Es noticia
Menú
Pedro Salinas: el trío amoroso más sonado de la generación del 27 y un intento de suicidio
  1. Famosos
EL SECRETO DESVELADO

Pedro Salinas: el trío amoroso más sonado de la generación del 27 y un intento de suicidio

Tras la muerte del poeta, se descubrió que muchos de sus poemas más famosos de amor no estaban dirigidos a su mujer, sino a su amante, Katherine Whitmore

Foto: Pedro Salinas. (EFE/José Paulino)
Pedro Salinas. (EFE/José Paulino)

Este sábado 27 de noviembre se cumplen 130 años del nacimiento de uno de los poetas más destacados de la literatura española: Pedro Salinas.

Catalogado por muchos críticos como el 'poeta del amor' de la generación del 27, la sensibilidad y hondura de sus versos amorosos se han considerado inigualables. Lo que nadie supo hasta mucho tiempo después de la muerte del escritor era la historia tan poco convencional que encerraban, un verdadero culebrón de telenovela que ha llamado la atención de tal forma que incluso se ha llegado a representar sobre los escenarios de los teatros.

Julieta Soria es filóloga, profesora de literatura, dramaturga y una gran experta en la obra y la vida de Salinas. Conoce todos los detalles del triángulo amoroso en el que se vio envuelto el escritor durante años.

Foto: Nieves Herrero. (Getty)

Julieta ha sido la responsable del texto dramático de la obra ‘Amor, amor, catástrofe’, dirigida por Ainhoa Amestoy. Juntas han logrado crear un homenaje sobre los escenarios a esta historia de amor extramatrimonial que vivió Salinas y en la que los sentimientos a flor de piel, los celos, la traición, el drama y, por supuesto, la poesía han conformado su esqueleto. En escena, los actores Juan Cañas y Daniel Ortiz (Pedro Salinas) y las actrices Lidia Otón (Margarita Bonmatí) y Lidia Navarro (Katherine Whitmore) dan vida al triángulo amoroso formado por Pedro Salinas, su esposa y su amante.

placeholder Pedro Salinas. (Cordon Press)
Pedro Salinas. (Cordon Press)

“La historia es un auténtico ‘historión’ para el mundo del corazón”, comenta Julieta Soria entre risas. “Una historia de amor como la que vivió Salinas, si hubiera salido a la luz en su época, habría sido todo un escándalo”, añade, haciendo referencia a la imagen social que se tenía entonces del autor. “Pedro Salinas era un tipo muy importante en ese momento, como uno de los miembros fundadores de la generación del 27 y porque estaba muy implicado con todas las instituciones culturales relacionadas con la República. Trabajó en el Centro de Estudios Históricos, fue uno de los fundadores de la Universidad Internacional de Verano de Santander, fue miembro del Tribunal de Oposición junto con Unamuno y otros escritores de altura, etc. En ese momento se les conocía muchísimo. Era un hombre muy importante que además proyectaba también esa misma figura de hombre importante, felizmente casado, con un matrimonio convencional y estable con Margarita Bonmatí y con sus dos hijos. Su consideración social era muy respetable, tanto a nivel intelectual como social”.

Soria describe a Margarita como una mujer completamente entregada a su marido: “Margarita es el típico primer amor de la época. Pedro y ella se conocieron muy jóvenes y se casaron muy pronto. Salinas la moldeó mucho, le enseñó. Se volcó con ella, que estaba ávida por aprender. La cultivó. Ella era una devota absoluta de su marido. Vivía entregada a él”.

¿Cuándo aparece Katherine Whitmore, amante del poeta, en la vida de este? Todo comienza en 1932: “Katherine Whitmore era una mujer estadounidense, profesora de cultura española en Estados Unidos. Trabajaba en el Smith College de Massachusetts y vino a España con la directora de su departamento a hacer unos cursos de verano en Madrid, en 1932. Su jefa de departamento le recomienda que se matricule en un curso sobre la generación del 98 impartido por Salinas. Este la conoce en una de sus clases, a la que además ella llega tarde el primer día y a él le llama la atención. Todos los que la conocieron aseguran que Katherine tenía un carisma personal, intelectual y físico muy imponentes. Él se volvió loco desde el primer momento que la vio. Al día siguiente invitó a Katherine y a su jefa de departamento a cenar a su casa y ahí empieza todo”.

