Marta Moriarty, Dolores Delgado o Susanna Griso prestan su pupila para un experimento

Treinta y cinco mujeres del mundo de la empresa, la cultura, el arte, la ciencia, el cine, la política o la prensa forman parte de la iniciativa sorprendente de la fotógrafa Teresa Ordás. Su idea ha consistido en reunir en el museo Thyssen a profesionales que destacan en sus actividades laborales para escoger la obra que más les gustara o que se identificara con sus gustos o personalidad dentro de la exposición actual, ‘Maestras’.

Dicha propuesta se encuentra compuesta por un centenar de muestras vinculadas por su perspectiva feminista. En el catálogo figuran cuadros y esculturas con firmas como las de Artemisia Gentileschi, Frida Kahlo o Maruja Mallo, Clara Peeters, Rachel Ruysch, Mary Cassatt o Elisabetta Sirani, entre otras.

Siguiendo con la idea de ‘Maestras’, la cual únicamente cuenta con artistas femeninas, Teresa Ordás, además de reunir exclusivamente mujeres, fue más allá dando vida a esas obras de una manera especial y original. La propuesta resultaba sorprendente, porque era difícil entender en qué consistía ‘Paisojos’, nombre del proyecto elegido para comunicar su visión del arte a través de la fotografía.

La técnica consistía en que el cuadro escogido por la protagonista se replicara en su pupila. Así podemos ver los ojos de Susanna Griso, Marta Moriarty, la científica Isabel Mérida, las fiscales Elena Rasilla y Dolores Delgado, Mabel Lozano, las pintoras Maribel Fraguas y Covadonga Tellaeche, las ingenieras Ana María Ruiz Jiménez, Yayo Herrero y Nuria Oliver, la empresaria María Antonia Rudilla, las directivas Pilar Blasco, Paloma Ordás o Ximena Caraza, de la fundación Casa de México, o la periodista Beatriz Palop, entre otras.

Para la realización de dichas fotografías, se empleó un método lógico que, aunque sorprendió a muchas de estas profesionales en el momento de la instantánea, no es otro que colocar la cámara del móvil cerca del ojo de tal manera que la pintura queda pillada en el cristalino como si fuera un espejo.

Teresa Ordás nos explica cómo tuvo esta idea de elegir a mujeres conocidas, ya que antes lo había hecho con empleadas que trabajan en el museo del Prado. “Siempre me ha gustado mirar a la gente a los ojos. En 'Blade Runner' aparecen montajes de este tipo y pensaba cómo me gustaría hacer lo mismo. A medida que avanza la tecnología en los móviles, lo que parece complicado se hace más fácil”, apunta a Vanitatis.

Por otro lado, la periodista y fotógrafa nos desvela que quizá lo más complicado del proyecto fue la fase de investigación a la par que convencer tanto a los responsables de los museos como, en este caso, a las protagonistas. “Cuando surge la exposición de ‘Maestras’, se me ocurre llamar a mujeres que son maestras en todos los aspectos de su vida. Al principio estoy más sola que la una, pero poco a poco una mujer me lleva a otra”, relata.

Precisamente, esa inicial travesía en el desierto la llevó a contactar con protagonistas muy potentes que darán visibilidad a esta futura exposición. Es más, algunas de ellas han querido explicar a nuestro digital cuáles fueron las razones de su elección.

En primer lugar, Ximena Caraza, directora de la fundación Casa de México, quien ya conocía la exposición y estaba enamorada de muchas de las obras, tuvo clarísimo de inmediato qué pieza quería en su mirada. La elegida fue ‘Vestidos simultáneos’, de Sonia Delaunay. ¿La razón? El dinamismo de la obra y la vida de la propia autora tan creativa y viajera tiene mucho que ver con Ximena.

Por otro lado, la fiscal Esmeralda Rasillo se conmovió con el rostro de la mujer que yace tumbada en ‘Jóvenes’, de Louise Catherine Breslau. “No quería el cuadro entero, sino la mirada de la joven que lo hace directamente a los ojos. Es una especie de diálogo entre la figura, la pupila y quienes miramos su cara”, nos detalla.

Su colega Dolores Delgado, actual fiscal de sala en el Tribunal Supremo, eligió el retrato de ‘Madame de Staël’, de la pintora Marie Eleonore Godefroid. “Fue una pionera en muchas de sus actividades, teniendo en cuenta el papel de la mujer en el siglo XVIII. No había escritora que tuviera una vertiente pública. Fue precursora de derechos de las mujeres como la igualdad matrimonial. Era hija de un banquero y recibió una educación muy parecida a la de los hombres. Me gusta su mirada inteligente”, nos relata justificando su elección.

La periodista Beatriz Palop se enamoró de la frescura y belleza de ‘Madame Elisabeth’, de Louise Elisabeth Vigée, una de las grandes artistas de todos los tiempos. Una mujer que desde la infancia, a pesar de proceder de una familia humilde, alcanzó el puesto de pintora de cámara de la corte de Versalles, e incluso tras la Revolución francesa consiguió ser la retratista más famosa del siglo XVIII.

La directora de cine y documentales en contra de la trata de mujeres, Mabel Lozano, quiso que su mirada hiciera referencia a su activismo social. Por ello, eligió ‘Susana y los viejos’, de Artemisia Gentileschi, que es una denuncia de los abusos sobre su género. Gentileschi sufrió una violación de joven y desde entonces canalizó su venganza a través del arte.

Por último, Ana María Ruiz Jiménez, ingeniera y experta en construcción de túneles, también nos explica su elección: “Para mí buscar el color y la fuerza que dan es una de mis prioridades. Me decanté por 'El palco', de Helene Funke. Una obra muy colorista que muestra la amistad de las mujeres”.