Melania Trump lo da todo con un look dos piezas de lujo en la noche electoral
Un traje de dos piezas de inspiración clásica y con cortes perfectamente ajustados del 'Bar' de Dior como el que llevó la convención de hace unos meses
En 2020, cuando Melania Trump fue inmortalizada votando, llevó un vestido de 4.200 euros de Gucci con estampado de cadenas y no fueron pocos los que vieron en ese print una señal: Melania sabía (decían) que la derrota le esperaba a su marido, por lo que pronto sería liberada de una vida de compromisos sujeta a la atenta mirada pantoscópica del mundo. Hoy eso, de una forma inesperada, ha vuelto a cambiar.
Melania y Donald Trump se conocieron en 1998 en una fiesta durante la Semana de la Moda de Nueva York. Ella, en aquel momento modelo, era una eslovena de 28 años que había llegado a Estados Unidos y estaba estableciendo su carrera en el país. Donald Trump, de 52 años, estaba recién separado de su segunda esposa, Marla Maples. Aunque inicialmente rechazó darle su número de teléfono, la insistencia y persistencia de él terminaron por convencerla. La pareja comenzó a salir poco después, y tras varios años de relación, se casaron en 2005 en una lujosa ceremonia en Florida. Ese momento definiría los próximos veinte años de su vida en el que ha sido Primera Dama o FLOTUS una vez, y va a por la segunda.
Esta noche española primero, los republicanos ganaban el control de la Cámara Alta del Congreso de Estados Unidos al hacerse con 51 escaños, suficientes para tener la mayoría, una destacada victoria para la formación roja, que arrebataba así el dominio del Senado al Partido Demócrata. La presidencia ha venido después.
Trump vuelve a gobernar Estados Unidos y su mujer Melania ha posado a su lado con un look esperado. En uno de los colores que utiliza últimamente, el gris, demostrando que el patriotismo que impera entre sus filas lo deja para la bandera, ha optado por un traje sastre ceñido en la cintura y de líneas sencillas que resaltan su figura, muy en la línea de sus últimas apariciones. Un traje de dos piezas de inspiración clásica y con cortes perfectamente ajustados del 'Bar' de Dior como el que llevó la convención de hace unos meses.
Los accesorios de Melania han sido elegidos con precisión y han sido discretos, sus siempre eficientes zapatos de tacón, que suelen ser de la marca Christian Louboutin, le han añadido un toque refinado e hiperfemenino al estilismo.
Cuando esta mañana la Sra. Trump eligió un vestido a lunares en blanco y negro de Dior para ir a votar en Palm Beach, Florida, el día de las elecciones imaginamos que seguiría la misma línea estética horas después. A diferencia de otras ex primeras damas que suelen preferir marcas estadounidenses para eventos internacionales, Trump apostó por un vestido de Dior y gafas de sol negras oversize al acudir al Centro Recreativo Morton y Barbara Mandel y ha repetido creador la noche electoral en su primera aparición como Primera Dama.
Volveremos a ver a sus marcas favoritas, pasear, prepárense Dior, Ralph Lauren (el que la vistió cuando nadie lo hacía), y Dolce & Gabbana, son emblemáticos de su preferencia por el lujo clásico.
Melania Trump ha vuelto a decir hola a ese un equilibrio entre la sofisticación moderna y un aire de elegancia intemporal. Conocida por su elegancia y sofisticación, pasó a los anales de la historia por dos cosas: el precio de las prendas y lo virales que se hacían en el primer mandato de su marido. Consolidó un estilo distintivo y refinado en la moda que refleja su personalidad reservada y su posición pública. Supo destacar en eventos formales y apariciones oficiales con una estética clásica y estructurada, caracterizada por siluetas limpias y prendas de lujo y alta calidad. Su estilo tendente hacia el minimalismo, prefería prendas de colores sólidos y cortes impecables que enfatizaban una imagen de elegancia discreta y controlada. Este enfoque ha marcado una declaración de moda que ha vuelto a proyectar hoy en una imagen de poder y distinción, del que vamos a disfrutar los próximos cuatro años, porque no lo podemos negar, señoras y señores, más allá de la política, la Sra. Trump da y dará grandes momentos a nuestro radar fashionista (y no olvidemos a Ivanka).
En 2020, cuando Melania Trump fue inmortalizada votando, llevó un vestido de 4.200 euros de Gucci con estampado de cadenas y no fueron pocos los que vieron en ese print una señal: Melania sabía (decían) que la derrota le esperaba a su marido, por lo que pronto sería liberada de una vida de compromisos sujeta a la atenta mirada pantoscópica del mundo. Hoy eso, de una forma inesperada, ha vuelto a cambiar.