Para comprender el flechazo de Salinas hay que entender el momento vital que atravesaba el poeta. Julieta Soria explica que “a Salinas le pasa en ese momento que está en una crisis de los 40 brutal. En esa época, un hombre de 40 tenía la vida mucho más hecha que un hombre de ahora. Él confesó muchas veces que este amor con Katherine fue para él como una especie de segunda oportunidad; que él a sus 40 años tenía ya una vida absolutamente reglada y definitiva; que se había sentido viejo muchas veces con 40 años y que a su edad no podía esperar que de repente le cayera un milagro así encima y tener la oportunidad de sentirse joven otra vez, de escribir sus mejores versos, etc".

Para él, de repente, este amor es una gasolina pero es incapaz de dejar a Margarita, una mujer muy dependiente de él. "Es incapaz de romper esa imagen social de señor respetable que tenía. Su opción es crearse un mundo idílico a medida con el que él se siente además absolutamente a gusto y conforme", nos explica Soria.

En el poeta no cupieron sentimientos de remordimiento: "No tuvo ni media vacilación ética en ese sentido. Apenas tuvo relaciones sexuales con Katherine y él convive perfectamente con ese amor a medida, ese 'amor en vilo', ese 'castillo de cartas en el aire', como él lo denomina, ese amor idealizado que él se ha construido, que está en otro sitio y que no tiene nada que ver con el mundo real. Está en un lugar más alto al que hay que aspirar y donde le pide a Katherine que viva con él. Ni siquiera cuando Margarita se intenta suicidar, a él le parece que está haciendo daño a alguien. El tormento de Salinas tiene más que ver con esa sensación de que la realidad le coarta las alas que con la culpa. Él considera que no hace daño a nadie, que él no está dejando a su familia ni abandonando a su mujer y que el hecho de que él tenga una fantasía, una ilusión, no perjudica en absoluto a su matrimonio”.

La historia de amor entre Salinas y Katherine fue bastante peculiar, teniendo en cuenta que duró muchos años pero apenas existieron encuentros físicos entre ellos. Fue una relación a distancia, de amor idealizado. Así lo explica Julieta Soria: “Hay cartas de amor que se intercambian desde 1932 hasta 1947. Fue un amor más platónico que carnal, porque la realidad es que Katherine y Salinas se vieron en poquísimas ocasiones. Vivieron un amor a distancia, ella en Estados Unidos y Salinas en España. Él sabía que era un amor imposible porque además él no tuvo en ningún momento la intención de dejar a su mujer por Katherine. Esta última tampoco se lo pidió nunca y no le importó. Durante muchos años vivió emocionada con lo que ella llamaba su vida secreta, hasta que empieza a sufrirla”.

Julieta Soria se refiere al episodio más dramático que trajo consigo este triángulo amoroso: el intento de suicidio de Margarita: “Margarita era todo lo contrario a la amante de Salinas. No había estudiado, su salud era delicada, pero era inteligente y sensible. Fue la primera mujer que le disparó a Salinas el proceso creativo y poético. Las primeras cartas de amor de Salinas son a Margarita y son preciosas. Años más tarde, su hija, un poco como venganza poética, publicó el epistolario de Salinas a Margarita. Cuando esta descubre la existencia de Katherine, entra en crisis total y se tira a un río. Se le destruye su mundo por completo. Un hombre la salva, logra sacarla del agua y la lleva a casa. Después de esto, ella y Salinas se dan un tiempo. Arranca la guerra civil, Pedro se va a Estados Unidos en una especie de autoexilio y ella a Argel con los niños a casa de sus padres. Se dan ese tiempo de separación. Pero en un momento determinado Salinas le pide que vuelvan a vivir juntos en Estados Unidos. En una carta, ella accede pero con una condición: le pide absoluta honestidad con ella. Margarita no soportaba la mentira por parte de su marido. Ella le dice que aceptará su 'sensualidad' pero solo si él es absolutamente transparente con ella. De hecho, terminan la vida juntos en Estados Unidos”.

