Agustín Jiménez: su pareja, su amor por el barrio y su guerra en Twitter

Los monólogos le brindaron la fama, pero lo cierto es que él se considera un hombre de teatro. Agustín Jiménez dio sus primeros pasos en el mundo de la comunicación y la comedia desde que se licenció en la RESAD en 1993. Como explica en su propia página web, fue profesor de teatro del grupo Rosa Chacel durante ocho años consecutivos y las obras que dirigió fueron siempre finalistas o premiadas en el Certamen de la Comunidad de Madrid. Un indicativo de que talento le sobraba a este extremeño nacido en 1970 que, como muchos otros, decidió buscarse la vida en la capital.

Concretamente, en el barrio de Hortaleza, donde se hizo famoso mucho antes de que lo fuera en todo país. "Me gusta mucho participar del barrio, fui de los fundadores de la radio de Hortaleza, he dado clases de teatro en el instituto del vecindario y siempre he participado mucho de las fiestas poniendo minis, etc. La gente de Hortaleza me conoce y sabe que soy de ahí", declaraba orgulloso en una entrevista con 'El Mundo' hace algunos años.

Efectivamente, su amor por el barrio le llevó a crear Radio Enlace y esto le brindó la experiencia que necesitaba para que, a día de hoy, sea un habitual de emisoras como Onda Cero o Radio Marca. No en vano, más allá de su voz, es su rostro el que se ha hecho familiar para numerosos espectadores, a raíz de programas como 'El club de la comedia' o 'El hormiguero', series como 'Mis adorables vecinos' o 'Siete vidas' y películas como 'Ocho apellidos catalanes', 'Yucatán' o 'Mi amor perdido'.

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Un amplio currículum que demuestra la versatilidad de la que tanto presume y que se ha labrado a fuerza de tener los pies en la tierra, tal y como demostraba en conversaciones con el 'Diari de Tarragona'. "El éxito emborracha. Cuando tienes trabajo y no paras de subirte al escenario todo fluye, te comes el mundo, pero hay momentos en los que nadie te llama. Cuando aparecen intento evitar demasiado el alcohol para olvidar. El alcohol también jode carreras. Sigo yendo a actuar a los locales pequeños".

Como no podía ser de otra forma, a lo largo de todos estos años, los suyos han estado acompañándole en el camino -tanto en los buenos,como en los malos momentos- y, principalmente, su pareja. Discreto con su vida privada, Agustín Jiménez ha conseguido mantenerla al margen del foco mediático, pero sin llegar a ocultarla. Así, a través de las redes sociales, somos testigos de la relación que mantiene con una pianista llamada María.

A la artista también le gusta la fotografía, tal y como podemos ver en Instagram, y está detrás de algunas de las imágenes que más éxito han tenido entre los casi 32.000 seguidores del actor. Una casa en la que se respira el arte, no solo por las profesiones de ambos, sino también por sus propias aficiones. Agustín, además de aprovechar el tiempo libre que su agenda le permite tener para reunirse con sus vecinos, es un amante de la escritura y la pintura.

Por esta razón, no sorprende que escriba sus propias obras y esté detrás del guion de algunos de los formatos más icónicos de la televisión española como 'La hora de José Mota' o 'Casi perfecto'. Tampoco que se apunte a los festivales culturales que, a menudo, hacen en su barrio para hacer caricaturas de todo el que quiera y pasar un rato agradable entre amigos, otra de sus grandes opciones cuando de desconectar se trata.

Eso sí, no todo en la vida de Agustín Jiménez es diversión y tranquilidad, porque también se ha visto envuelto en alguna que otra polémica. Sin pelos en la lengua, el comediante no ha dudado en expresar su opinión sobre diferentes cuestiones a lo largo de su vida pública en redes sociales como Twitter, y los usuarios de la plataforma no han dudado en hacer lo propio, enviándole comentarios que, en su momento, no le sentaron del todo bien.

Sucedía en enero de 2021, cuando el humorista respondía de malas maneras a algunas personas, con frases como "cómeme los h**** por debajo del culo" o "que te j****, mazorca de granos, niño rata. Tu odio es mi fuerza". Al principio, fueron muchos los que se pensaron que se trataba de una broma más de Agustín, pero poco después se veía obligado a emitir un comunicado pidiendo disculpas y dejar su perfil en manos de community managers por un tiempo, tras la espantada de algunas de las marcas que le acompañaban en varios de sus proyectos. A día de hoy, parece haberse reconciliado con Twitter y usarlo con fines, principalmente, laborales.