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Georgina Chapman resucita su marca de la mano de los Oscar
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Georgina Chapman resucita su marca de la mano de los Oscar

Chapman ha vuelto a posicionarse en el epicentro de la moda gracias a una estrategia cuidadosamente diseñada que la tiene a ella misma como principal embajadora

Foto: Adrien Brody y Georgina Chapman (REUTERS Mario Anzuoni)
Adrien Brody y Georgina Chapman (REUTERS Mario Anzuoni)

Durante años, Georgina Chapman y su firma Marchesa dominaron las alfombras rojas de Hollywood, convirtiéndose en sinónimo de glamour y sofisticación. Actrices como Sandra Bullock, Blake Lively y Anne Hathaway confiaban en los diseños etéreos de la marca para los eventos más prestigiosos del cine. Sin embargo, tras el escándalo de Harvey Weinstein, su exmarido, la reputación de la firma se vio empañada y cayó en el ostracismo. Ahora, Chapman ha vuelto a posicionarse en el epicentro de la moda gracias a una estrategia cuidadosamente diseñada que la tiene a ella misma como principal embajadora y que coincide con un momento clave: el reciente Oscar de Adrien Brody, su actual pareja, que ha devuelto la atención sobre su figura y su firma.

Su reinado en las alfombras rojas

Desde su fundación en 2004, Marchesa se convirtió en una de las casas de moda más codiciadas en Hollywood. Sus vestidos, de estética romántica y teatral, llenos de bordados, transparencias y drapeados, se convirtieron en un estándar de elegancia en los premios Oscar, los Globos de Oro y los BAFTA. La clave del éxito de Marchesa residía en su capacidad de fusionar opulencia con un aire etéreo, convirtiendo a sus clientas en verdaderas princesas contemporáneas.

Foto: Adrien Brody y Georgina Chapman, pareja oficial. (Getty)

Sin embargo, su éxito estuvo ligado, en parte, a la influencia de Weinstein en la industria cinematográfica. Se rumoreaba que el productor ejercía presión para que las actrices de sus películas vistieran diseños de su esposa, lo que llevó a la marca a un crecimiento meteórico, pero también a un declive abrupto cuando estalló el escándalo del movimiento #MeToo en 2017. Muchas celebridades se distanciaron de la firma, y Chapman, pese a desligarse públicamente de Weinstein, quedó marcada por la controversia.

El resurgimiento de Chapman

Tras años de mantener un perfil bajo, Georgina ha reaparecido con fuerza en la temporada de premios de 2024-2025, luciendo exclusivamente diseños de su propia firma. Este movimiento no es casualidad: en un momento donde las redes sociales y la imagen personal son clave para la moda, la diseñadora ha optado por convertirse en el rostro visible de Marchesa, mostrando su resiliencia y reafirmando el valor de su trabajo.

placeholder Liza Koshy con vestido de Marchesa.(Gtres)
Liza Koshy con vestido de Marchesa.(Gtres)

En eventos como los Globos de Oro, los BAFTA y los premios SAG ha lucido algunos de los vestidos más espectaculares de la temporada, recuperando la esencia de Marchesa: cortes dramáticos, volantes arquitectónicos y transparencias con aplicaciones florales. Su presencia en estas galas no solo ha servido para recordar el ADN de la firma, sino también para reposicionarla en el radar de estilistas y actrices que, poco a poco, han vuelto a confiar en la marca.

El impacto del Oscar de Adrien Brody en la revitalización de la marca

La reaparición de Chapman en la escena pública coincide con un momento clave: el reciente Oscar de Adrien Brody, su pareja desde hace varios años. La atención mediática que ha rodeado al actor ha servido como una plataforma indirecta para Chapman, atrayendo miradas tanto a su vida personal como a su firma. Este fenómeno ha generado un interés renovado en Marchesa, que vuelve a verse en alfombras rojas con el mismo esplendor de su época dorada.

El regreso de Marchesa se da en un contexto donde la moda valora cada vez más el storytelling y la autenticidad. Chapman ha sabido convertir su historia en un relato de resiliencia y reinvención, logrando que su firma vuelva a ser vista no como un vestigio del pasado, sino como una casa de moda con mucho futuro.

  • Oscar 2025: Un impresionante vestido negro de terciopelo con escote pronunciado y detalles bordados, un guiño a la elegancia clásica de Marchesa.
placeholder Georgina Chapman (Cortesía Marchesa)
Georgina Chapman (Cortesía Marchesa)

  • Globos de Oro 2025: Un diseño nude con aplicaciones florales en negro, mostrando la delicadeza y la teatralidad de la firma.
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Georgina Chapman (Cortesía Marchesa)

  • BAFTA 2025: Un vestido de dos piezas con corsé de terciopelo negro y falda de tul en tono beige, equilibrando volumen y estructura.
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Georgina Chapman (Cortesía Marchesa)

  • Premios SAG 2025: Un espectacular vestido negro con volantes en cascada, apostando por un dramatismo controlado y sofisticado.
placeholder Georgina Chapman (Cortesía Marchesa)
Georgina Chapman (Cortesía Marchesa)

La reaparición de Georgina Chapman en la moda no ha sido fruto del azar, sino de una estrategia bien pensada. Su decisión de convertirse en la embajadora de su propia firma, junto con el impulso mediático de su relación con Brody, ha permitido que Marchesa recupere parte de su esplendor. A medida que más actrices vuelvan a confiar en la firma, queda claro que el resurgimiento de Marchesa en las alfombras rojas es un hecho.

Después de años de sombra, Georgina Chapman ha demostrado que su talento y su firma pueden brillar por mérito propio, marcando un nuevo capítulo en la historia de Marchesa.

Durante años, Georgina Chapman y su firma Marchesa dominaron las alfombras rojas de Hollywood, convirtiéndose en sinónimo de glamour y sofisticación. Actrices como Sandra Bullock, Blake Lively y Anne Hathaway confiaban en los diseños etéreos de la marca para los eventos más prestigiosos del cine. Sin embargo, tras el escándalo de Harvey Weinstein, su exmarido, la reputación de la firma se vio empañada y cayó en el ostracismo. Ahora, Chapman ha vuelto a posicionarse en el epicentro de la moda gracias a una estrategia cuidadosamente diseñada que la tiene a ella misma como principal embajadora y que coincide con un momento clave: el reciente Oscar de Adrien Brody, su actual pareja, que ha devuelto la atención sobre su figura y su firma.

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