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Dimite Màxim Huerta: los polémicos 79 metros cuadrados de su casa en la playa
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tras la exclusiva de el confidencial

Dimite Màxim Huerta: los polémicos 79 metros cuadrados de su casa en la playa

La casa de la playa que le delató ante la Agencia Tributaria es un apartamento de dos dormitorios que no llega a 80 metros cuadrados en una urbanización de la Costa Blanca

Foto: Màxim Huerta, en su primer Consejo de Ministros. (Gtres)
Màxim Huerta, en su primer Consejo de Ministros. (Gtres)

Máxim Huerta es un enamorado del mar. Lo saben sus lectores y todos aquellos que le sigan en redes sociales, donde comparte con frecuencia sus ratos de relax siempre con un poderoso azul de fondo. "Mi familia vive en Benidorm. Y simpre he visitado esta zona. Es un lugar ideal para descubrir", confesaba al diario Las Provincias sobre la Costa Blanca, el lugar donde suele pasar las vacaciones y donde adquirió en el año 2006 un apartamento. El mismo que le ha llevado a dimitir de su cargo apenas siete días después de asumir la cartera de Cultura.

Fue precisamente la casa de la playa la que delató al ministro ante Hacienda, en una exclusiva publicada por El Confidencial. La Agencia Tributaria descubrió que la empresa utilizada por el periodista para facturar sus trabajos en televisión, Almaximo Profesionales de la Imagen SL, había declarado como gastos de la “actividad artística” que realizaba en Madrid el periodista la compra y el mantenimiento del apartamento de Alicante para pagar menos impuestos.

La casa no es precisamente un palacete. Se trata de un apartamento de 79 metros cuadrados perteneciente a una urbanización de Alfaz del Pí. Dos dormitorios, dos baños, un lavadero, cocina y terraza con vistas al mar, tal y como ha podido comprobar Vanitatis. Todo a menos de tres kilómetros de la localidad alicantina de Altea, enclavada en la Costa Blanca, el lugar fetiche para el periodista.

En sus redes sociales se le puede ver dando un paseo hasta el faro de l'Albir con su perro, una caminata de un par de kilómetros que permite divisar toda la bahía. También le vemos disfrutar de sus sobrinas, de la piscina de la urbanización, de los distintos restaurantes de Altea, de sus calles de pueblo blanco y recóndito. En ningún caso, al menos en la actualidad, parece que utilice sus visitas a Alicante para trabajar, tal y como quiso aparentar ante la Agencia Tributaria.

"Muchas veces me preguntan dónde me escondo cuando no estoy en Madrid y la bahía de Altea es mi lugar", confiesa en su blog. "Mi paisaje es ese arco maravilloso que forma el camino del faro del Albir hasta las rocas de Mascarat. Toda esa bahía llena de azules. Te invito a conocerlo, a quedarte en cualquiera de sus hoteles de la Costa Blanca, a pasear por sus calles empedradas y encaladas como en los cuentos y a comer en restaurantes con vistas y comidas soberbias: El Negre, l’Oustau, la Capella o L’Obrador. Hay mil planes y ofertas en la Costa Blanca y todas merecen la pena".

Tras publicarse la información de El Confidencial, Huerta alegó que sus problemas con Hacienda se debieron a un cambio de criterio de la Agencia Tributaria, algo que ha afectado a numerosos profesionales de los medios de comunicación. Pero en su caso había algo más. Las resoluciones judiciales evidenciaban que utilizar de forma "voluntaria" su apartamento de veraneo para rebajar artificialmente su factura con el fisco sonaba a truco fiscal.

"Y sí, es una playa de cantos rodados la que te espera. Tan limpia como azules sus aguas. A mí me gusta tocarlas, me relaja. Y, sobre todo, me gusta bañarme sin andar pringado de arena. [...] Altea tiene magia. Altea es guapa. Y Altea es el perfecto plan para un fin de semana en azul y blanco", concluye Huerta en su blog.

Máxim Huerta es un enamorado del mar. Lo saben sus lectores y todos aquellos que le sigan en redes sociales, donde comparte con frecuencia sus ratos de relax siempre con un poderoso azul de fondo. "Mi familia vive en Benidorm. Y simpre he visitado esta zona. Es un lugar ideal para descubrir", confesaba al diario Las Provincias sobre la Costa Blanca, el lugar donde suele pasar las vacaciones y donde adquirió en el año 2006 un apartamento. El mismo que le ha llevado a dimitir de su cargo apenas siete días después de asumir la cartera de Cultura.

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