Así ha cambiado Yolanda Díaz su armario (y la relación de la izquierda con la moda)
Hablamos con cuatro expertos sobre el cambio de estilo de Yolanda Díaz y los posibles objetivos que se esconden tras él
Mucho se ha hablado del giro del armario de Yolanda Díaz, que nunca ha ocultado su interés por la moda y que, al igual que figuras como Alexandria Ocasio-Cortez, ha demostrado que la izquierda y el estilo no están en absoluto enfrentados, un mito muy extendido incluso en la actualidad.
“Yolanda Díaz es muy astuta y ha empleado su astucia para corregir el tópico que existe vinculado a la gente muy de izquierdas. Igual que modula su voz en su discurso, hace lo propio con su puesta en escena con sus looks. Ha utilizado su armario para enfatizar los puntos clave de su objetivo político, que es demostrar que la izquierda más 'izquierdosa' no tiene por qué ser agresiva ni dejada, ni representar solo a la minoría más radical que está al margen de todo. Ella ha hecho un uso magistral de su armario para ello, para suavizar los supuestos defectos que se asocian a la izquierda y que hacen que esa izquierda más radical se quede en unos reductos sociales más reducidos que no podrán tener un apoyo más amplio. Por ello creo que ha intentado presentarse de una forma menos parecida al tópico. Que de golpe sea rubia, que su melena sea la de alguien que va a la peluquería constantemente, tiene unas consecuencias positivas, porque la gente cambia su parecer”, señala el periodista especializado en moda Joan Callarissa.
Por su parte, Jesús Reyes, periodista experto en moda, estilista y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación, coincide en señalar que el cambio de imagen de Díaz es notable, pero no considera que su imagen actual sea impecable: "En mi opinión, acierta cuando luce propuestas ejecutivas, con una línea bastante femenina y que combina con chaquetas sastre, dos piezas, blazers y vestidos cóctel. Pero no logra el aprobado casi en ningún acto público formal o de relevancia".
"Un claro ejemplo -continúa Reyes- es su look durante el desfile militar del Día de la Hispanidad de 2022, con gafas de sol alargadas y oscuras, recogido con trenza y una propuesta de diseño firmada por Purificación García. El vestido satinado de largo midi y color champán de la citada firma gallega era mucho más apropiado para eventos de tarde o noche que para el citado acto de mañana. Rematando de forma negativa su propuesta con unos zapatos peep-toe en vez de salones, de Mascaró, y sobre todo un complemento no apto para este actos: gafas de sol, que por cierto las firma la marca internacional Guess. Firmas reconocidas sí, muchas; pero que, en general, no terminan de dar con la clave del éxito para Díaz en cuanto a imagen nos referimos", asegura. Lo que sí señala es la forma en la que ha mejorado su estilo, pues considera que cualquier político o política que quiera representar a un partido y, por ende, al target social al que representa ha de cuidar su imagen.
“Ya sea de derechas o de izquierdas. Por este motivo, además, aplaudo esta iniciativa y renovada imagen, más propia de partidos de derechas que de izquierdas, y que me parece todo un acierto que Yolanda Díaz sea ahora la precursora de este cambio; mucho más favorecedor, de hecho, ya que luce cada vez más sofisticada y acertada”, dice Reyes.
Un armario pensado y con mensaje
Inma Brea, coach experta en comportamiento humano y en humanización corporativa, además de mentora para directivos y líderes organizacionales, matiza que no solo comunicamos con el verbo, sino también con el tono de voz, los gestos y, por supuesto, con la vestimenta y el estilismo en general: "Todos sabemos que en política nada es aleatorio. Yolanda Díaz ha empleado de forma efectiva su armario como una herramienta para reforzar su mensaje político y ganarse la simpatía del público. Su giro estilístico, pasando de atuendos más 'casual' a prendas más sofisticadas en tonos claros como el blanco y el rosa, desea simbolizar su compromiso con la modernidad, el progreso y la feminidad".
"La elección de colores claros, particularmente el blanco, puede interpretarse como un intento de proyectar una imagen de transparencia y honestidad, valores que son esenciales para un buen liderazgo. El uso de prendas románticas y de tonos rosas hace hincapié en su feminismo y apela a una base de votantes que se identifica con este movimiento. Por tanto, su vestuario se convierte en una forma de comunicación no verbal que complementa y refuerza su mensaje político, permitiendo que conecte de manera más efectiva con su público y atrayendo a una gama más amplia de votantes”, explica.
Marta Pontnou, asesora de imagen, aclara que Yolanda Díaz ha adaptado el vestuario a cada evento, a cada mitin y a cada encuentro político. “El mensaje político siempre de la mano del vestuario adecuado. Al sofisticar el vestuario, ha conseguido que se la vea como una vicepresidenta, ministra o hasta jefa de Estado. Ha conseguido autoridad cuando su mensaje era débil”, asegura.
En este punto, Callarissa coincide plenamente: “Su armario es el de la serenidad, la calma y el sosiego. Sabes que siempre va a estar bien, perfecta, que va optar por colores lisos y que va a hacer un uso magistral del color blanco. La imagen que transmite es de control: nada está improvisado, que es lo contrario a las críticas típicas que recibe. Lo segundo que busca es la elegancia, para combatir así otro ataque habitual que recibe la gente de posicionamiento político tan de izquierdas, que es el de que solo son buenos para hacer la oposición. Pablo Iglesias iba en tejanos, pero muchos no le veían en la Moncloa, y ella astutamente ha visto ese problema y lo ha aniquilado, porque su imagen es de vicepresidenta, por no decir de presidenta. Está siempre inmaculada”, dice el experto en moda.
