en el armario de la protagonista se incluyeron varios looks con el sello de los italianos. Es su particular manera de reivindicar el papel de Italia en la industria de la moda que, todo hay que admitirlo, a lo largo de la historia ha sido y es tan notable como fundamental.
"El lugar extraordinariamente pintoresco de Alberobello, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, adornado con sus simbólicos 'trullos', acoge las refinadas creaciones de DG Alta Moda. En medio del icónico distrito de Rione Monti y la impresionante Via Monte Nero, exquisitas piezas Made In Italy y DG Fatto A Mano exhibirán y abrazarán la tradición, celebrando el profundo patrimonio y la artesanía de este destino único", dejaban por escrito en las redes sociales Domenico y Stefano. Lo dicho, poner en valor la artesanía italiana con las minuciosas técnicas de producción y elaboración de la alta costura.
Apulia, una región famosa por sus características casas llamadas 'trullos', unos edificios con tejados cónicos que se remontan al siglo XIV, acogió el primer round de esta semana 'non stop'. No estaban solos, a la llamada de Dolce & Gabbana acudieron amigas, musas y embajadoras dispuestas a dejarse invadir por ese espíritu italiano que evoca el pasado.
La socialité Kim Kardashian, la modelo Rosie Huntington-Whiteley, las actrices Kerry Washington y Angela Bassett o la cantante Anitta, entre otras famosas. Un front row montado al aire libre sobre las calles adoquinadas de Apulia y que compartió planos con las verdaderas estrellas del desfile: los artesanos locales que con sus oficios se ganaron a pulso un hueco, además de un papel ejecutor en la colección que los italianos llevaron hasta este municipio. "Honrando su antiguo arte, la colección celebra la belleza y las preciadas tradiciones de la región, creando una combinación armoniosa de herencia y elegancia contemporánea. La esencia de la mejor artesanía de Made in Italy, y el DG Fatto A Mano meticuloso en cada puntada y detalle".
El primer look no pudo ser más explícito, una declaración de intenciones en toda regla. Bajando la cuesta central que atraviesa la localidad, una modelo, enfundada en un vestido lencero de color negro, se desliza entre esos edificios de estructura cónica, portando en su cabeza un sombrero con esa forma. Empiezan los homenajes. "Cada pieza única da vida a la profunda belleza, la artesanía atemporal y las preciadas tradiciones de esta tierra. Teje una narrativa cautivadora, celebrando la esencia de Val D'Itria, sus hábiles artesanos y su perdurable legado artístico", explican los diseñadores.
Artesanía y lujo fusionados atuendo a atuendo y así hasta los 87 looks creados por el tándem eterno de la moda. Hubo más vestidos de encaje, tejido seña de identidad de la casa y corsés de cestería, modelos vaporosos fabricados con ganchillo, pañuelos de seda anudados en la cabeza y todo aderezado con los bordados intricados típicos de la zona.
Con presencia notable, el mítico 'slip dress' de los 90 y las capas y las faldas compuestas de retales de diferentes tejidos que, en la práctica, representaban las calles montañosas y la arquitectura única de Alberobello. Otros materiales que se vieron desfilar fueron el mikado, la seda, el tul o el crochet.
Entre el plantel de modelos, destacó la presencia de Luka Bale, la hija de 18 años de Christian Bale y Sibi Blazic. La joven se paseó con un modelo de esencia nupcial, un vestido de cuerpo ajustado y falda midi voluminosa acompañado de una capa, con detalles de terciopelo bordado, doble organza, flores de terciopelo y pedrería.
Hueco para la moda sartorial con trajes de inspiración masculina que viraban a medio camino del vanguardismo y la fantasía. Americanas clásicas con largas colas de seda, una prenda que, sin duda, brillará en las próximas alfombra roja. A punto de concluir, dos enormes faldas de crinolina cubiertas de flores de encaje, combinadas con elegantes sujetadores triangulares a juego, pusieron el broche de oro.
París es el epicentro de la alta costura, pero según la pareja de diseñadores formada por Domenico Dolce y Stefano Gabbana, no es el único punto geográfico del planeta donde exponer una colección de lujo. Para ser más exactos, la de los italianos es calificada por ellos mismos como 'alta moda' y a diferencia de otros shows que, aunque concentrados en jornadas temáticas, se celebran de una vez, la suya se despliega a lo largo de cinco días y así cierra una semana completa de exposiciones en clave moda.