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El vinilo vive otra época dorada y aquí es donde compran los periodistas más melómanos
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STOP, CHILDREN, WHAT'S THAT SOUND?

El vinilo vive otra época dorada y aquí es donde compran los periodistas más melómanos

La Metralleta, Bajo El Volcán, Escridiscos, La Gramola, Satélite… Toma nota de los mejores refugios en la capital para perderse entre reliquias de segunda mano, rarezas y ediciones limitadas publicadas en este formato en auge

Foto: Bajo El Volcán es una de las tiendas de discos favoritas de los madrileños. (Cortesía)
Bajo El Volcán es una de las tiendas de discos favoritas de los madrileños. (Cortesía)

Aunque en realidad nunca se fue, lo cierto es que el disco de vinilo estuvo de capa caída desde mediados de los 90 hasta hace bien poco. Fueron los años en los que el CD era el formato por excelencia y, de hecho, muchos grandes trabajos de esa década han sido editados recientemente en vinilo porque en su momento era algo impensable para las discográficas que lideraban la industria.

El caso es que ahora mismo, en una ciudad como Madrid, es fácil percatarse de que se está generando un enorme interés por los discos en formato físico (especialmente por los vinilos), y esto hay que celebrarlo. Aunque, todo hay que decirlo, no estaría de más que se revisasen los precios para que fueran algo más amigables. Que hay veces que, por mucho placer que nos proporcione ver caer la aguja en el surco, duele rascarse el bolsillo con tanto ahínco.

placeholder Escridiscos, otro de los clásicos básicos para los amantes del vinilo en la capital. (Cortesía)
Escridiscos, otro de los clásicos básicos para los amantes del vinilo en la capital. (Cortesía)

Pero no nos desviemos. El caso es que las tiendas de vinilos vuelven a estar por todas partes: ocultas en el subsuelo, ocupando coquetos y céntricos locales donde te reciben con una sonrisa, ganando cada vez más protagonismo dentro de centros comerciales, ocupando espacios reservados dentro de restaurantes de moda en la zona de Retiro… Así que, sinceramente, no se nos ocurre mejor momento para olisquear cada una de las baldas de las estanterías de algunos de los periodistas más reputados del panorama musical.

Fernando Navarro

El periodista de 'El País' y autor, entre otros, del aclamado ‘Todo lo que importa sucede en las canciones’, admite que compra vinilos todos los meses. “Es una tarea que ya forma parte de mi naturaleza y disfruto especialmente cuando voy sin mucha idea de lo que quiero”. Si tuviera que elegir una tienda, probablemente se quedaría con Bajo El Volcán, “porque está cerca de mi casa y me gusta el catálogo, pero no es la única, también compro en Escridiscos, El Molar, Fnac o incluso el Rastro”.

En cuanto al propósito de su —cada vez más extensa— colección de discos, parece ser que en su caso son dos las líneas a seguir: “Por un lado, me gusta hacerme con esos grandes clásicos que han formado parte de mi vida, desde Bob Dylan a Bruce Springsteen, pasando por Aretha Franklin, Patti Smith, Tom Petty… Es decir, me gusta hacerme con discos esenciales de mi existencia”. En este sentido, algunas de sus últimas adquisiciones han sido ‘What’s Going On’, de Marvin Gaye, y ‘Figure 8’, de Elliott Smith.

placeholder Fernando Navarro. (Cortesía)
Fernando Navarro. (Cortesía)

Por otro lado, Fernando Navarro se patea las tiendas de vinilos de la capital en busca de joyas ocultas de músicas negras o latinas: “Me gusta especialmente encontrar rarezas de soul y rhythm and blues, géneros que controlo mucho, pero también disfruto indagando entre discos de salsa, jazz latino, bossa nova y todas esas músicas que le dan a uno alegría de vivir”. Algo que no nos sorprende lo más mínimo a los que llevamos años transitando La Ruta Norteamericana.

