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Daniel Roseberry para Schiaparelli: el regreso a lo grande de una firma histórica convertida en arte y lujo
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Daniel Roseberry para Schiaparelli: el regreso a lo grande de una firma histórica convertida en arte y lujo

Schiaparelli renace de sus cenizas gracias al trabajo de Daniel Roseberry, quien ha convertido a la histórica maison en una firma extravagante, deseada y con el show en su ADN

Foto: Roseberry. (Launchmetrics Spotlight)
Roseberry. (Launchmetrics Spotlight)

Fue una de las primeras diseñadoras en hacer del trampantojo, creando en 1927 un novedoso jersey tejido a mano con el efecto de una lazada al cuello, toda una declaración de intenciones. Hoy, este truco con efecto es un recurso fashion viral entre celebrities, influencers y reinas del street style, pero lo cierto es que la ambigüedad entre lo real y lo onírico, el surrealismo y la provocación siempre fueron de la mano de Elsa Schiaparelli. Una creadora nata, aristócrata, visionaria y cuyas colaboraciones con artistas también célebres como Dalí, Cocteau, Man Ray o el pintor y escultor suizo Giacometti son hoy legendarias.

Elsa Schiaparelli era hija de los aristócratas Celestino Schiaparelli y Maria de Dominicis, nació en un palazzo en Roma en 1890 y siempre vivió rodeada de intelectuales y artistas. Con 20 años viaja a Londres, donde conoce al que sería su marido, el conde Wilhelm de Wendt de Kerlory. Con él tuvo a su única hija, Maria Luisa Yvonne Radha, más conocida como Gogo. Años más tarde, el conde abandona a Schiaparelli por la mítica bailarina Isabela Duncan, y la italiana se muda a París con su hija, madre a su vez de las modelos y actrices Marisa Berenson y su hermana Berry, fallecida en 2011 cuando iba en uno de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas.

placeholder Schiaparelli. (Launchmetrics Spotlight)
Schiaparelli. (Launchmetrics Spotlight)

La capital francesa fue siempre el lugar que Schiaparelli sentía como hogar, tanto en lo personal como en lo profesional. En París, la inventora de piezas icónicas de la moda como la falda-pantalón, el vestido tuxedo, las gafas con diseños surrealistas y extravagantes –recordemos las que llevó Jennifer Lopez en el desfile de alta costura de la maison celebrado hace un par de semanas en París– o las piezas de bisutería XL obtuvo sus mayores éxitos. Fue también la primera mujer diseñadora en aparecer en la portada de la revista 'Time' (1934), y en 1935 establece su maison en el hotel de Fontpertuis de la mítica place Vendôme, siendo también pionera en reunir en un mismo edificio el atelier y la boutique de su marca, una práctica que se convirtió en costumbre entre los grandes diseñadores posteriores. Tras contratar como directores creativos de la casa a Pierre Cardin (1945) y, posteriormente, a Hubert de Givenchy (1947), la firma echa el cierre en 1954 y Elsa Schiaparelli se retira a su casa de Túnez, donde también fue muy feliz. Fallece en París en 1973 mientras dormía.

placeholder El desfile de Schiaparelli. (Getty Images)
El desfile de Schiaparelli. (Getty Images)

Daniel Roseberry: lo suyo es puro teatro

Tras casi seis décadas desaparecida, la firma Elsa Schiaparelli vuelve a la vida en 2012. El empresario y filántropo italiano Diego Della Valle, dueño del Grupo Tod’s –propietario de la firma homónima, además de Hogan o Fay–, compra los derechos y archivos de la genial diseñadora y abre de nuevo la casa de costura en su lugar original: el hotel de Fontpertuis, en el número 21 de la place Vendôme. Con el relanzamiento de la firma llega otro hito en su historia: el fichaje como director creativo de Daniel Roseberry, procedente de Thom Browne y artífice real de que la firma haya superado, incluso, el esplendor de tiempos pasados. El diseñador tejano convierte cada desfile, incluso los de prêt-à-porter –ni que decir tiene los de alta costura–, en impresionantes espectáculos donde el lujo, la extravagancia y el surrealismo se hacen moda. Roseberry ha logrado que el dorado, las cerraduras, las narices y bocas o el calzado con los dedos de los pies 'a la vista' en metal dorado se hayan convertido en el objeto de deseo al alcance de muy pocas.

placeholder Karlie Kloss en el desfile de Schiaparelli.  (Launchmetrics Spotlight)
Karlie Kloss en el desfile de Schiaparelli. (Launchmetrics Spotlight)

Looks inolvidables y virales como el de Irina Shayk (con la cabeza de león) o Naomi Campbell, con cabeza de lobo, ambos de la 'haute couture' P/V 2023, o más recientemente las propuestas de Schiaparelli, hacen que cada desfile sea todo un espectáculo. No existe una firma igual, a nadie se le ocurre realizar prendas de alta costura con materiales nada nobles como los ventiladores de ordenador o calculadoras y móviles con lentejuelas, y combinarlos con detalles más sofisticados como las cadenas, el strass o las perlas. O hacer que la top checa Hana Soukupová salga a la pasarela cargando en brazos con un bebé biónico hecho con los mismos y sorprendentes materiales.

Todas quieren vestir de Schiaparelli

La espectacularidad y excentricidad de las creaciones de Schiaparelli no suponen ningún problema a la hora de llevarla a las red carpets más importantes. De hecho, en 2021 fue Lady Gaga quien vistió de la firma –fue su regreso real de nuevo al universo de la moda– para su actuación en la ceremonia de investidura de Joe Biden como presidente de EEUU. En aquella ocasión, el broche de una paloma dorada XL, sosteniendo en su boca una rama de olivo –símbolo de la paz y armonía– dominaba el look y lanzaba un potente mensaje: Schiaparelli había regresado –y ya estaba triunfando– muy a lo grande.

placeholder Lady Gaga. (Reuters/Pool/Jonathan Ernst)
Lady Gaga. (Reuters/Pool/Jonathan Ernst)

En las últimas semanas, otras celebs que han tenido el privilegio único de lucir diseños de la firma han sido Dua Lipa –con un vestido con corsé a medida que apenas le permitía sentarse– y la actriz Carey Mulligan, cuyo look de alta costura era una maravillosa reinterpretación de un diseño original de la casa de 1949. Ambas optaron por la extravagante firma para acudir a los Golden Globes. Otra admiradora de la maison es Margot Robbie, quien osó dejar a un lado el rosa Barbie para lucir un minivestido tipo sastre de Schiaparelli en un evento celebrado en Los Ángeles hace unas semanas.

placeholder Zendaya. (Launchmetrics Spotlight)
Zendaya. (Launchmetrics Spotlight)

Por no hablar de Jennifer Lopez y sus indefinibles gafas doradas o Zendaya y su poderoso look total black en el reciente desfile de alta costura de la maison. Lo de Daniel Roseberry para Schiaparelli no tiene nombre. O sí: puro show y espectáculo.

Fue una de las primeras diseñadoras en hacer del trampantojo, creando en 1927 un novedoso jersey tejido a mano con el efecto de una lazada al cuello, toda una declaración de intenciones. Hoy, este truco con efecto es un recurso fashion viral entre celebrities, influencers y reinas del street style, pero lo cierto es que la ambigüedad entre lo real y lo onírico, el surrealismo y la provocación siempre fueron de la mano de Elsa Schiaparelli. Una creadora nata, aristócrata, visionaria y cuyas colaboraciones con artistas también célebres como Dalí, Cocteau, Man Ray o el pintor y escultor suizo Giacometti son hoy legendarias.

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