Cristina Cifuentes se 'moja' sobre el rey, Enrique Ponce, la política... y su marido

Cristina Cifuentes ha pasado unos días de vacaciones en Mallorca y quiso apoyar la iniciativa turística original de Ángel Tapia Go Spain para promocionar España. Acudió a la cena en el hotel Valparaíso junto a su marido, del que asegura que es el mejor compañero de vida que podría haber tenido. Se encuentra feliz en esta nueva etapa dedicándose a su familia, disfrutando de sus amigos y encantada con su trabajo de colaboradora televisiva. De su anterior etapa política prefiere no hacer más comentarios porque asegura sufrió muchísimo. Se declara republicana y defiende al rey Juan Carlos en lo que ella define como "un linchamiento".

Pregunta. ¿Qué haces en Palma y qué tienes que ver con Go Spain?

Respuesta. Lo principal es apoyar esta iniciativa de Ángel Tapia para promocionar España como principal enclave turístico. Son tiempos duros y creo que es el momento de ayudar en lo que haga falta. Mallorca me parece un lugar mágico y estoy encantada de estar aquí, donde tengo grandes amigos. Una de ellas es la propietaria de Gordiola, la fábrica de cristal soplado, que la han declarado patrimonio de la Humanidad. La empresa ha cumplido trescientos años.

P. ¿Dónde veraneas?

R. Los últimos tres años en Menorca, antes no tenía vacaciones. Cuando estuve en la política activa no veraneaba. Los tres años que fui Delegada del Gobierno y los tres que fui presidenta de la Comunidad de Madrid no me tomé ni un día de vacaciones.

P. Hubo una polémica precisamente por eso.

R. Sí, la oposición se me echó a la yugular diciendo que las vacaciones eran obligatorias y que sí o sí me las tenía tomar. Por mucho que les explicaba que los políticos no somos empleados sino que es un trabajo vocacional y por lo tanto nuestro ocio se mide de otra manera.

P. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí esta de vacaciones.

R. Con gastos pagados a La Mareta, regalo del rey de Jordania al rey Juan Carlos. En plena crisis económica y con los rebrotes, cuatro millones de parados, los ERTE que no se cobran... que se vaya de vacaciones. Me parece una falta de empatía con los ciudadanos. Ojo, no digo que no tenga derecho (que lo tiene) pero tal y como estamos...

P. ¿Echas de menos la política?

R. Para nada. Estoy encantada con mi nueva vida. Trabajo como abogada y está la parte televisiva con mis colaboraciones en Mediaset. Me siento muy a gusto, entre amigos y estoy disfrutando muchísimo.

P. ¿En esta nueva etapa te has reencontrado con tu marido?

R. Llevamos 32 años casados y mi marido y yo nos llevamos muy bien, pero sí es cierto que yo antes lo que hacía era trabajar y trabajar. Me he perdido muchas cosas de mi vida. Y he renunciado a muchos momentos de ocio y vida familiar compartida.

P. ¿Y también con tus hijos?

R. Son ya mayores, pero siempre me conocieron dedicada a la política y siempre lo aceptaron. Nunca me consideraron una madre ausente. Creo que ahora hemos salido todos ganando.

P. Puede ser que ahora sea al contrario: “Mamá todo el día en casa”.

R. ¡Qué va! Trabajan y lo que quieren es estar conmigo. Mi hija tiene mamitis. Somos una familia bien avenida y nos gusta estar juntos.

"Nunca me consideraron una madre ausente. Creo que ahora hemos salido todos ganando"

P. Volviendo a la relación con tu marido. ¿No es complicado cambiar la manera de convivir?

R. Nosotros hemos sido muy independientes y cada uno tenía su vida profesional muy clara y nos hemos llevado muy bien. A pesar de las historias que se publicaron somos una pareja muy consolidada. Te aseguro que una pareja no aguanta treinta y dos años si no es feliz. Durante los tres meses de confinamiento no hemos discutido ni una sola vez.

P. ¿Cuál es el secreto?

R. Nos llevamos muy bien, nos gusta hacer las mismas cosas y sobre todo nos reímos mucho. Javier es un hombre con una cultura impresionante y aprendo mucho con él. Además, cocina de maravilla. A mí ni me gusta ni lo sé hacer, para qué voy a competir con él. La lasaña, los canelones y la tortilla de patatas son de cinco estrellas.

P. Enrique Ponce y Paloma Cuevas eran una de las parejas más consolidadas y él se ha enamorado de una chica de veintidós años.

R. Opinar de este tipo de situaciones es muy complicado. Visto desde fuera es llamativo pero solo ellos saben lo que ha pasado. Creo que la parte que le da un poco más de morbo es que Ponce se haya ido con una chica tan joven.

P. ¿Y del tema del rey Juan Carlos, qué opinas?

R. Indudablemente, no me gustan las cosas que se han publicado, pero no podemos dejar de tener en consideración que son conversaciones entre una persona que está en la cárcel y otra (Corinna) que está imputada. El rey Juan Carlos no está investigado formalmente, ni imputado, ni investigado y mucho menos condenado. Me parece terrible lo que está ocurriendo. Un auténtico linchamiento. Todo esto hace un daño muy grave a la estabilidad, y lo digo yo que soy republicana.

P. ¿Debería el Gobierno decir dónde se encuentra definitivamente?

R. Don Juan Carlos tiene el mismo derecho que cualquier ciudadano. No tiene restringidas su capacidad de movimiento y por lo tanto puede ir donde le parezca. Todo esto hace un daño muy grave a la institución. Soy republicana pero cada vez me siento más monárquica.

"Soy republicana, pero cada vez me siento más monárquica"

P. ¿Cómo ocupas tu tiempo ahora? Me refiero a la parte más frívola.

R. Quedo a comer, a cenar con mis hijos, con los amigos. Después del confinamiento y con las condiciones sanitarias que hay, Javier y yo hemos ido al cine, al teatro, a la ópera. Ahora tengo vida.

P. ¿Y tiempo para cuidados estéticos?

R. Últimamente no, pero pienso cuidarme. Por prescripción médica, después del accidente tan grave que sufrí tengo unas lesiones importantes y por eso hago pilates y yoga. Para mí es fundamental.

P. ¿El accidente te cambió la vida?

R. Sí, fue un antes y un después. Cuando le pierdes el miedo a la muerte lo que te venga después te lo tomas de otra manera. Probablemente, si no hubiera tenido tanto dolor, tantas lesiones, estar entre la vida y la muerte como estuve, no habría podido aguantar lo que vino después.