El castillo extremeño de Azagala: la nueva joya en la colección de Víctor Madera, presidente de Quirón

Construido a mediados del siglo XIII cerca de Alburquerque (Extremadura) en mampostería y sillarejo, el majestuoso castillo de Azagala tiene forma rectangular y está dividido en tres recintos distintos.

Una joya histórica en la que destaca su torre cuadrada, la torre de armas, compuesta de dos plantas y construida con mampostería y granito, y su torre del homenaje, coronada con un campanil de estilo mudéjar. Un monumento del que podríamos hablar por su belleza, pero sobre todo porque es la última adquisición de Víctor Madera, el principal ejecutivo de Quirón Salud.

Este ovetense, cuya fortuna sitúa 'La Voz de Asturias' en cerca de 450 millones de euros, debe una gran parte de su liquidez a la compra del grupo hospitalario privado Quirón por parte de Fresenius. Ahora, Madera destina buena parte de su riqueza a comprar y rehabilitar edificios señoriales, en los que invierte con pasión.

De hecho, también en Extremadura, el médico adquiría recientemente de Fernando Falcó la mítica finca Valero, uno de los recintos cinegéticos con más renombre de España. Aunque no hay datos económicos sobre la operación (algunos la sitúan en 20 millones, otros creen que no llega a la mitad), se supuso bastante ventajosa para el fallecido marqués de Cubas, que en varias entrevistas ya reconoció que no era precisamente "un negocio" gestionar una finca así.

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Madera posee una cartera inmobiliaria peculiar concentrada entre Asturias, Madrid, Baleares y la comunidad extremeña. Junto a su mujer, les gusta cuidar y restaurar edificios olvidados para darles una segunda vida, aunque no ha trascendido qué planes tiene para la finca Valero.

También fue noticia su compra de otra joya de la arquitectura del siglo XVIII, un palacio en Ciutadella, en la isla de Menorca, que destaca por su fachada barroca y su influencia italiana. En la isla, según informa 'El Mundo', cuenta ya con hasta seis propiedades, entre las que se incluyen la Talaia de Bajolí, una torre de vigía del siglo XVII que está declarada Bien de Interés Cultural.

En su tierra natal también ha desarrollado ampliamente su pasión por los edificios emblemáticos a través de Paisajes de Asturias, empresa especializada en la adquisición y restauración de palacios y edificios singulares. Es el caso de la Casa del Cercáu, en Llanes, una joya renacentista de finales del siglo XVI por la que, según la prensa local, Víctor Madera pudo pagar entre 3 y 5 millones de euros, o el palacio de Valledor, situado en Castropol, que data del siglo XVI y está inspirado en los pazos gallegos.

En Galicia, a tiro de piedra del Principado, también se hacía esta primavera con la práctica totalidad de la propiedad de la Torre dos Moreno de Ribadeo, icono de la arquitectura indiana, un inmueble también declarado Bien de Interés Cultural. Una gran noticia para los amantes del patrimonio histórico que verán cómo este castillo extremeño recupera todo su esplendor.