Schiaparelli nos adentra en el mar: langostas, cangrejos y peces como objetos de deseo

Cuando Daniel Roseberry fue nombrado director creativo de Schiaparelli en 2019, de pronto, las cosas cambiaron. En un abrir y cerrar de ojos, la marca pasó de ser la gran olvidada a estar en boca de todos. Con una larga trayectoria a sus espaldas, recordemos que data de 1927, y cientos de hits de moda en el historial, entre otros, el rosa Schiaparelli o el estampado periódico, la firma francesa se quedó en pausa hasta ese momento y de ahí saltó directa a conquistar a la generación Z. ¿Sus armas? Surrealismo, oda al oro y colecciones de alto impacto.

Ahora sí, vuelve a ser la elegida por cientos de celebs para sus looks de alfombras rojas. Beyoncé, Lady Gaga, Kim Kardashian, Nicole Kidman, Madonna o, recientemente, una embarazadísima Sienna Miller. Por este motivo no es de extrañar que convocatoria que Roseberry lanza, convocatoria a la que acuden en masa sus incondicionales. Situemos en el tiempo actual: Semana de la Moda de París y desfile primavera-verano 2023 de Schiaparelli en marcha.

Las pistas de lo que íbamos a ver y deleitarnos nos trasladan al universo digital; en Instagram estaba la respuesta. Una publicación de mensaje escueto y un vídeo de unos diez segundos como avance. En él, una modelo enfundada en un vestido negro de escote corazón sostiene en su mano una langosta XL en acabado oro y luce dos maxipendientes que representan el imaginario de Schiaparelli. Nada más.

Tal y como sucedió en su comentado desfile de alta costura celebrado en enero de 2023, para el cual el director creativo mantuvo en secreto su 'Inferno Couture' protagonizado por cabezas gigantescas de leones, la sorpresa se ha servido directamente sobre la pasarela y ha puesto el foco en el mar. Hasta el front row se han acercado la cantante Rosalía, la socialité Kylie Jenner, la actriz Michelle Yeoh, el actor Jared Leto y, como cierre del show, Kendall Jenner en la pasarela. Antes de ese final, protagonizado por la modelo enfundada en un minivestido joya de color rojo que emulaba las escamas del pez y con una melena hipercardada, merece la pena analizar lo visto en el desfile.

La encargada de abrirlo era otra top model de peso: la rusa Irina Shayk, como una de las caras fijas del universo Schiaparelli. Una americana de corte oversize adornada con algunos de los actuales símbolos de la casa, candados, cadenas y apliques dorados, y debajo una braga con medias conformaron el look con el que Shayk se paseó por la moqueta. Por ahí también han desfilado Amber Valleta o Shalom Harlow.

La blazer, una prenda clásica que, a manos de Roseberry y su visión, se ha repetido a lo largo de la propuesta en diferentes formas. Como compañera, por ejemplo, de un pantalón denim de silueta cargo, en patrones desestructurados confeccionados a retales, o cropped.

No han faltado las piezas repletas de volúmenes y apliques 3D con inspiración marítima. Minivestidos repletos de volantes, bodys que enfatizaban la anatomía femenina acompañados de collares en forma de cangrejos, vestidos cortos con pezoneras en relieve, faldas lápiz con estampados fotográficos de peces, algas voladoras en tops, blusas que emulaban la silueta puntiaguda de los erizos de mar, corpiños sirena, bañadores fantasía, de nuevo, americanas a modo de vestidos con hombreras superlativas con collares de langostas. El fondo del mar ha ejercido de hilo conductor de toda la colección.

En los tipos de escote, gana el corazón y, es más, se marca e intensifica como nunca. Importante presencia del negro como apuesta infalible (también para primavera) en todo tipo de prendas con aberturas, drapeados y superposiciones. Como únicas concesiones de color, el estampado diplomático, blanco sobre negro, el blanco aislado en vestidos salpicados con detalles 'arty' o el rojo.