Rosa López, la Cenicienta de barrio y voz prodigiosa que enamoró a España y quiere ser madre
Ganó la primera edición de 'Operación Triunfo' y vivió una pérdida de voz que casi le cuesta su carrera. Hoy es una mujer feliz que ha sabido sortear las grandes trampas de la fama
"En ocasiones me da pánico regresar a Granada porque empiezo a hablar mal, como mucho, y hasta no hace mucho me sentía extraña en mi propia casa". La que dijo esto, según recogía 'Ideal' en 2016, es Rosa López, Rosa de España, Rosa "la de Operación Triunfo. La granadina que este jueves supera la franja de los 40 años resumía en esa frase gran parte de los miedos y complejos que a punto estuvieron de machacarla, pero también la humildad y el sentimiento que la han convertido en una persona única.
La artista aún conserva esa actitud de andar por casa, de antidiva, que hizo que toda España se enamorase de ella. Porque lo que provocó aquel primer 'Operación Triunfo', en el que Rosa ganó, fue precisamente un fervor pop como pocas veces se había visto en nuestro país.
Rosa posee una voz prodigiosa, unos tonos graves y cavernosos que en ocasiones recuerdan a los de Mahalia Jackson, la reina del góspel. Su forma de cantar centró gran parte de ese cariño colectivo. También cautivó su historia personal, la de cómo una joven que se había criado en uno de los barrios más humildes de Granada acabó siendo la voz más aclamada de un fenómeno televisivo.
"Venimos de una barriada que no conoce la gente. No venimos del pueblo, nos hemos criado en el polígono de Almanjáyar", un lugar que, especialmente en los 80, era un foco de marginalidad apartado del centro de Granada. Algo que también la convirtió en un pequeño tesoro oculto, en una niña que se protegía a sí misma y que vivió muchos años una especie de reclusión, tal y como le confesó a Bertín Osborne en su programa de entrevistas. "Yo he luchado mucho por ser la única niña de mi familia. Mi abuela y mi madre me decían que una señorita tiene que recoger y tener su cuarto ordenado y yo estaba harta de que mis hermanos me dieran por culo. No tenía vida social. No salía nunca. Yo empecé a salir un poco antes de entrar a OT".
La voz que perdió
Cuando el éxito le llegó en 2001, con la emisión del programa, no imaginaba que acabaría representando a Eurovisión con aquel célebre 'Europe's living a celebration', que paralizó una parte de la famosa feria del Corpus de Granada de 2002. En el recinto ferial se colocaron pantallas gigantes para que todo vecino de Granada pudiese ver a la que ya era, para casi todos, Rosa de España. Para Granada y para toda Europa. Y para los que la siguen considerando como tal.
Ella, sin embargo, vivió aquella cresta de la ola con la incertidumbre de la joven a la que le siguen persiguiendo y pesando sus orígenes. Por ejemplo, su forma de hablar, cuyo cambio habría dado hoy para mil y una polémicas sobre el habla andaluza. "He ido a logopedas, psicólogos, coaching... porque se nos tiene que entender”, dijo. “De mi casa no he salido, yo he hablado cerrado como me han hablado mis hermanos. Me acuerdo que me imitaba Carlos Latre en 'Crónicas marcianas'… así era antes", concluyó ante Bertín.
Pero aquellos episodios no son nada comparados con la muerte de su padre, en 2008, o el episodio que la dejó sin voz. Por recomendación de alguien, la cantante fue a un médico que le acabó perjudicando más que otra cosa: "Yo me acojoné cuando el tío abre el maletín y me doy cuenta de que rueda un bote colorcillo azul y blanco. No sé qué coño era eso. No sé qué me pincharon en el culo, pero desde ese día...". Tras perder la voz, fue uno de sus ex, Pablo Muñoz Cariñanos, de profesión larintólogo, el que la ayudó a recuperarla.
Años después de confesar que se sentía "solita", Rosa comparte vida con un hombre al que conoció de forma muy especial. "Iñaki es el hombre de mi vida", dice de este hombre algo mayor que ella con el que se encontró en un concierto de Marta Sánchez y del que parece muy enamorada. También es la persona que le ha hecho plantearse tener hijos, tal y como confesaba hace poco en 'El show de Bertín Osborne'.
"Todavía no soy madre y voy tarde ya, ja, ja, ja, pero el día que sea madre, me muero. ¡Lo que tienen que pasar los padres! La maternidad es algo que se me está pasando por la cabeza porque yo veo un niño y se me cae la baba, lo quiero coger y quiero tener uno", aseguró esta Cenicienta moderna con sueño cumplido (y no hablamos de tener un nombre al lado sino de superarse a sí misma. Una chica normal, una joya escodida que, pese a haber podido brillar gracias a mucho esfuerzo, nunca ha aspirado a nada más que a ser feliz. Y parece que por fin lo ha logrado.
"En ocasiones me da pánico regresar a Granada porque empiezo a hablar mal, como mucho, y hasta no hace mucho me sentía extraña en mi propia casa". La que dijo esto, según recogía 'Ideal' en 2016, es Rosa López, Rosa de España, Rosa "la de Operación Triunfo. La granadina que este jueves supera la franja de los 40 años resumía en esa frase gran parte de los miedos y complejos que a punto estuvieron de machacarla, pero también la humildad y el sentimiento que la han convertido en una persona única.