Carlos H. Vázquez

“Mis favoritas son La Metralleta y Bangladesh, ambas tienen muy buen material y te traen lo que les pidas. Por otra parte, en La Metralleta puedo pasarme horas. Fue la primera a la que me llevó mi padre cuando era un chaval y allí adquirí mi primer vinilo en propiedad ('Morrison Hotel' de The Doors)”. Nos lo cuenta este inquieto colaborador —que ha pasado por 'El Periódico de España', 'Efe Eme' o 'The Objective'— antes de revelar otras tres direcciones imperdibles: La Gramola, Babel y Escridiscos. Lo que no quita que también se hayan ido cayendo nombres de esa lista con el paso de los años: “Recuerdo Killers, Melocotón, Citadel y otros tantos establecimientos que, por unas cosas o por otras, ya no están en mi hoja de ruta”.

Entre sus rituales favoritos se encuentra el de “bajar al subterráneo de Las Descalzas en busca de los imprescindibles, de singles de siete pulgadas y de gangas (según entras, a mano izquierda, encontrarás la sección de cassettes y discos a un euro)”. Es lo que le ha permitido custodiar hoy joyas como el LP compartido por Smash y Agujetas con Manolo Sanlúcar ('Vanguardia y pureza del flamenco') o el 'Invincible' de Michael Jackson, un cuádruple vinilo (cada uno de un color).

placeholder Carlos H. Vázquez. (Cortesía)
Carlos H. Vázquez. (Cortesía)

El autor del reciente ‘Que me parta un rayo’ (un más que merecido homenaje al debut de Christina Rosenvinge) reconoce que tuvo la gran suerte de haber nacido en “una casa con libros y música a mi disposición”. También agradece, y mucho, que su abuela materna le enseñase canciones de Nat King Cole, como 'Quizás, quizás, quizás', junto a otras de Antonio Molina, Juanita Reina, Rocío Jurado, Lola Flores, Rocío Dúrcal, Juanito Valderrama, Peret... Estaba claro que esos discos de vinilo de sus ancestros pasarían, con el tiempo, a formar parte de su colección, en la que ahora conviven referencias firmadas por Johnny Winter, Eric Burdon, John Mayall o Jerry Cantrell (Alice In Chains), con el 'Horses' de Patti Smith o el 'Dangerous' de Michael Jackson (con fotografía de David LaChapelle dedicada "with love” incluida).

¡Pero no todo van a ser buenas noticias! Nuestro invitado, como tantos otros adictos al vinilo, parece estar experimentando un serio problema cada vez que se enfrenta a una nueva mudanza. Y gran parte de la culpa la tienen esos viajes de los que siempre vuelve cargado (antes de abandonar Londres casi tuvo que comprar otra maleta debido a la cantidad de discos de The Beatles o David Bowie que se quería traer). “Pesan mucho y, al mismo tiempo, son muy delicados”. Antes de despedirnos, Carlos nos deja un par de consejos: “Se recomienda no prestarlos porque, como los libros, nunca serán devueltos. Y en caso de compartirlos, mejor en compañía, para comentar el arte de la portada, las fotos, las letras y los créditos”.

Abraham Rivera

Pocos escribas musicales cuentan con una experiencia tan variada como la de Abraham Rivera, que ha pasado por algunos de los medios escritos más destacados a nivel nacional, pero también nos ha regalado memorables programas en Radio 3 y nos ha hecho bailar gracias a su labor como comisario de La Casa Encendida entre 2016 y 2020. “Mi relación con las tiendas de discos, como también ocurre con las de libros, se circunscribe mayormente a las de segunda mano. Hay algo que me llama y me interesa especialmente en lo relativo a la búsqueda de álbumes que han pertenecido a otras personas”. Así se presenta el madrileño.

Como al resto, le pedimos que nos facilite sus lugares de visita obligada en la capital: “Evidentemente, La Metralleta, con la profesionalización que ha vivido en los últimos años es siempre un valor seguro. Después, muy cerca de la plaza de las Descalzas, subiendo por el postigo de San Martín, está La Gramola, otro clásico de la zona donde suelo bucear entre cubetas de cintas y singles”.

placeholder Abraham Rivera. (Cortesía)
Abraham Rivera. (Cortesía)

Ni siquiera hace falta que le digamos que no nos está descubriendo nada nuevo, así que él solito se lanza: “Otras dos tiendas que nunca fallan, esta vez desplazadas hacia la zona del Rastro, son Satélite y Los Traperos de Emaús. La primera cuenta con una selección envidiable de baratijas y discos más o menos raros, mientras la segunda es una especie de cajón de sastre donde casi siempre es fácil dar con algún sencillo o casete setentero”. Ahora sí nos damos por satisfechos, sobre todo porque de la existencia de la segunda no teníamos ni la más remota idea.

