Bertín Osborne y sus hijas: su política de comunicación en momentos delicados

Bertín Osborne siempre ha dado la cara. También lo han hecho sus hijas, Alejandra, Eugenia y Claudia, quienes han abordado con naturalidad y franqueza las situaciones delicadas que les ha tocado vivir. Siempre, eso sí, desde una gran discreción y preservando su intimidad. La última muestra la hemos tenido este domingo cuando dio un paso al frente e hizo público un comunicado en el que admitía lo que ya se había desvelado en 'Viva la vida', que se había separado de Fabiola Martínez.

El propio Bertín se lo confirmaría a nuestra compañera Paloma Barrientos, a quien admitía que era "lo mejor para todos" dar este paso y se hacía de alguna manera responsable del punto y final a veinte años de pareja, catorce de ellos casado con la modelo venezolana, para quien se reservaba sus mejores palabras. No es la primera situación de crisis familiar que el cantante ha gestionado con elegancia y naturalidad, como lo ha hecho cuando ha hablado sobre las cuestiones relacionadas con sus hijas o su exmujer, con quien mantuvo una gran relación de amistad hasta el final.

El primer momento duro que vivió en su primer matrimonio Bertín fue la muerte al poco de nacer de su primer hijo, Cristian. "Se me murió en los brazos y es una cosa que para mí se queda. Fue en un pasillo de La Paz donde se murió mi primer hijo y salvaron a mi penúltimo hijo", manifestaba en su propio programa, 'Mi casa es la vuestra', en el que tenía como invitada a María Teresa. Un episodio que se remonta a 1977 y que aún sigue teniendo muy presente, como también la prematura muerte de una mujer con la que se casó demasiado joven, según admitiría posteriormente.

Bertín y Sandra Domecq se estaban separando cuando ella aún estaba embarazada de su hija Claudia, y el divorcio llegaría posteriormente, según la misma joven reconocería recientemente en plena promoción de su libro 'Lo mejor de ti': "Mi madre estaba entonces en un proceso de separación, y cuando yo nací se anunció el divorcio. Ella estaba muy triste cuando vine al mundo y yo siempre la recuerdo así, con una mirada triste", manifestaba con enorme franqueza en una entrevista en 'El Diario de Navarra'.

Claudia, que siempre ha llevado con enorme discreción su vida sentimental, como por ejemplo su actual relación con José Entrenacales, hijo del presidente ejecutivo de Acciona, José Manuel Entrecanales, habla también en este revelador y sincero libro sobre la bulimia que ha padecido y sobre una relación tóxica que le hizo mucho daño. Y, por supuesto, tiene un papel clave la pérdida de su madre, que falleció en agosto de 2004 cuando ella tenía solo 15 años y fue un terrible golpe para sus cuatro hijas (Domecq había sido madre de su segundo matrimonio con Fernando Portillo y Bertín siempre la ha querido como si fuera suya).

Sandra Domecq tenía 51 años cuando falleció y llevó su enfermedad con enorme entereza. Fue, además, un ejemplo para sus hijas, quienes en los aniversarios más señalados suelen recordarla en las redes sociales, y en sus declaraciones públicas siempre reservan palabras excepcionales para ella. "Cuando murió mi madre tenía 18 años. Al principio lo procesé bien y después mal. Me llevé el golpe más tarde", declaraba recientemente Eugenia en Vanitatis.

Otro momento delicado para la familia fue la separación de la mayor, Alejandra, a cuya boda sí pudo asistir con gran emoción Sandra Domecq, que fallecería un año más tarde, en 2004. Su ruptura con Joaquín Buendía llegaba de manera discreta tras trece años de matrimonio y tres hijos en común, en 2017. Era el diario 'ABC' el que adelantaba esta noticia y hablaba de desgaste en la pareja. Ella misma diría en 'Corazón TVE' que sería "un divorcio sin peleas ni juzgados", como así sucedió.

Otro momento muy duro para la familia fue la muerte de Leticia, una de las dos mellizas que tuvo Eugenia Osborne, días después de nacer de manera prematura, y a quien recordaba con emoción el pasado mes de noviembre en sus redes sociales: "El 17 de noviembre, día mundial de la prematuridad, hace 5 años me ingresaron con riesgo de parto prematuro. El 23 de noviembre di a luz a dos niñas. Leticia no lo superó y nos dejó 8 días después, pero su hermana melliza, Sandra, después de 11 semanas hospitalizada está aquí, estupenda, guapa y más fuerte que nunca. Aquí estoy con 'mi Milagrito', ella nació pesando 800 g y perdió hasta llegar a los 610 g".

Fueron momentos muy duros para toda la familia y de gran preocupación por la pequeña Sandra, que sí salió adelante. Bertín recordaba esos momentos en una emotiva entrevista en 'Semana': "Sabíamos desde cuatro o cinco días antes que era prácticamente imposible que la niña saliera adelante. Hubo que adelantar el parto porque una de las mellizas, Sandra, prácticamente se asomó y saludó. Ella es la que está fenomenal. Fue terrible entrar en la UCI y ver a mi hija con su niña en brazos, que ya había muerto, acariciándole la cara... Tuve que salir de allí porque me moría".