Mapeamos el increíble Valle de Ashar, uno de los últimos rincones vírgenes del planeta

El Valle de Ashar, al noroeste de Arabia Saudí, es uno de los escasos destinos vírgenes que existen en nuestro planeta. Ahí, en pleno desierto, rodeado de acantilados de piedra caliza, dunas y palmeras, ha abierto Habitas —el grupo de alta hospitalidad sostenible enfocado en experiencias auténticas— un nuevo concepto tras el éxito de sus dos anteriores 'hogares' en Namibia y Bacalar (México). Se trata de AlUla, un resort que parece sacado de la deslumbrante imaginación de Sherezade, la narradora de 'Las mil y una noches'.

Enclavado junto a la ciudad de Hegra —nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, hermana arqueológica de Petra y, lo más importante, abierta al turismo en 2019—, AlUla se materializa como un fascinante enigma en medio del desierto. El Valle de Ashar conserva algunos de los escasos vestigios que quedan de la civilización nabatea, cuyos secretos parecían destinados a quedar sepultados en el olvido.

AlUla se halla también muy cerca de la antigua Dedan, capital del antiguo reino de Lihyan, donde se encuentra un laberinto con casi mil construcciones de adobe erigidas desde el siglo XII y una biblioteca al aire libre compuesta por cientos de inscripciones escritas en diferentes lenguas.

Por este desierto, donde gobernaron reinas legendarias, pasó también Lawrence de Arabia en su camino de perfección —y redención— narrado en el maravilloso libro 'Los siete pilares de la sabiduría'.

Resulta paradójico que, teniendo tantas conexiones con el pasado, AlUla sea uno de los resorts que definen el futuro de los destinos high-end para una nueva generación de nómadas globales que, cansados de escenarios trillados, quieren abrazar el lujo de lo auténtico. Los senderos del resort llevan a los huéspedes hasta cada una de las casi cien suites que componen este oasis, distribuidas en tres niveles: las prémium Villa Celestial, las Villa Alcove y las Canyon Villas.

Todas ellas han sido construidas con materiales orgánicos obtenidos de manera ética, de modo que se integran en el entorno natural, respetando totalmente la filosofía del grupo Habitas.

Hablamos de diseños modulares de bajo impacto que no atentan contra el medioambiente e invitan al disfrute de la aventura, la cultura, la música y los sabores. En otras palabras: experiencias basadas en el aprendizaje.

El huésped se sumerge así en la auténtica cultura de la región a través de actividades al aire libre como yoga, meditación, trekking por los cañones del desierto, rutas culturales exclusivas guiadas por expertos y exposiciones de arte autóctono.

Y, por supuesto, por qué no, la mera contemplación, el hedonismo clásico del 'dolce far niente' junto a la piscina del resort, que será una de las más fotografiadas en Instagram en este año (nada que envidiar a la, hasta ahora, imbatible piscina del ultraexclusivo Amangiri, en pleno desierto de Utah, en Estados Unidos).

Dentro de este viaje a las raíces del lugar, destaca por derecho propio el restaurante Tama, palabra que en arameo quiere decir 'aquí'. A través de un concepto que une la cocina saudita con la de Oriente Medio, su menú lleva a los huéspedes a un viaje culinario inolvidable a través de la materia prima local, utilizando ingredientes frescos que hacen que los sabores del desierto cobren vida.

Además, siguiendo una de las tendencias más en boga en el fine dining, el restaurante alberga experiencias pop-up, como la que acaba de protagonizar el aclamado Mamzel at Finca Besaya. Este hotspot de Marbella ha llevado al corazón del desierto saudí algunos de sus platos más conocidos, como el ceviche peruano, entraña de angus o babaganoush, y su mixología de autor con un refrescante giro a los tragos más clásicos, que lo ha convertido en una de las voces más originales dentro de la alta gastronomía en nuestro país.

Thuraya Wellness, el spa de Habitas AlUla, es como una caja china: un oasis dentro de un oasis. Respetando prácticas de sanación milenarias que durante siglos han ayudado a la población autóctona a despejar el camino al autodescubrimiento, esta meca holística ofrece también los últimos tratamientos que combinan técnicas de todas las partes del mundo con la sabiduría local. Un perfecto ejemplo lo encontramos, por ejemplo, en su menú de aceites esenciales, mezclados por expertos de la familia Habitas para brindar experiencias 'su misura', totalmente a medida de cada huésped.

AlUla es la última joya de esa corona de alta gana que es Habitas, un oasis creado por una comunidad de personas que buscan generar experiencias auténticas y que apuesta por la conexión humana como la clave para un futuro mejor. Redefiniendo el concepto de lujo tradicional, la misión de Habitas va más allá de la curiosidad o de una estancia inolvidable: su objetivo es cambiar las vidas de las personas, de los huéspedes y de las comunidades locales a través de la educación, el empleo y la creación de microeconomías sostenibles.

La conquista empezó por México, Namibia y Arabia Saudí, y ahora toca la gran expansión de Habitas en América Latina, África, Oriente Medio y Asia. Muchos prometen, pero solo unos pocos lo logran.

Lawrence, nos vamos a Arabia

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