Por qué los looks de Amal Clooney nos fascinan tanto
A pesar de ser un personaje ajeno a Hollywood, sus estilismos siempre son los más buscados cada vez que aparece ante las cámaras
Ocurre algo asombroso cada vez que Amal Clooney aparece en público. Ya puede tratarse de un evento repleto de superestrellas del mundo del cine, la música o la moda, que los flashes que allí se encuentren estarán apuntando en su mayoría hacia ella. Resulta curioso porque no ha dejado nunca de ejercer la abogacía y, sin embargo, está considerada además una celebrity por derecho propio. Quizá es precisamente porque resulta interesante que alguien ajeno a Hollywood haya logrado hacerse su propio hueco de manera tan firme.
Lo ha conseguido gracias a su carisma y su visión de la moda, esa que le lleva a irradiar fantasía cuando se quita la tradicional toga negra que debe vestir en los juicios. Porque, en efecto, el estilo esta abogada y activista de los derechos humanos trasciende más allá de la sala del tribunal.
Pillarle en un renuncio estilístico es misión imposible. No importa si se espera su presencia en un estreno de cine, en una conferencia o en una gala benéfica porque en cualquier caso acierta. De hecho, cada vez que tiene que desfilar por una alfombra roja para acompañar a su mediático marido, George Clooney, prueba que es capaz de desenvolverse sobre ella como pez en el agua.
Comenzó tímidamente haciéndolo con discretos vestidos, pero siempre marcando la diferencia, ya que supo dejar su impronta desde el principio. Lo ejemplifica a la perfección su debut en una entrega de premios, cuando en la ceremonia de los Globos de Oro de 2015 apareció con un exquisito diseño de alta costura de Dior en color negro que contaba con un escote asimétrico y una cola que nacía de uno de los hombros. A este le acompañaban unos guantes de ópera blancos a juego con un clutch y unos delicados pendientes de diamantes de Harry Winston que quedaban a la vista entre su melena.
Esta sería la primera de sus muchos aciertos en este tipo de contextos en los que ha apostado por sellos como Giambattista Valli, Stella McCartney, Vionnet, Dolce & Gabbana o Maison Margiela, la que estaba detrás del vestido rojo que lució en su primera gala del Met cuando la marca tenía como director creativo a John Galliano.
Aunque si hay una firma que la ha acompañado en sus looks de fiesta es, además de la encargada de crear su vestido de novia, Oscar de la Renta, Versace. La letrada mantiene una gran amistad con Donatella Versace, lo que ha provocado que muchos de los estilismos más célebres de Amal Clooney lleven la rúbrica de la histórica casa italiana. El vestido lila que llevó en el Festival de Cine de Venecia de 2017, el de falda de plumas que le vimos en los Premios César de ese mismo año, el amarillo pálido con el que apareció en la premier de ‘Money Monster' o el blanco cargado de brillos que lució en la última edición de los Premios Albie hace apenas dos meses son solo algunos prototipos.
Su estética cuidada y trabajada no se ha relajado ni un ápice con el paso del tiempo. Es más, Clooney ha sabido mantenerse fiel a prácticas a las que recurre desde que le conocimos hace más de una década, como es su apuesta por las prendas de archivo.
La moda vintage tiene un especial hueco en su exclusivo vestidor y en este último año ha dado especial cuenta de ello. Hemos tenido la oportunidad de ver lo bien que defendía, desde un vestido negro de Yves Saint Laurent de los 80 hasta una pieza blanca de Stéphane Rolland del 2007.
En una entrega de galardones organizada por Diane Von Furstenberg en Venecia el pasado verano, Amal apareció deslumbrante con un vestido lencero de encaje color maquillaje perteneciente a la colección otoño-invierno del 2000 de John Galliano para Dior. Fue la confirmación que no necesitábamos de lo bien que le sienta rebuscar entre lo retro.
La reina del estilo ‘working’
No se puede pasar por alto que mucho antes de que nos sorprendiera sobre una alfombra roja, Amal Clooney ya nos había cautivado con sus looks en clave ‘working’. La abogada domina perfectamente la moda ejecutiva y tenemos toda una colección de referencias en la retina en las que aparece con sus faldas lápiz, sus camisas sobrias, sus trajes, sus vestidos de líneas limpias, sus gabardinas, sus bolsos tipo tote y sus distintas gafas de sol.
La principal virtud de su armario es que tiene una manera de entender el estilo funcional muy personal en la que selecciona cuidadosamente cada uno de los elementos que lleva al ámbito laboral. Estos suelen ser prendas clásicas, siempre impolutamente dispuestas, listas para ser combinadas con exquisitas joyas -de lujo pero nada ostentosas- y con accesorios que, quizá, no sean los más cómodos, pero que sin duda resultan de lo más sofisticados. Su máxima parece clara: la búsqueda del estilismo impecable siempre.
Ocurre algo asombroso cada vez que Amal Clooney aparece en público. Ya puede tratarse de un evento repleto de superestrellas del mundo del cine, la música o la moda, que los flashes que allí se encuentren estarán apuntando en su mayoría hacia ella. Resulta curioso porque no ha dejado nunca de ejercer la abogacía y, sin embargo, está considerada además una celebrity por derecho propio. Quizá es precisamente porque resulta interesante que alguien ajeno a Hollywood haya logrado hacerse su propio hueco de manera tan firme.
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