“¿Una curiosidad? Hace un lustro me invitaron a pinchar de tarde en la tienda de música electrónica El Almacén. Para aquella ocasión quise rendir un homenaje a aquellos discos baratos que había ido acumulando, fue una selección de joyas electrónicas ochenteras y noventeras que me habían costado un euro, todos ellos fácilmente identificables por llevar una llamativa pegatina naranja donde aparecía el precio”. ¿Quién dijo que era caro comprar vinilo? Lástima que nos hayamos enterado de este sarao un poco tarde, porque debió ser antológico.

Laura Piñero

Si has leído ‘Aquellos años accidentales’, centrado en la historia de la legendaria discográfica independiente DRO, o escuchado ‘La Ventana’ (Cadena Ser), no necesitas que te la presentemos. Mejor te diremos qué es lo que más le seduce de este formato: “Me interesa el vinilo como objeto que aporta mucho valor al propio contenido musical. Soy una fanática del diseño de las portadas, las fotografías, las ilustraciones... ¡Y de toda la información que contienen! Siento que en lo digital la obra artística está incompleta”.

Además de esto, obviamente, hay otro gran motivo que la lleva a patearse periódicamente las calles del Rastro, “donde todavía se pueden encontrar verdaderas joyas”. Nos referimos a que para Laura Piñero es vital “que la escucha sea menos fragmentada, no podemos saltar fácilmente de canción y saboreamos mejor su contenido”.

Y este es la principal motivación que la lleva a perderse, siempre que puede, en el sótano de Bajo el Volcán, en Escridiscos o en La Gramola. “Suelo buscar jazz, copla o rock and roll de los 60 y 70, por eso en mis estanterías se mezclan los discos de Lola Flores o Peret con los de Elvis, Ella Fitzgerald, Peggy Lee o Bruce Springsteen". Como en otros casos, “buena parte son heredados de mis padres y otros familiares, pero creo que somos la primera generación que es consciente del gran valor de las primeras ediciones, a lo que se suma el valor de que pertenecieran a nuestros seres queridos, es un viaje en el tiempo por partida doble”.

placeholder Laura Piñero. (Cortesía)
Laura Piñero. (Cortesía)

Por último, señalar que también se han incorporado recientemente a su colección “artistas más actuales como Adele, Jorge Drexler, Villagers, Sílvia Pérez Cruz,… Además de reediciones o recopilatorios, como los de Buena Vista Social Club o Nina Simone, y el ‘Omega’ de Morente, que es otro de mis tesoros”.

José Carlos Peña

El veterano colaborador de 'MondoSonoro' lo tiene claro a la hora de decantarse por su tienda favorita: “A día de hoy es Escridiscos, en Callao”. Como bien dice, se trata de “una histórica que se quedaron dos hermanos encantadores que se toman en serio su trabajo”. Entre los muchos motivos que le han llevado a elegirla entre tanta candidata cercana a la Gran Vía, está el hecho de que “no han sucumbido a los precios disparatados que tienen hoy muchos discos normales”. A lo que añade: “Tienen joyas caras, pero puntuales”.

