Dani Martín sorprende con un mensaje contradictorio pero auténtico

Protagonista importante de la banda sonora de nuestro país en el último siglo, Dani Martín es en estos últimos meses un hombre nuevo. Lleno de proyectos profesionales como la gira 'Qué caro es el tiempo', que le llevará por España para hacer un homenaje a las canciones con las que nos ha acompañado estos últimos 22 años, el cantante reconoce que la terapia ha terminado con sus conflictos internos.

El que fuera líder de El Canto del Loco confesaba hace unos meses en 'El hormiguero' haber sufrido un grave ataque de pánico que le hizo replantearse toda su vida. "Es como si te estuviese dando un ictus", explicó a Pablo Motos. También aseguró que "voy al psiquiatra y lo disfruto mucho", contribuyendo una vez más a retirar el estigma de la salud mental.

Afortunado también en el amor, desde hace un tiempo mantiene una discreta relación con la conocida influencer Meriloves. Tan discreta que no ha sido hasta hace unos días, coincidiendo con los 45 años que cumplía Dani, que hacían pública su primera foto juntos. Fue en una story que compartía ella con un sencillo "felices 45".

Mucho más elaborado, sincero y revelador es el mensaje que el artista ha querido compartir ahora con su millón de seguidores en Instagram, en el que se pone profundo comenzando con un "la juventud es un gran momento, pero el presente también".

"A veces busco esa frescura que tenía con 28, pero siento que eso es forzado ya. Prefiero sacar la verdad que tengo con 45, antes de hacerme el jovencito, que lo soy, pero me siento en otro lugar", prosigue resumiendo el momento vital en el que se encuentra actualmente.

"Me encanta enseñaros cómo ronco (...), que tengo granos, que soy inseguro, que me equivoco mucho, que me encanta el vino, que me gusta boxear dos veces a la semana con Pablo, jugar al fútbol los sábados con mis Jareños", sigue sincerándose Dani.

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Habla después de sus proyectos ("estoy haciendo canciones, voy a hacer un disco, pero no me apetece seguir ningún canon, ni acercarme al sonido actual, ni hacer 34 duetos") y de lo que para él es verdaderamente importante: "Dejarse afectar, sentir, viajar, observar, salir de casa, conocer, aprender, errar… O no, pero a mi me sale así".

Reconoce también sus puntos débiles y así asegura que no tiene "un cuerpo esculpido" y que es "torpe haciendo cosas de manitas", o sea, que es "un desastre en muchas cosas y maravilloso en otras".

Aficionado a "comer, beber, las sobremesas, las siestas, hablar de cosas escatológicas", se sigue considerando "un niño pequeño en cosas y me enfado como tal". No tiene reparos tampoco a la hora de confesar que está en terapia y "medicado desde hace un año". También que le da miedo la droga, que echa de menos a su fallecida hermana y a sus amigos de la infancia.

"Cuántas contradicciones, ¿eh? Pues ese soy yo", es el colorín colorado de esta declaración de intenciones que se ha llenado de piropos y comentarios cariñosos en la sección de comentarios.