El proyecto que pretende revalorizar la lana y sus artesanías que ha seducido a la jet

Una de las tendencias actuales en temas de interiorismo es la recuperación de los oficios artesanos y parece que ese movimiento está llegando a muchísimos sectores. Entre ellos, el sector textil, donde ha nacido una iniciativa única que pretende devolver a la lana el valor que tuvo en nuestra sociedad.

La oveja merina que tanto éxito tiene alrededor del mundo es de origen español, incluso la exportación de esta raza estuvo prohibida hasta el siglo XVIII. Ahora este proyecto quiere recuperar el valor de la lana como una materia prima fundamental, pues sus hilos son sostenibles, una alternativa perfecta a las fibras sintéticas que pueblan el sector de la moda.

Su promotor es Ramón Cobo, fundador de Wooldreamers, un proyecto familiar en crecimiento que tiene como objetivo revalorizar la lana y sus artesanías en nuestro país. Una marca que trabaja con rebaños nacionales y cuenta con uno de los tres lavaderos que quedan en España, por lo que dispone de su propio procesamiento lanar, desde la oveja hasta el hilado.

Recoge la lana que los pastores tiraban a la basura, porque antes la vendían a China, pero en los últimos tiempos por un problema sanitario ya no la compran, por lo que a estos les cuesta dinero, incluso reciclar los residuos, lo que convierte este negocio en deficitario.

En la actualidad tan solo un 1% de las fibras del sector textil es lana, y España es el país que más produce, hasta 30 millones de kilogramos anuales. Por lo que bien usada podríamos reducir el coste que las fibras sintéticas que utiliza el fast fashion tienen para el planeta.

Las prendas de lana tienen mayor durabilidad, de ahí esta lucha por un oficio en crisis que tenía un rendimiento económico para todas aquellas familias que poseían ovejas y que generaba miles de puestos de trabajo, y en la actualidad está en peligro de extinción. Wooldreamers nos lleva al origen, a ese oficio artesanal que puede formar parte del presente.

De ahí que hayan diseñado una exclusiva colección de artículos elaborados con pura lana de rebaños nacionales, que además de ser de gran calidad también representan los valores y la ética de trabajo.

La mejor manera de reivindicar el valor que tuvo y de mostrar la importancia de cuidar de la naturaleza, la familia y la artesanía como el motor de cambio hacia un mundo mejor.

Desde Mota del Cuervo, en Cuenca, Ramón y los suyos representan la artesanía, no la manualidad. Pero él tiene apoyos más allá de Mota, Blanca Entrecanales, la fundadora de Dehesa el Milagro, una granja ecológica comprometida con el cultivo sostenible de la tierra y la crianza ética de animales. Su enfoque se traduce en la obtención de los mejores productos ecológicos del mercado. Allí Blanca se encontró con Tomás Alía, en una visita de Alberto de Mónaco; el referente en el mundo del diseño realizó una instalación de lagartera, él ama la artesanía y la excelencia. Su firma es una de las más internacionales que exporta España en el mundo de la decoración y la arquitectura. Esta pasión por lo natural y la calidad acercó a estos tres empresarios a este proyecto que tiene como fin crear productos de la oveja, con una trazabilidad del 100%, ejecutados bajo el mismo techo y certificados.

El fundador

Ramón Cobo tenía un sueño, poder vivir del oficio que le enseñó su padre: "Dicen que cuando al final te obsesionas con una cosa, terminas soñando con ella y, en efecto, así pasó. El sueño comenzó viendo cómo las fibras naturales, en especial la lana, se iban abriendo paso ante las todopoderosas materias plásticas. En mis conversaciones con los pastores y ganaderos de toda la vida se podía apreciar cómo había cambiado su visión de la lana. Ahora mimaban a sus ovejas porque la lana era un bien rentable para ellos".

Quiere demostrar que no hay mejor manera de luchar contra la contaminación microplástica y el cambio climático que a través de la utilización de materiales 100% biodegradables. Así que investigó todas las iniciativas que estuvieran velando por el uso de la lana y otras fibras sostenibles, investigó los puntos a favor que tendrían las fibras naturales para conseguir destronar a las plásticas y artificiales.

Entre sus valores está el cuidado de los animales: "Las ovejas de Wooldreamers pastan libremente por toda España, desde las extensas dehesas extremeñas, pasando por la Serranía de Cuenca o las llanuras de la meseta manchega, hasta terminar en las montañas de los Picos de Europa y los Pirineos. Los rebaños colaboradores que producen la lana de nuestros productos reciben un trato humano, están bien alimentados, viven una vida natural y saludable y no están sujetos a prácticas como el 'mulesing'. Nuestro continuo cuidado de las ovejas nos permite obtener unas fibras de la más alta calidad y rendimiento en cada una de las razas ovinas. Apostamos por la regeneración de los suelos, para muchos expertos una solución para combatir el calentamiento global y el cambio climático; no solo se trata de la reducción de emisiones de carbono, sino de la compensación de todo el emitido mediante una máquina perfecta que se inventó hace miles y miles de años: la naturaleza". Un cuidado en todos los aspectos en pro de un proyecto coherente de principio a fin.

Esperamos que lo consiga.