Otros templos del coleccionismo vinílico que Peña suele visitar con frecuencia son Bajo El Volcán, en Lavapiés, por el trato que recibe y “por su buen surtido de novedades y fondo”; Nakasha, en Argüelles, “que tiene los mejores precios de Madrid”; Marilians, en Noviciado, “donde se lo curran mucho, a pesar de que no tienen casi material de segunda mano”; y Bangladesh, también en el centro, que recomienda por “su increíble stock, fruto del trabajo de toda una vida llevado a cabo por su dueño, que falleció hace un par de años”.

placeholder José Carlos Peña. (Cortesía)
José Carlos Peña. (Cortesía)

Aprovechamos que el periodista y músico nos abre las puertas de su casa para colarnos hasta la cocina. Lo que nos permite darnos de bruces con una colección de 1.800 vinilos que, lejos de lo que pueda parecer, empieza a suponerle un problema. “Ya estoy al límite por espacio, voy revendiendo de vez en cuando, pero me cuesta mucho escoger”. Entre esas joyas que, si tienes suerte, puedes encontrar en su perfil de Discogs, se encuentran singles de The Smiths (acaba de vender un maxi de los de Mánchester por 250 euros) o rarezas de Sr. Chinarro, The Fall o The Cure, por citar algunos.

Beatriz de la Guardia

No ha sido fácil robarle unos minutos a la periodista de 'Ruta 66' que, además, está al frente del dueto de DJs Cheries (junto a Susana) y la comunicación de Planet Events (Live Nation), pero lo hemos conseguido: “Una de mis tiendas favoritas es Marilians, sobre todo cuando quiero encontrar algo más indie. Pero es que, además, me gusta mucho porque se curran mucho las promociones con los artistas, ¡como en los 90! He ido a acústicos y firmas de discos allí, y me encantó cuando vinilaron la fachada con el disco ‘Skinty Fia’ de Fontaines D.C., que es uno de mis grupos favoritos”.

La madrileña también siente algo especial por Delia Records, que es donde suele dar rienda suelta a su obsesión por The Beatles: “Aquí he podido encontrar ediciones de los 60 en español, sobre todo singles”. Y, como la mayoría de los aquí encuestados, insiste en reivinvicar Bajo El Volcán y Escridiscos, “esta última, además, tiene unos nuevos dueños que controlan bastante de punk, que es el género que más pinchamos en Cheries”.

Para el que no lo sepa, esta solicitada dupla de DJ, cuyo nombre sirve de homenaje a Cherie Currie, vocalista de The Runaways, se dedica principalmente a pinchar —obviamente con vinilo— en lugares emblemáticos de la capital (desde La Vía Láctea al Tupperware, Moby Dick, Weirdo, Fun House,…) y en festivales como el Azkena Rock (Vitoria-Gasteiz), FIB (Benicàssim), Low (Benidorm), Arenal (Burriana), Fuzzville (Benidorm), Noches del Botánico (Madrid), Flamin'Go Beach! (Cabo de Gata), Rock Nights (Ibiza) o el Gambeat Weekend (Barcelona).

placeholder Beatriz de la Guardia. (Cortesía)
Beatriz de la Guardia. (Cortesía)

Tras años viviendo en Londres, concretamente en el barrio de Angel Islington, y tras muchas visitas a Flashback Records, podemos decir que la cadena (cuenta con tres establecimientos) fundada en 1997 es la tienda de vinilos que más le pone: “Siempre que vuelvo, me acerco para seguir adquiriendo reliquias de segunda mano, de pronto puedes encontrar ‘A Life Less Ordinary’ de Ash, en perfecto estado, o cualquiera de Gang of Four. En definitiva, allí compro discos que a lo mejor no podría encontrar en Madrid”. El que sí va a localizar aquí sin ningún problema es su próxima adquisición: “El nuevo de Blur, ‘The Ballad of Darren’, que sale este mes”.

César Luquero

“Me gustan todas las tiendas que conozco de Madrid porque todas tienen su aquel. Cuando voy al centro, la que más frecuento es La Metralleta de las Descalzas. Ojeo entre sus miles de vinilos y si veo alguno que esté en buen estado, y a precio razonable, me lo llevo. No busco ediciones especiales ni nada parecido, me basta con que sea algún disco majo que todavía no está en mi estantería”. Así se lo monta el actual redactor jefe de 'Rockdelux', cabecera —mítica donde las haya— para la que lleva escribiendo más de trece años.

Nos cuenta también que hubo una época, “cuando el vinilo estaba en horas bajas y prácticamente solo se comercializaba el CD”, que en tiendas como la mencionada más arriba realizó “un montón de compras a precio de risa”. Una pena, pensará Luquero, que ahora esté pasando justo lo contrario, que los precios desorbitados están a la orden del día en muchos de estos negocios.

