Exclusiva| Purificación García y Antonio Catalán (AC Hoteles): primero consuegros y ahora abuelos

Antonio Catalán y Purificación García están de enhorabuena. El primero es uno de los grandes magnates del sector hotelero como propietario de AC Hoteles y la segunda es una de las diseñadoras de moda más consolidadas en la industria española desde sus comienzos en los años 80. Tienen en común la educación de sus vástagos, pues a ninguno de ellos les han dejado figurar como ‘hijos de’ y han tenido que labrarse su propio futuro, y ahora sus vidas han quedado unidas para siempre.

En el caso de Antonio Catalán, es padre de seis hijos de tres matrimonios distintos: Ignacio, Carlos, Alicia, Carlota, Alejandra y Antonio. Aunque Carlos falleció, por desgracia, en 2020 a causa de un cáncer. Purificación, por su parte, tiene tres hijos: dos hijas, María y Sole, con su primer marido, Daniel Álvarez; y el pequeño Marc, fruto de su relación con Albert Caballé.

El destino ha querido unirles, ya que el hijo mayor del presidente de AC Hoteles y la hija mediana de la diseñadora han sido padres hace unos días de su primera hija en común. Tan discretos con su vida personal como sus progenitores, alguna vez se ha rumoreado que Soledad Álvarez e Ignacio Catalán podrían mantener una relación sentimental. Pero no ha sido hasta ahora cuando Vanitatis ha podido confirmar que están juntos, felices y acaban de convertirse en padres de una niña a la que han llamado Siena. La pequeña nació en Barcelona, donde vive la pareja, y ha llenado de felicidad a ambas familias.

Ignacio Catalán es el primogénito de Antonio Catalán. Estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Navarra y aprendió el negocio hotelero codo con codo con su padre. Completó su formación trabajando en un banco de inversión en Londres. Aunque continúa vinculado a la empresa paterna, en 2014, junto a dos socios, formó una cadena de hostales, Toc Hostels. Está divorciado y es padre de tres hijos de su matrimonio anterior. Ahora vive con ilusión esta nueva etapa de su vida junto a Sole y la pequeña Siena.

Si a alguien le ha hecho especial ilusión el nacimiento de Siena es a Purificación García. Convertirse en abuela era uno de sus máximos deseos, tal y como contaban sus hijos a este medio en una entrevista hace unos años. “Nos pide nietos porque todas sus amigas son abuelas, pero como estamos los tres solteros decidimos regalarle un perro teckel, Gustavo", contaban los hermanos riendo. A lo que añadían: “Volvió a pedir nietos y le regalamos otro teckel, Truman".

Soledad Álvarez, la madre de la pequeña, es madre por primera vez. Ella es la mediana de las hijas de Purificación García y forma una piña inquebrantable con sus hermanos, junto a los que montó la firma de complementos Lonbali en 2006. Había estudiado Publicidad y Relaciones Públicas y después ha trabajado como personal assistant del tenor José Carreras. Además, también tuvo una tienda de ropa en Barcelona. Ahora, es la encargada del diseño y la producción de colecciones de Lonbali.

En Lonbali, cada hermano tiene una misión. Marc se encarga de las operaciones y del desarrollo de negocio, y María, del departamento financiero. Este mes, los hermanos celebraban la apertura de su segunda tienda en el barrio de Salamanca de Madrid, un indicativo de que las cosas van muy bien. Este ejercicio 2022 esperan cerrarlo con 3 millones de euros de facturación y estiman poder alcanzar los 5 millones el próximo año.

Con tiendas en Barcelona, Valencia y Madrid, venta en El Corte Inglés y su acertada mezcla de líneas clásicas con sus originales personalizaciones, parece que los hermanos han sabido dar en el clavo del siempre complicado mundo de la moda. Lo que comenzó como una aventura para vender solo en el mercado digital está arrasando y su icónico shopping bag, sus bandoleras, carteras, fundas para el móvil o llaveros son cada día más reclamados por modelos, influencers y amantes incondicionales de la marca. “Nuestra madre nos da su opinión solo si se la pedimos”, reconocen.

Los tres coinciden en un sentimiento de admiración ante ella: “Ha sido una trabajadora nata”. Purificación García es una mujer hecha a sí misma. Nació en Orense y con tan solo cuatro años tuvo que emigrar de Galicia a Uruguay. Comenzó a trabajar en el mundo textil, por lo que adquirió sus primeras nociones sobre tejidos, aunque sus comienzos como diseñadora fueron vendiendo pareos y bolsos que ella misma pintaba por las playas de Mallorca. De ahí consiguió llegar a lo más alto a base de tesón, talento y mucho esfuerzo. Entre otros premios, ha recibido la medalla de plata al mérito en el trabajo en 2011 y seis años más tarde fue Premio Nacional de Moda por su exitosa trayectoria profesional.

Ahora ha recibido el mejor de sus ansiados premios: convertirse en abuela de Siena, una bebé que une a dos de los clanes empresariales más importantes de nuestro país.