Loewe se rinde ante el punto y el ante para vestirnos en primavera

Desde que JW Anderson, el niño prodigio de la moda con orígenes irlandeses, fue nombrado director creativo de Loewe en 2013, todos sus shows se viven y se esperan como lo que son, un auténtico espectáculo. Él ha logrado en diez años lo que pocos: dar un vuelco a la imagen de la enseña, de clásica y algo desactualizada a convertirse en una de las más deseadas de los millennials y estandarte de innovación. Esto, sumado al porrón de objetos virales, más allá de los bolsos, ha consagrado a la firma de moda española.

En este contexto triunfal y con la Semana de la Moda de París de fondo, el director creativo presenta su colección primavera-verano 2024. Viene precedida de una explosión de flores 3D y metavestidos, dos de los últimos éxitos de la casa de lujo que, la anterior temporada, traspasaron la barrera de la pasarela para colapsar las redes sociales y extenderse por el street style.

En Instagram, las pistas sobre qué íbamos a ver no nos avanzaban apenas datos. Un vídeo con materiales metálicos, acabados marmoleados y colores pastel, nada más. A diferencia de otras casas de moda, tanto la retransmisión de la llegada de los invitados al castillo de Vincennes como la del propio desfile sí que transcurrieron en directo. La modelo Georgina Rodríguez, el actor Josh O'Connor, la influencer Gala González, la royal Mafalda de Bulgaria, la modelo Emily Ratajkowski o la matriarca del clan Kardashian, Kris Jenner, han ocupado los primeros puesto del front row.

La colección de JW Anderson sí que tiene en común con sus antecesoras de edición la ausencia completa de una moda estival tradicional. Nada de vestidos fluidos, prendas ligeras o colores suaves, los diseñadores siguen empeñados en vestirnos de otoño para la próxima primavera-verano.

En esa tónica, el punto y el ante se postulan como los tejidos triunfadores en Loewe. El desfile arrancó con varias modelos enfundadas en unos ponchos de punto muy gruesos, con cierre frontal de botones dorados y sin aperturas para los brazos. Punto de arriba a abajo y sin posibilidad de escape, una armadura a modo de abrigo que dista de lo que entendemos por looks primaverales. El punto también se ha dejado ver en las tradicionales chaquetas, en vestidos fabricados a base de miles de flecos metálicos, jerséis con cuellos tipo polo y hasta americanas gigantescas que se llevan solas, sin piezas que les resten protagonismo.

Por su parte, el ante se materializa en pantalones, abrigos y camisas. En este apartado, la gama de los marrones o los azules oscuros brinda los tonos para teñir las piezas. Como novedad, una gabardina extralarga con bolso adherido al patrón.

Sorprende también el talle elevado de los pantalones. El tiro sube unos centímetros y se sitúa justo debajo del pecho para estilizar y alargar la figura; el resto de la silueta nos recuerda a la década de los 70. Además de estos pantalones superaltos, las bermudas han desfilado con soltura. Fabricadas en tejido vaquero o en cuero, se llevan acompañadas de camisetas y tops, y el resultado nos pone en bandeja atuendos de inspiración working para llevar en la primavera de 2024.

Como piezas más elaboradas, unos cuerpos joya con flores 3D repletos de strass y brillos. Mismo motivo en las joyas: anillos y pendientes que siguen esa tónica estética y que prometen convertirse en objetos de deseo. Minifaldas en cascada con retales asimétricos, vestidos drapeados con escotes voladores y diseños volátiles en blanco.

En los accesorios, Loewe se decanta por tres tipos de calzado: cangrejeras, bailarinas y mules con tacón. Los bolsos serán grandes y de diseño saco para llevar bien al hombro o bien agarrados en las manos.