El éxito en Globalia de Javier Hidalgo, empañado por su ruptura con Sol González
El hijo de Juan José Hidalgo ha vuelto a ser accionista de la corporación al comprar un 10% de la empresa. Su relación con su pareja de los últimos años y madre de su hija Camila ha terminado
Durante un tiempo, el rostro melenudo y salvaje de Javier Hidalgo protagonizó numerosas páginas de las revistas del corazón, siempre acompañado de bellas mujeres, en un verano continuo. Pero un día la prensa (y su familia) descubrió que detrás de su mediática frivolidad se encontraba un ejecutivo con talento para dar pelotazos como el de Pepephone (que vendió por 158 millones de euros). La leyenda lo atribuyó a su nueva relación con la bella y desconocida Sol González, con la que tuvo una hija en 2014. Ahora, cuando Hidalgo acaba de anunciar que vuelve al accionariado de Globalia por la puerta grande, Vanitatis ha podido saber que aquella relación terminó hace meses y que hoy en día están separados.
Javier Hidalgo llevaba meses buscando financiación para poder volver al accionariado de Globalia, la empresa que fundó su padre y de la que es el consejero delegado. Por fin, este martes se hizo público que lo había conseguido. El hijo de Juan José Hidalgo ha recuperado cerca de un 10% de la sociedad comprándoselo al Banco Santander y a Inversiones Tirema, controlado por los herederos de Tatiana Pérez de Guzmán, la marquesa de Torre Arias.
Hidalgo Jr se convierte así en el segundo mayor accionista y cierra un círculo que tuvo su peor momento en el año 2013, cuando las tensiones familiares llevaron a que su padre, Juan José, enviara una carta de despido a sus tres hijos, María José, Cristina y Javier. Luego se suavizaron los términos (solo les bajó el sueldo), pero fueron tiempos de tormenta. Javier estuvo entonces valorando seriamente dejar la dirección general de Globalia y marcharse a vivir a Estados Unidos. Vendió todas sus acciones del grupo a Abel Matutes por una cantidad cercana a los 36 millones de euros y por momentos parecía que daba un sonoro portazo a la empresa familiar.
Adiós a los números rojos
La designación de Javier como sucesor de Juan José Hidalgo al frente del imperio (en el que se engloban Air Europa, Halcón Viajes, Viajes Ecuador, Travelplan o la cadena hotelera Be Live) era impensable entonces, pero todo cambió en apenas tres años. Tras pasar un tiempo en Miami alejado de todo y poner en órbita Pepephone, la sangre volvió a llamarle y quiso asumir más responsabilidades. En 2016 Globalia creó el cargo de consejero delegado (inexistente hasta el momento) para Javier y desde entonces, apoyados sobre todo en el crecimiento de Be Live y de Air Europa, todo ha ido mejor y hace tiempo que dijeron adiós a los números rojos.
Paralelamente, parecía que su vida personal había encontrado la estabilidad. Tras una relación que comenzó en 2013, Javier y Sol González fueron padres en la primavera del año siguiente de la pequeña Camila, y durante varios años la cosa fue bien. Hidalgo llegó a reconocer entonces que estaba ansioso por encontrarle un hermanito a su hija.
Castillos de arena
Ya no era objetivo preferente de los paparazzi en los veranos baleares: si antes siempre le acompañaba una modelo despampanante, los retratos con Sol (a la que sus amigos definen como "una madraza") incluían a sus amigos Alfonso de Borbón y Eugenia Silva en la playa jugando a castillos de arena. Una imagen muy alejada de aquellos excesos de antaño, cuando llegó a fletar un avión para llevar a sus 300 amigos íntimos a ver torear a José Tomás en Nimes.
Pero la vida tan intensa que lleva, con viajes continuos y una gran responsabilidad dentro de la empresa, ha impedido que continuara su relación con González. Ahora, los paparazzi se frotan las manos. Aunque ya no es tan fácil que el CEO y segundo accionista de Globalia quiera abandonar la prensa salmón por la rosa.
Durante un tiempo, el rostro melenudo y salvaje de Javier Hidalgo protagonizó numerosas páginas de las revistas del corazón, siempre acompañado de bellas mujeres, en un verano continuo. Pero un día la prensa (y su familia) descubrió que detrás de su mediática frivolidad se encontraba un ejecutivo con talento para dar pelotazos como el de Pepephone (que vendió por 158 millones de euros). La leyenda lo atribuyó a su nueva relación con la bella y desconocida Sol González, con la que tuvo una hija en 2014. Ahora, cuando Hidalgo acaba de anunciar que vuelve al accionariado de Globalia por la puerta grande, Vanitatis ha podido saber que aquella relación terminó hace meses y que hoy en día están separados.