Thom Browne: victoria y provocación en el juicio ante un gigante deportivo

Para conocer bien esta historia hay que remontarse a los inicios de Thom y de sus colecciones de pasarela. Hablamos de mediados de los años 2000 cuando algunos modelos, concretamente en el 2007, desfilaron con bufandas estampadas con rayas. Según constaba en la declaración de la marca, Adidas ya se puso en contacto entonces con el diseñador, pero llegaron a un acuerdo de buena fe. La bomba explotó en 2018 cuando en el desfile vuelve a utilizar diseños con las conocidas bandas y en 2021 presenta una demanda conforme considera que Thom está utilizando la marca de la compañía sin pagar los royalties y causándole un daño de imagen y confusión entre los consumidores.

Hace unos días, Thom Browne, que recientemente ha sucedido a Tom Ford como nuevo mandamás de la asociación más importante de la moda americana, la CFDA, llegaba a las dependencias jurisdiccionales del tribunal federal de Manhattan con una imagen que es para todos conocida: pantalones cortos y un provocador calcetín negro con cuatro bandas blancas. ¿Provocador? ¿Por qué? ¿Un hombre de casi sesenta años en el frío invierno de Nueva York vistiendo unas bermudas? No. Y no era para bromas, el disruptor diseñador se enfrentaba a un juicio, contra el gigante de la moda deportiva Adidas, y buscaba la ira de la marca llevando su símbolo de los calcetines.

Adidas le ha llevado a juicio por apropiación indebida. La marca ha acusado al diseñador de vulnerar los derechos de propiedad intelectual de la firma alemana por usar las rayas de sus señas de identidad: las celebres tres rayas blancas. Le pedían nada más y nada menos que 8 millones de dólares si la justicia dictaminaba que se ha pasado de la raya. Estos se dividen en dos partes: 867.225 dólares, que es lo que el diseñador debería haber pagado a Adidas por utilizar su emblema en concepto de licencia. Y la segunda parte es la interesante, así como unos 7 millones de dólares que corresponderían a las ganancias que obtuvo la empresa de Thom por las ventas producidas por el uso de las rayas, según analizaba el medio especializado 'Footwear News'.

Pero Thom Browne ha ganado en esta complicada demanda por infracción de marca registrada contra Adidas. Ayer jueves por la tarde, en menos de tres horas, después de que concluyeran los argumentos finales, el jurado de ocho personas convocado volvió con un veredicto que confirmó que el diseñador de lujo no era responsable de los daños o ganancias que obtuvo vendiendo el producto con cuatro rayas o su marca registrada. Thom ha demostrado con esta sentencia que las rayas son un estampado habitual en el mundo de la moda que no pertenecen en sí a nadie. Y que su mercado y sus clientes, según él, están muy alejados del deportivo de Adidas, algo muy pillado por los pelos, porque, como todos sabemos, la firma alemana tiene líneas de lujo como las colaboraciones con Prada, Gucci, Balenciaga, Stella McCartney o la que creó con Yamamoto, Y-3.

TE PUEDE INTERESAR

Louboutin demanda a Yves Saint Laurent por copiar sus zapatos de suela roja

Efe

Exactamente lo contrario que sucedió con el zapatero Christian Louboutin hace más de diez años, que demandó a la firma Van Haren en 2012 por comercializar zapatos con suela roja. La justicia falló que el zapatero holandés deberá pagar una indemnización a la emblemática firma de calzado. El fallo del tribunal holandés se basó en una decisión de junio de 2018 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que otorgó a Louboutin la exclusividad de las famosas suelas rojas. El tribunal estimó que un color puede ser inscrito como marca. Estampados, colores... Quizá para entender la sentencia de este caso hay que tener en cuenta a las partes, uno de los miembros más importantes de la moda americana frente a un 'extranjero alemán', o simplemente, como en muchas ocasiones, se demuestra la importancia de un buen abogado.