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María Casado, la historia de su vestido de Sara Montiel: "Thais está muy contenta"
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UN MOMENTO MÁGICO

María Casado, la historia de su vestido de Sara Montiel: "Thais está muy contenta"

La presidenta de la Academia de la Televisión impactó en la gala de los Goya con un modelazo de la mítica protagonista de 'El último cuplé' y 'La violetera'

Foto: María Casado, con el estilista Manuel Zamorano. (Limited Pictures)
María Casado, con el estilista Manuel Zamorano. (Limited Pictures)

Si Sara Montiel viviera, cumpliría 92 años el próximo 10 de marzo, uno menos de los que cumplirá Gina Lollobrigida el 4 de julio. Ambas estrellas fueron el epítome de las actrices europeas que hicieron las maletas y se marcharon a abrirse camino en Hollywood en una época en la que internet y las redes sociales eran ciencia ficción. Dos mujeres bellas y carismáticas a las que se rindió homenaje en la última gala de los Goya en las figuras de la modelo Nieves Álvarez, que lució unas impactantes esmeraldas de la protagonista de 'Pan, amor y fantasía' y 'Trapecio', y María Casado, con un espectacular vestido propiedad de la icónica manchega (ahora de sus hijos, Thais y Zeus) que dejó su impronta en la meca del cine en 'Veracruz, 'Yuma' y 'Dos pasiones y un amor'.

La presidenta de la Academia de las Ciencias y Artes de Televisión impactó en la alfombra roja de la gran noche del cine español, que en esta edición se desplazaba a Málaga y reconocía formal y emocionalmente a otra de sus figuras más insignes, Marisol. Como anécdota tenemos que subrayar que María acudió a la gala con Manuel Zamorano, que fue el encargado de su peinado y maquillaje. Un profesional que está muy ligado también a la historia de Sara Montiel, pues era una de las personas que la acompañó a su boda en los juzgados con el cubano Tony Hernández en 2002 y que cuidó con mucho mimo de la imagen de la gran diva que siempre fue. La presentadora de 'La mañana de La 1' tiene una gran amistad con él y en sus redes sociales ha asegurado que no solo fue su acompañante en la gala, sino "en buena parte de los momentos importantes de mi vida".

Hablamos con la periodista cuando todavía está bajo los efectos de la 'resaca' de la sensación que causó, y nos desvela todos los detalles de esta reivindicación a través de la moda de la trayectoria de la intérprete de películas legendarias como 'La violetera', 'El último cuplé´o 'Carmen la de Ronda'.

PREGUNTA: ¿Cómo llega este vestido de Sara a ti?

RESPUESTA: Fue a través de Raúl Amor, mi estilista en TVE, y me lo mostró por primera vez hace cosa de medio año. Estábamos hablando de posibles estilismos para eventos o galas futuros y me trajo el vestido de Sara. Cuando lo vi, lo primero que le dije es que no iba a entrar en él, porque, como se ve, es un vestido muy entallado, encajado en el cuerpo, pero él me dijo que sí iba a quedarme bien. Y así fue. Le dije que ya surgiría la oportunidad para lucirlo porque es una preciosidad.

P: Y la oportunidad surgió...

R: Así es. Cuando Mariano Barroso [presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España] me hizo la invitación para presentar en la gala vi que era la ocasión de hacer un guiño al cine. Era el momento de llevar el vestido. Le pedí a Raúl que le preguntara a Thais si me lo podía prestar, la llamó por teléfono y a los dos minutos me dijo que sí, que por supuesto.

P: ¿Has hablado con Thais después de la gala?

R: Sé que está muy contenta, porque es consciente del homenaje que quería rendir a su madre. Ahora estamos my acostumbrados a ver triunfar a Antonio Banderas, a Penélope Cruz, a Javier Bardem, pero la precursora, la que abrió camino en Hollywood cuando todavía se hacía cine en blanco y negro, fue ella.

P: ¿Qué sentiste al llevar ese vestido?

R: Sentí que tenía magia, que Sara me acompañaba esa noche, y eso que no soy nada mitómana. Es algo que me ha pasado muy pocas veces. Me ocurrió como cuando te pones un anillo o un collar que sabes que tiene una historia importante detrás.

P: No se trata de un traje que estuviera en ningún museo, sino de los que guarda Thais en su casa, ¿no?

R: Así es. Es un vestido de alta costura maravilloso que debe de tener unos cincuenta o sesenta años, según hemos podido calcular. Hemos intentado encontrar alguna foto en la que apareciera con él, pero no hemos localizado ninguna.

P: ¿Sentiste mucha responsabilidad al ponértelo?

R: Sí, porque el vestido es una joya y lo miramos minuciosamente antes de ponérmelo. Así que en cuanto acabó la gala fui corriendo al hotel para quitármelo y devolverlo en perfecto estado. Es un vestido de alta costura, hecho a mano, que pesaba un montón. Tenía miedo de que le pasara algo, que se hiciera un agujero...

P: En la alfombra roja dejaste claro que con un vestido así cualquier joya hubiera sido redundante.

R: Así es. El vestido tenía tanta presencia, tanta fuerza, que fui yo la que dije que no iba a ponerme ninguna. No soy muy de joyas en mi vida habitual, como sabe todo el que me conoce un poco, aunque cuando la ocasión lo requiere sí las llevo. En este caso no era necesario.

P: ¿Conociste a Sara Montiel?

R: No, pero me han contado tantas anécdotas de ella maravillosas gente que la ha conocido... Disfruto mucho escuchando experiencias de grandes veteranos del cine o de la televisión que han sido precursores y han abierto el camino a los demás. Es importante que las nuevas generaciones sepan quién era Sara, porque tal vez solo tengan conciencia de los últimos años. Que sepan que había una mujer llamada Antonia Abad, admirada y respetada en todo el mundo.

placeholder Sara Montiel, preparándose para salir en el mítico programa de Ed Sullivan en Los Ángeles en 1954. (Getty)
Sara Montiel, preparándose para salir en el mítico programa de Ed Sullivan en Los Ángeles en 1954. (Getty)

Si Sara Montiel viviera, cumpliría 92 años el próximo 10 de marzo, uno menos de los que cumplirá Gina Lollobrigida el 4 de julio. Ambas estrellas fueron el epítome de las actrices europeas que hicieron las maletas y se marcharon a abrirse camino en Hollywood en una época en la que internet y las redes sociales eran ciencia ficción. Dos mujeres bellas y carismáticas a las que se rindió homenaje en la última gala de los Goya en las figuras de la modelo Nieves Álvarez, que lució unas impactantes esmeraldas de la protagonista de 'Pan, amor y fantasía' y 'Trapecio', y María Casado, con un espectacular vestido propiedad de la icónica manchega (ahora de sus hijos, Thais y Zeus) que dejó su impronta en la meca del cine en 'Veracruz, 'Yuma' y 'Dos pasiones y un amor'.