placeholder Pedro Salinas. (Cordon Press)
Pedro Salinas. (Cordon Press)

El episodio del intento de suicidio de Margarita supuso un antes y un después en la relación entre Pedro Salinas y Katherine. Esta última se siente muy mal por lo sucedido y se da cuenta de que todo lo ocurrido ha sido muy doloroso para la esposa de Salinas. “El intento de suicidio de Margarita es el detonante para que se acabe la historia”, explica Julieta Soria. “Luego Katherine conoce a un compañero suyo de su departamento y se casa con él, pero este hombre muere un año después en un accidente de coche. Se queda viuda enseguida. Salinas y ella continúan con su relación epistolar y cuando el escritor se exilia a Estados Unidos, se ven solo una vez, pero es un encuentro terrible para ambos porque no consiguen sanar nada. Es un encuentro duro y complicado que no acaba muy bien. En ese momento él está ya enfermo de cáncer pero no se lo dice a ella y poco después de ese fatal encuentro, Salinas muere”.

Tras la muerte del poeta, Katherine continuó vinculada con la cultura española. “Sabemos que impartió clases de poesía contemporánea y quién sabe si en ellas habló de los versos de Salinas cuando solo ella, en secreto, sabía que estaban dedicados a su propia persona”, comenta Julieta Soria.

Pero, tras la muerte de Pedro Salinas, los rumores sobre la existencia de una amante comienzan a surgir: “Hay un momento determinado en el que Katherine se aleja de todo ese círculo académico porque cuando ya ha muerto Salinas empieza a haber rumores de que el poeta no dedicaba sus poemas a su mujer, de que había una amante, etc. Ella se siente violentada y decide apartarse. Hay que pensar que aunque en Estados Unidos la sociedad era bastante más avanzada que en Europa en ese momento, ella no dejaba de ser una mujer soltera relacionada con un hombre casado, algo que en su sociedad no habría estado bien visto. Ella trabajaba en la universidad, en un centro educacional de señoritas, y tenía que guardar un cierto decoro. Tenía miedo de que la historia con Salinas afectara a su carrera y por nada del mundo quiso que su relación amorosa se hiciera pública”.

placeholder Portada del libro con las cartas de Salinas a Katherine publicadas. (Austral)
Portada del libro con las cartas de Salinas a Katherine publicadas. (Austral)

¿Por qué, entonces, es ella misma la que decide finalmente hacer públicas las cartas de amor que se intercambió con Salinas y desvelar este secreto? Julieta Soria nos cuenta que “es la insistencia de otro poeta de la generación del 27, Jorge Guillén, conocedor de su historia de amor, la que logra convencer a Katherine para que haga públicas las cartas de amor que Salinas y ella se enviaron. Todo lo termina donando a la Universidad de Harvard en 1979, pero lo hace con una condición: pide que las cartas no se abran hasta que no hayan pasado 20 años. Ella ya es mayor y se da un margen lo suficientemente amplio como para no estar viva cuando se desvele la verdad de su historia con Salinas”.

Gracias a esta decisión, hoy conocemos la verdadera historia de amor de Pedro Salinas y Katherine Whitmore, una relación que ambos se llevaron a la tumba pero cuya realidad floreció con el tiempo en forma de cartas. El epistolario permite hoy comprender con mayor acierto versos como este que escribió el poeta: “Sólo muere un amor que ha dejado de soñarse hecho materia y que se busca en tierra”.

Este sábado 27 de noviembre se cumplen 130 años del nacimiento de uno de los poetas más destacados de la literatura española: Pedro Salinas.

Separación de famosos
El redactor recomienda