Carlos Falcó, sobre la victoria de Tamara: "No imaginaba que se le daba tan bien cocinar"

El marqués de Griñón, Alfonso Cortina y Mauricio González Gordon fueron los protagonistas de un homenaje organizado por Amavi (Asociación de Mujeres Amantes de la Cultura del Vino). Esta asociación está formada por un grupo de mujeres cuyo nexo de unión es la cultura del vino. En ese grupo, que preside Sonia de Galimberti, hay empresarias, bodegueras, periodistas gastronómicas o enólogas. Cada año, se reúnen en una cena a la que acuden los protagonistas que previamente han sido elegidos por las 'amavis'. Este jueves, la fiesta del vino se celebró en el Club Financiero, un lugar que tiene las mejores vistas de Madrid.

Carlos Falcó fue el primero en llegar y lo hizo acompañado de su mujer, Esther Doña. El matrimonio no se prodiga en actos públicos y prefiere las reuniones privadas. La última vez que se vio a la pareja fue en el Teatro Real, en una gala solidaria en la que cantó el que dicen los expertos es el mejor tenor del momento, Javier Camarena.

La marquesa consorte llamó la atención con un espectacular bolero de zorro de Miguel Marinero. Se comentó que era más espectacular el escote que el propio vestido. La noche de las amigas del vino no era de gala y por lo tanto su estilismo fue más discreto.

Una de las anécdotas de la cena fue las felicitaciones que Griñón recibió por el triunfo de su hija como ganadora de la última edición de 'MasterChef'. “Ahora soy el padre de Tamara. Nunca hubiera imaginado que se le daba tan bien la cocina”, comentaba con sentido del humor y reconociendo que por ahora no había tenido el gusto de probar algunos de sus platos estrella. “Estoy deseando y combinarlo con nuestros vinos”, contaba.

Él no estuvo en la final televisiva a la que sí acudieron Isabel Preysler, Vargas Llosa y la hermana, Sandra Falcó. ¿La razón? No estaba convocado.Y nada tenía que ver con el morbo que hubiera supuesto la presencia del exmarido y del novio actual de Preysler en un plató. Según contaba Tamara a Vanitatis, “hubo un cambio de fechas de la grabación y mi padre estaba fuera”. El aristócrata y Mario Vargas Llosa se llevan bien y ha acudido en varias ocasiones a la finca Malpica del Tajo (Toledo), donde se encuentran los viñedos, en compañía de su novia. Por tanto, hay que dar por buena la información de Tamara.

Una vez que terminó la presentación de los homenajeados, los invitados pasaron al comedor. Falcó y Esther Doña compartieron mesa con Alfonso Cortina y Miriam Lapique.

Los dos son amigos desde hace años y ninguno de ellos recordaba desde cuándo. “Lo somos de siempre”, aseguraba el expresidente de Repsol, que tuvo palabras de agradecimiento hacia el marqués. “Cuando empecé con el viñedo lo hice como hobby y ahora fabricamos 200.000 botellas y exportamos a Europa, China y Japón. Después se edificó la bodega. Siempre estaré agradecido a Carlos porque desde el principio me aconsejó y me prestó a su enólogo. Y lo habitual es que esos secretos no se compartan”.

Carlos Falcó se autodenominó “amigo de las amantes” y recordó como al empezar con sus viñas pocos confiaban que la empresa saliera adelante. Cuando le entrevistan, cuenta su trayectoria y explica que ni siquiera su familia esperaba que tuviera éxito. Le aconsejaban que buscara otras alternativas.

A la cena homenaje acudieron Mauricio González Gordon, director de las bodegas González Byass, Coki Font, Daniel San Martín, Sisita Milans del Bosch, Cristina Thomas de Carranza, Mónica Martín Luque, José Manuel Yzaga, Marilí Coll, los hermanos José Miguel y Blanca Carrillo de Albornoz, Fernando Martínez de Irujo, Rocío Monasterio, Iván Espinosa de los Monteros o Carmen Lomana, entre otros invitados. El hijo de la duquesa de Alba contó que las visitas guiadas al palacio de Liria “están funcionando muy bien”. De las relaciones inexistentes entre sus hermanos a raíz del libro de Cayetano Martínez de Irujo prefirió no dar más leña al fuego. “No hay cambios”, dijo.