Finca Yerbabuena: qué fue del sueño de Rocío Jurado y Ortega Cano tras la herencia
El que fuera el emblemático hogar del matrimonio durante casi quince años es ahora una finca reacondicionada para visitas, bodas y otras actividades
Han pasado quince años desde la muerte de quien fue una de las artistas más relevantes de la historia de nuestro país, Rocío Jurado. Su apodo bien confirmaba este hecho y es que pocos cantantes estuvieron a la altura de la arrolladora personalidad que 'la más grande' derrochaba sobre el escenario, pero también fuera de él. De marcado carácter, siempre se mostró natural con la prensa, pero sabía bien establecer los límites y reservar su lado más íntimo a sus familiares y amigos; entre ellos, obviamente, José Ortega Cano.
Como no podía ser de otra forma, el entonces torero fue su confidente, amigo y compañero de viaje durante las últimas dos décadas de su vida, y junto a él -sin saber que el cáncer truncaría sus vidas- ideó muchos planes de futuro y varios proyectos: el más importante, quizá, Yerbabuena. Una finca situada en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos que compraron en 1994 con la intención de convertirla en su hogar. Allí se casaron y también lo hizo Rocío Carrasco con Antonio David.
Tras la muerte de la cantante y el consecuente cambio de vida que tiene que afrontar, Ortega Cano decide poner en venta la finca. “Han sido 20 años muy intensos y no se pueden olvidar. Tengo unos recuerdos maravillosos”, explicaba entonces.
La transacción se efectuó en 2013 por un precio de 5 millones y medio de euros y la propiedad cayó en manos de la empresaria y ganadera peruana Rocío Leonor, en torno a quien, por cierto, se armó un gran revuelo al conocerse la dramática historia de su vida: su padre murió de cáncer tras amasar una gran fortuna en las minas de Perú y poco después fue asesinado uno de sus hermanos, víctima de un asalto.
Por si todo esto fuese poco, comprar Yerbabuena no fue tarea fácil. Sobre ella había una denuncia interpuesta desde 1992 por parte de un grupo de ecologistas que aducían que el cambio del recorrido de las vías pecuarias de la zona fue hecho a antojo del interés particular de los dueños de las fincas.
Un vía crucis judicial que la nueva propietaria del terreno heredó desde agosto de 2013 y cuya resolución desconocemos hoy en día.
Polémicas aparte, los que verdaderamente nos preguntamos es qué ha ocurrido con la finca en la que Rocío Jurado y Ortega Cano acumularon tantos recuerdos en pareja y/o familia y cómo ha cambiado la propiedad en todo este tiempo. Echando un vistazo a la página web de Yerbabuena podemos deducir que ha sido enfocada hacia varios usos y cuenta con espacios muy diversos: el patio, el salón Rocío Jurado, la ermita de la Virgen, la laguna Dehesa y el salón Carpa Boda.
Efectivamente una de las actividades principales del lugar es la organización de bodas, ya que cuenta con todo lo necesario para hacerlo: gran extensión al aire libre para enlaces civiles y una íntima ermita para ceremonias religiosas. En este sentido, para llevar a cabo el banquete podemos disponer del citado salón Rocío Jurado que, a juzgar por las imágenes del tour virtual de la web, conserva fotografías de Ortega Cano toreando en sus paredes, así como varios carruajes adornando el espacio.
Por otro lado, de octubre a febrero, podemos disfrutar de la montanera, que no es otra cosa que "la última fase de la cría del cerdo ibérico que consiste en dejar pastar al cerdo en la dehesa, donde se produce el engorde tradicional". Una actividad enfocada a turistas que quieran vivir la experiencia de ver a los animales criarse en libertad, al tiempo que disfrutar de algunos de los manjares de la marca Dehesa Yerbabuena, donde "se crean productos derivados del cerdo ibérico, de manera limitada y exclusiva".
Además, más allá de los cerdos, también se puede visitar la ganadería de la finca enfocada al toro bravo y una yeguada de caballos anglo-árabes y de pura raza española o su plaza de toros. En definitiva, Yerbabuena está abierta al público y se puede visitar la finca y conocer su historia a través de una visita guiada a pie, en trenecito o a través de rutas en carros de caballos; para hacerlo, solo es necesario reservar con antelación.
Han pasado quince años desde la muerte de quien fue una de las artistas más relevantes de la historia de nuestro país, Rocío Jurado. Su apodo bien confirmaba este hecho y es que pocos cantantes estuvieron a la altura de la arrolladora personalidad que 'la más grande' derrochaba sobre el escenario, pero también fuera de él. De marcado carácter, siempre se mostró natural con la prensa, pero sabía bien establecer los límites y reservar su lado más íntimo a sus familiares y amigos; entre ellos, obviamente, José Ortega Cano.