Al bueno de César, como viene siendo habitual, también le empezó a picar el gusanillo siendo un chaval: “Compro vinilos desde que empecé a comprar música, en los tiempos del Bachillerato Unificado Polivalente. Los compraba incluso antes de tener tocadiscos, así de entusiasta era con el formato”. Y recuerda perfectamente sus adquisiciones más tempranas: “Los primeros que pillé fueron ‘Diver Down’ de Van Halen y ‘Close to the Edge’ de Yes. Desde entonces he juntado unos 1.500 o así y durante la pandemia me dio por meterme en Discogs para ver de cuánto patrimonio vinílico estábamos hablando y he de reconocer que con alguno de los que tengo sí que me he llevado sorpresa”.

placeholder César Luquero. (Cortesía)
César Luquero. (Cortesía)

Se refiere a incunables como el ‘Aenima’ de Tool, por el que “piden un pastón, o discos como el ‘Dookie’ de Green Day, que “en su día me costó menos de 20 pavos”. Y esto mismo es extrapolable a otros básicos de los 90: “Los primeros de Foo Fighters, Weezer y Tindersticks, el ‘Endtroducing’ de DJ Shadow o el ‘Car Button Cloth’ de Lemonheads”. Y, ojo, que antes de despedirse nos deja un dato más que revelador: “Por algunos de los que pillé en La Metralleta cuando los vendían poco menos que al peso —‘Quique’ de Seefeel o ‘Ask Me Tomorrow’ de Mojave 3— veo que ahora pueden llegar a pedir cien veces más de lo que pagué. Un sindiós, vaya”.

Jorge Vileilla

Uno de los capos de Rock FM —justo acaba de ser nombrado director adjunto de emisoras musicales del grupo Ábside Media— lo tiene muy claro: “El resurgimiento del vinilo es algo que tenía que pasar tarde o temprano, es el formato en el que se concibió la música que amamos. La experiencia de escuchar las canciones que marcaron tu vida a través de una aguja guiada a través por los surcos que dejaron las grabaciones no es comparable a nada, es algo que te activa los sentidos, muy sexy”.

Antes de que la temperatura siga subiendo en el hogar del también vocalista y líder del grupo de post-hardcore Virgen, le pedimos a Jorge que intente hacer memoria hasta encontrar el disco que tuvo la culpa de todo: “El primer álbum con el que tuve esa sensación de que alguien había escrito una serie de canciones pensando en mí fue ‘Wish’ de The Cure. Mi tío siempre me decía que de su colección podía poner cualquier disco menos ‘ese rojo’, ya que, según él, era muy raro y no lo iba a entender, así que, en cuanto cerró la puerta, lo pinché, y desde ese momento mi alma y la de Robert Smith se fusionaron. Al poco llegaron Nirvana y lo hicieron saltar todo por los aires, pero esa historia mejor la dejamos para otro día”.

placeholder Jorge Vileilla. (Cortesía)
Jorge Vileilla. (Cortesía)

Pues sí, porque, en realidad, a lo que hemos venido es a que nos diga sus tiendas de vinilos favoritas de Madrid: “Bajo El Volcán o La Gramola, aunque también me gustaban mucho Cuervo Music, Discos Melocotón, Madrid Rock… ¡y hasta las tiendas Tipo tenían su encanto!”. Aunque nunca está de más saber más acerca de los orígenes de esta pasión para entender lo heterogéneo de su colección: “Mi abuelo tuvo una discoteca de 1975 a 1980 y todas las bandas que pasaron por allí, desde Leño —que tocaron hasta en tres ocasiones— hasta Bloque, pasando por Asfalto, Topo o Guadalquivir, dejaban allí sus vinilos promocionales, la mayoría de ellos dedicados. Años más tarde, a finales de los 80 descubrí esa colección y me pasaba horas viendo las portadas, las dedicatorias, los agradecimientos y, por supuesto, pinchando los álbumes”.

