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La reina Sofía, en la Casa de México: un regalo, un discurso improvisado y un encuentro inesperado
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CITA SORPRESA

La reina Sofía, en la Casa de México: un regalo, un discurso improvisado y un encuentro inesperado

La Reina emérita se convertía en la gran protagonista de la celebración del 5º aniversario de esta institución

Foto: La reina Sofía, en la Casa de México. (Europa Press)
La reina Sofía, en la Casa de México. (Europa Press)

Cita 'casi' sorpresa en la agenda real. Porque la Reina emérita asistía este viernes a la celebración del 5º aniversario de la Fundación Casa de México, en un compromiso público, pero que no se había incluido en la agenda real la semana anterior. Aun así, no faltaba desde horas antes un despliegue enorme en las inmediaciones de la sede de la institución, donde cada rincón, con su artesanía, sus vivos colores y sus obras de arte, se convierte en un lugar digno de 'instagramer'. Un despliegue de seguridad que contrastaba con la cercanía que, en todo momento, la reina Sofía destilaba en la Casa de México, donde vivía un encuentro inesperado y los presentes podían disfrutar de un discurso improvisado de la madre del rey Felipe VI.

La celebración del 5º aniversario se hizo coincidir con la entrega de las becas de la fundación, en la que también estuvo presente la reina Sofía. Posteriormente, se accedió al cóctel, servido con bebidas típicas -incluyendo tequila y mezcal- y con aperitivos creados por el propio restaurante de la Casa de México, Puntarena, con burritos, quesadillas, enchiladas... Todo a tamaño mini y con el siempre presente picante. Unas delicias que la reina Sofía prefería no probar, explicando a cada camarero que se le acercaba que "no quería comer nada". Sí tomó un pequeño vaso de agua, necesario por el inevitable calor de la sala, llena hasta los topes.

placeholder La reina Sofía, en la Casa de México, junto a la artista Pilar Obeso. (Europa Press)
La reina Sofía, en la Casa de México, junto a la artista Pilar Obeso. (Europa Press)

Era en ese momento cuando los equipos de seguridad, siempre discretos, hacían parte de su trabajo, pidiendo a los más curiosos que no le hicieran fotos a doña Sofía mientras estaba bebiendo. Pero por lo demás, vía libre. Doña Sofía se dejó guiar por Ximena Caraza, directora de la fundación, que presentó a la Reina emérita a todos los invitados relevantes y que tenían alguna relación con la institución. Manos estrechadas por aquí y por allá, agradecimientos casi en bucle y sonrisas, muchas sonrisas. La sempiterna sonrisa de la reina Sofía, que no le borra ni el calor, ni el tener que saludar a cientos de personas y hacerse otras tantas fotografías.

Pero uno de esos encuentros no fue con una desconocida a la que la tuvieran que presentar. Todo lo contrario. Porque entre los invitados se encontraba también Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid. Y no hizo falta ni que una hiciera una pequeña reverencia ni que la otra luciera una sonrisa más oficial que vocacional. Se abrazaron y se dieron dos besos, como dos viejas amigas. Y es que las dos han compartido ya muchos actos públicos e incluso una merienda con magdalenas, como confesaba hace unos días Carmena a Jorge Javier Vázquez en 'Cuentos chinos'.

placeholder La reina Sofía, junto a Ximena Caraza, en la Casa de México. (Europa Press)
La reina Sofía, junto a Ximena Caraza, en la Casa de México. (Europa Press)

Incluso, entre saludo y saludo, doña Sofía tuvo tiempo para interesarse por algunos estilismos de las presentes. Fue concretamente uno el que más le llamó la atención, sin dudar en preguntarle por él a su propietaria. Hablamos de un vestido de lino de la firma Dos Malinches, creada por dos hermanas españolas, una de ellas casada con un mexicano, y que tiene sede tanto en México como en Marbella. El diseño, completamente artesanal, le gustó a la Reina, que recibió encantada la explicación de su portadora.

Tras los numerosos saludos, tocaba un momento de relax y de más calma, ya que el fundador de la institución, Valentín Díez Morodo, el embajador de México en España y la directora de Casa de México la conducían a una sala aparte para darle las gracias por su asistencia con un regalo muy especial: un rebozo mexicano, parecido al chal, pero creado por maestros artesanos y habitualmente bordado con vivos colores, aunque los responsables de Casa de México confesaron a Vanitatis que le habían entregado uno en "color neutro", más fiel a su estilo.

placeholder Esther Alcocer, en la recepción. (Europa Press)
Esther Alcocer, en la recepción. (Europa Press)

Este encuentro fue privado y a él no tuvieron acceso ni la prensa, ni los invitados al cóctel, entre los que se encontraban también Nacho Cano o Esther Alcocer. Y servía para poner la guinda a una cita en la que la reina Sofía había disfrutado. Y eso se notó especialmente en una cosa. Tanto en el acto de entrega de becas como en el acto posterior de celebración del 5º aniversario, la madre de Felipe VI pronunció unas palabras ante los micrófonos, algo nada usual. Se hizo patente, además, que no estaba previsto ni por una parte ni por otra. Un gesto con el que los responsables de Casa de México quedaron encantados.

Así lo contaba después Ximena Caraza, directora de la fundación, a Vanitatis, aún con la emoción en los ojos: "Estamos muy contentos, de celebración. Y qué mejor que haya podido venir Su Majestad. Es una casa que une a España y a México y donde cada vez que uno viene encuentra algo diferente, nunca va a dejar de sorprender".

Cita 'casi' sorpresa en la agenda real. Porque la Reina emérita asistía este viernes a la celebración del 5º aniversario de la Fundación Casa de México, en un compromiso público, pero que no se había incluido en la agenda real la semana anterior. Aun así, no faltaba desde horas antes un despliegue enorme en las inmediaciones de la sede de la institución, donde cada rincón, con su artesanía, sus vivos colores y sus obras de arte, se convierte en un lugar digno de 'instagramer'. Un despliegue de seguridad que contrastaba con la cercanía que, en todo momento, la reina Sofía destilaba en la Casa de México, donde vivía un encuentro inesperado y los presentes podían disfrutar de un discurso improvisado de la madre del rey Felipe VI.

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