Pontnou matiza que, por si fuera poco, Díaz ha combinado su elegante vestuario con una sonrisa, con palabras amables y con incluso un exceso de dulzura. “Ha aparecido en cada mitin como la nuera perfecta que no se enfada y ha sabido pasar del mensaje de 'la izquierda viste mal' y demostrar al país que puede ser cuqui, educada y dulce y ser comunista”, asegura.
Inma Brea también cree que podría estar logrando que la izquierda se aleje de la idea de que la moda no importa al demostrar, a través de su propio estilo, que la moda puede ser una forma de expresión personal y política importante y efectiva. “Al adoptar looks más elegantes y sofisticados, ella está desafiando el estereotipo de que los políticos de izquierdas deben tener un armario 'pasota'. En lugar de rechazar la moda, ella está utilizándola como una herramienta para comunicar su mensaje y conectar con el público de una manera nueva y visualmente impactante. Al hacerlo, puede estar ayudando a cambiar la relación entre la izquierda y la moda, haciendo que esta sea vista como una herramienta política valiosa en lugar de algo superficial o sin importancia”, señala la coach experta en comportamiento humano y en humanización corporativa.
¿Tiene ayuda estilística?
Los expertos opinan:
- “Sin duda ha hecho un cambio a mejor, en líneas generales, en el que quizás Yolanda Díaz cuente con apoyo y asesoría profesional. Y, de ser así, doy desde aquí la enhorabuena por los resultados y por el cambio logrados con ella”, responde Jesús Reyes.
- “Cuenta con ayuda seguro. Es imposible poder controlar todos los aspectos de comunicación. Hay veces que estoy segura de que es ella quien elige sus looks, pero debe tener a alguien que le prepara el armario”, dice Marta Pontnou.
- “Creo que está rodeada de gente interesada en moda y en tendencias. Si tiene un equipo de estilismo y asesoría es quizás por su falta de tiempo, por lo que ese equipo la ayuda a encontrar determinadas prendas, pero creo que tiene un armario, de forma natural, nutrido, versátil y absolutamente pensado, porque su armario está subyugado a sus objetivos políticos. No necesita un asesor. Otra cosa es que tenga un personal shopper...”, asegura Joan Callarissa.
El lado 'beauty' de Yolanda Díaz
Jesús Reyes no quiere olvidar los aspectos ‘beauty’ de Yolanda Díaz. “No menos destacable a nivel de imagen es su cambio de look capilar, aclarándose el pelo en la actualidad y que ayuda, aquí sí, a suavizar de forma positiva sus rasgos marcados con también el posible apoyo de algún que otro retoque facial”, asegura.
Hablamos con Luciano Cañete, de Corta Cabeza, al respecto: "Siempre se dice que la música amansa a las fieras, y algo parecido pasa con el color rubio de pelo y la imagen que proyectamos. Es indudable que el rubio dulcifica las facciones y, según un estudio sociológico de la Universidad de Chicago, las personas rubias son mejor aceptadas en un primer contacto. Yo no estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, ya que tiene una connotación bajo mi punto de vista un poco discriminatoria, pero si los estudios así lo dicen, algo tendrá de verdad".
"Yolanda Díaz tiene un pelazo, que casi siempre lo lleva peinado (creo que de peluquería) y que probablemente lo lleve de esa forma porque su cabello natural, además de abundante, seguramente sea bastante encrespado. Pienso que tiene muy bien estudiada su imagen tanto en el cabello como en la indumentaria. No la clasificaría en un rubio Barbie por muchas razones, como por ejemplo el tipo de peinado que lleva y el tipo de rubio, pues Yolanda lleva un rubio más frío y Barbie, más dorado y más americano. Pero, ante todo, no veo ninguna similitud entre el personaje y nuestra política. Creo que quizás ponerse el cabello rubio pudo haber respondido a una estrategia de marketing de imagen en un principio, pero también pienso que ella sigue con el rubio porque le gusta y se siente bien con ese color... ¡El rubio engancha! Para mi gusto, le falta un poco de naturalidad en la zona de raíces. Un poco de profundidad en esa zona le daría un aspecto algo más natural”, asegura.
“Si en el pasado el rubio en cabellos que no lo eran se asociaba a un estatus social más elevado, el rubio dorado además se asociaba al oro y a la riqueza. Nuestras antepasadas de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento empolvaban sus pelucas imitando a las nobles escandinavas, de las que envidiaban sobre todo el color de su cabello. Hoy en día, llevar el cabello rubio es simplemente una elección al margen del grupo social al que se pertenezca. Es cierto que la imagen de Yolanda Díaz tiene poco que ver con la imagen que teníamos de las políticas de izquierdas, pero no solo es su pelo rubio el que expresa esa diferencia; su vestuario también es diferente y su tono de voz es mucho más dulce en la oratoria, pero con un valor añadido que es el rigor a la hora de rebatir o de manifestar sus conocimientos. De todos es sabida su frase y su tono cuando dice: "Mire, le voy a dar un dato”, dice Cañete.
Mucho se ha hablado del giro del armario de Yolanda Díaz, que nunca ha ocultado su interés por la moda y que, al igual que figuras como Alexandria Ocasio-Cortez, ha demostrado que la izquierda y el estilo no están en absoluto enfrentados, un mito muy extendido incluso en la actualidad.
- Del abrigo con mensaje de Villacís a la camiseta de Yolanda Díaz: la moda eslogan Marita Alonso
- De Yolanda Díaz a Irene Montero: los looks del Día de la Hispanidad Marita Alonso
- Quién es Juan Andrés Meizoso, el discreto marido de Yolanda Díaz: de su boda poco tradicional a su vida profesional Lucía Molina