Sebas E. Alonso

Al poco de empezar a hablar con el fundador de 'Jenesaispop', descubrimos que Carlos H. Vázquez no está solo en el mundo. “Ya no consumo tanto vinilo como antes porque me voy a mudar a una casa más pequeña y ya no me caben más. De hecho, desde la pandemia he empezado a deshacerme de algunas cosas. Pero, bueno, sigo comprando de vez en cuando”, advierte Sebas antes de animarse con sus recomendaciones.

“Las mejores tiendas de Madrid para mí son Marilians y Bajo El Volcán. Personalmente, compro más en esta última porque vivo muy cerca y porque Fernando es muy amable como tendero (a pesar de que difieras en gustos). Te atiende muy eficientemente (a mí me asesoró sobre discos de Todd Rundgren) y te encarga cosas que, previamente, no tenías en el radar. Por ejemplo, no conocía a Adiós Amores, pero enseguida me localizó el LP, me lo pidió y, en cuanto estuvo, me llamó. Fue muy rápido. Es un gusto tratar con personas de tu barrio para estas cosas, no solo con bots de redes sociales y con Amazon”.

placeholder Sebas E. Alonso. (Cortesía)
Sebas E. Alonso. (Cortesía)

Eso sí, esto no quita que las tiendas pequeñas también tengan sus hándicaps: “Es más complicado encontrar cosas concretas que busques”. Y nada mejor que un ejemplo para ilustrarlo: “En La Metralleta terminé sucumbiendo a ‘El Tigre de Guadarrama’ de Vainica Doble. No sé si fueron como 50 euros”. En resumen, que para reliquias y cosas muy específicas, Sebas cree que lo mejor es tirar de Discogs o similares: “Joyas como el ‘Walking Wounded’ de Everything But The Girl, que me costó 100 euros (antes de que se reeditara), no puedes ir a buscarlas a La Metralleta o Bajo El Volcán”.

El que fuera director de Chueca.com, además de colaborador de 'H Magazine', 'Tendencias', 'Shangay', MTV, 'Mujer Hoy' o Radio 3, también apunta que “ahora mismo se revalorizan mucho las compras a través de la tienda online del artista”. Y matiza: “Por ejemplo, la primera edición en vinilo del ‘Blond’ de Frank Ocean ahora se ha reeditado, pero durante mucho tiempo estuvo valorada en 1.000 euros porque no había llegado a tienda, en casos así no tienes opción de conseguirlo ni siquiera en una ciudad tan grande como Madrid”.

Alex Gara

Hacemos una última parada en la morada de esta periodista y melómana que te ha alegrado más de una mañana desde ‘Hoy empieza todo 2’ (Radio 3), el pódcast ‘Wasabi’ de Radio 3 Extra o desde tantos otros jardines en los que no ha dudado en meterse a lo largo de los últimos años. Eso sí, siempre usando la música como pretexto.

“Para mí La Metralleta sigue siendo una perdición. Me encanta perderme durante horas entre cubetas y descubrir alguna que otra joya olvidada”. Esto es así hasta que llega el fin de semana, claro: “Los sábados por la mañana son para Marilians, un local que adoro donde, además de pillar las últimas novedades nacionales e internacionales, puedes toparte con algún 'showcase' o firma por sorpresa”.

placeholder Alex Gara. (Cortesía)
Alex Gara. (Cortesía)

Y como estas dos ya las tenemos más que localizadas, y ya va siendo hora de plegar el chiringuito, le pedimos a Alejandra García Ramos que haga un esfuerzo y nos sorprenda con algo que no tengamos ya en el radar: “La última tienda que he descubierto, y que me encanta por su autenticidad, es Melting Pot Records. Un paraíso para los frikis de la electrónica underground donde pasarán seguro un buen rato charlando con Gon”.

Aunque en realidad nunca se fue, lo cierto es que el disco de vinilo estuvo de capa caída desde mediados de los 90 hasta hace bien poco. Fueron los años en los que el CD era el formato por excelencia y, de hecho, muchos grandes trabajos de esa década han sido editados recientemente en vinilo porque en su momento era algo impensable para las discográficas que lideraban la industria.

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