Antonio Catalán Jr. y Javier Blanco, de los hoteles al toreo: "Hay que actualizar la fiesta"

Antonio Catalán Jr. y Javier Blanco, junto a Pablo Beltrán y Javier Gómez Pascual, han creado la Fundación De Luces, para preservar el futuro de los toros apoyando de manera desinteresada a las bases, a los novilleros.

Los dos han querido hablar para Vanitatis, y lo han hecho con sinceridad y autocrítica, una actitud que rara veces se da en el sector taurino. Se les nota que son una nueva generación acostumbrada de manera irremediable a las nuevas tecnologías; se les nota, y mucho, que piensan de manera diferente y que aportan un valor diferencial a lo que se han propuesto. Será por eso que también lo cuentan también de manera diferente.

Toñete, el hijo de Antonio Catalán (AC Hoteles), abandona los ruedos por sorpresa

Lara Teva

Toñete colgó el traje de luces a finales de la temporada pasada. Su decisión, “meditada”, reconoció entonces, la comunicó a través de una carta dirigida a los medios en la que quiso agradecer a quienes confiaron en él cuando apostó por convertirse en matador de alternativa. También expresaba en aquella misiva que quería estar más cerca de su familia.

Hoy, meses después de dar ese paso y tras perder a su hermano Carlos, Toñete se dedica al mundo empresarial, dentro del sector hotelero, pero por decisión propia lo hace al margen del grupo familiar creado por su padre, el empresario Antonio Catalán -AC Hoteles by Marriott-.

Por su parte, Javier Blanco, yerno y cuñado de Pepe y Javier Hidalgo, tiene en su currículum personal haber sido novillero en su Salamanca natal. Llegó a presentarse en Las Ventas y otras plazas del primer circuito. En su día, Javier supo ver que tenía que asumir una dura decisión: dejar los ruedos y procurarse un futuro profesional al margen de ellos. Y así lo hizo, con gran diligencia y responsabilidad. Hoy, al frente de Be Live Hoteles, sigue ‘enamorado’ de la Fiesta.

Ninguno de los dos ha querido permanecer impertérrito ante el difícil momento que los toros viven actualmente; sin duda una situación de crisis agravada, como en muchos otros sectores, por la pandemia del covid-19. Ambos, siendo conocedores de los problemas y dificultades a los que se enfrentan los jóvenes que quieren labrarse un futuro en los toros, ha creado la Fundación De Luces, junto a otros dos patronos: Pablo Beltrán y Javier Gómez Pascual, desde la que pretenden canalizar su ayuda y apoyo a quienes forman las bases de la tauromaquia.

Pregunta: ¿Por qué esta Fundación De Luces, justo en estos momentos?

Javier: Entendemos que el futuro de la Fiesta pasa por apostar por esa base, por los novilleros, para poder asegurar su permanencia. Y nace en un momento en el que en nuestro ámbito profesional, como empresarios, hemos tenido una bajada de volumen considerable. Esta situación nos ha llevado a recapacitar en muchos aspectos, entre ellos, a plantearnos este proyecto enfocado a la tauromaquia y desde un total altruismo por nuestra parte.

P: Pretendéis que el público vaya gratis a las novilladas y que los profesionales que intervengan en el espectáculo sean remunerados. ¿Cómo lo pensáis lograr?

Javier: Vemos que el toreo está pasando por un momento donde hay una baja demanda. Todos los negocios, pero para poder recoger hay que sembrar. Por eso, uno de nuestros objetivos es poder ofrecer de forma gratuita este espectáculo, que llegue a gente que nunca ha podido asistir a un festejo. La ayuda económica entendemos que debe pasar por los ayuntamientos, que son los que históricamente han promovido los festejos en los pueblos; es ahí donde queremos actuar. También apelamos a la responsabilidad y al compromiso del aficionado, de las familias que comparten esta afición y de aquellas que viven de este sector, para que se hagan abonados de nuestra fundación. Con los números delante, sabemos que con apenas un euro al mes podríamos regenerar la Fiesta.

P: Pero los ayuntamientos ahora tienen menos dinero…

Javier: Puede, pero la economía hay que moverla con economía. Es imposible que un pueblo sustente los negocios locales sin fiestas y sin eventos taurinos.

Toñete: Cuando presentamos en Sevilla la fundación, los bares y hoteles del entorno de La Maestranza estaban vacíos. Los mismos hosteleros nos comentaban que cuando se supo que no iban a celebrarse las corridas de la Feria, el 75% de las reservas que tenían se les cayeron. Los toros generan un valor económico allá donde se celebren, que hoy más que nunca debería tenerse en cuenta.

P: Entre vuestros objetivos está el potenciar la imagen anónima de los novilleros. ¿Cómo pretendéis acercarlos al público?

Toñete: Lo que queremos es actualizar y sacar al toreo del hermetismo en el que siempre ha estado. Obviamente, lo queremos hacer sin perder la liturgia y las tradiciones que forman parte de él. El torero, entendemos, no tiene que ser alguien hermético, sino alguien cercano a la gente, porque a los aficionados les interesa saber cómo son sus ídolos, cómo es su día a día; no solamente su perfomance en la plaza sino también el engagement que tenga en sus redes sociales. Queremos ver cuál es su capacidad de atraer al público, aconsejarles y dirigirles en esos terrenos de la mano de nuestro equipo de comunicación. La intención es dar otra imagen de los toreros, porque sabemos que los diestros que son más activos en las redes también generan y captan otro tipo de público joven para la Fiesta.

P: ¿Lo haréis de la mano de las nuevas tecnologías?

Toñete: Sí, exactamente. Todo personaje público (futbolistas, tenistas, artistas, escritores, actores...) a día de hoy está muy adaptado a las nuevas tecnologías, a las redes sociales, porque se han convertido en fundamentales para conocer a quien admiramos, saber sobre sus gustos, sus rutinas. Las redes nos acercan a ellos. Y eso a la gente le gusta. Ese contacto es el que crea realmente al ídolo. Y los toreros, por jugarnos la vida en un ruedo, no nos podemos permitir seguir siendo hombres de las cavernas por más tiempo.

P: Vais a apoyar a la base, ¿sois partidarios de las escuelas taurinas?

Toñete: Sí, sin duda. Es más, me gustaría dejar claro que nosotros no somos competencia de las escuelas taurinas, para nada. Nuestra intención es ser un eslabón más en la cadena, un sumar sinergias. Y hacernos presentes justo cuando los chicos salen ya de las escuelas, preparados, pero también con una gran necesidad de apoyo. El sistema ahí falla, por eso desde la fundación ya estamos trabajando para ayudarles.

Javier: El objetivo no es más que el que la Fiesta tenga continuidad. Nosotros, como bien dice Antonio, somos un eslabón más dentro de la cadena, pero sin generar competencia.

Pregunta: Pensáis que la Fiesta, desde dentro, ¿tiene algo pendiente?

Javier: Uf, mucho, tiene mucho. El hermetismo, el no estar en otros estratos de la sociedad, no generar nuevos valores, no estar a favor de la formación desde las bases... Deberíamos salir del hermetismo que envuelve a la Fiesta, y saber vender lo que en nuestro país parece no sabemos reconocer cuando en el extranjero lo alaban.

P: Os referís a poner en valor lo nuestro, la Fiesta.

Toñete: Sí, desde luego. Tenemos una Fiesta que lleva siglos funcionando con pegadas de carteles en las paredes. Y yo lo que me digo es: "¡Qué capacidad no tendrá esta Fiesta, si hiciéramos un buen uso de las redes, de la imagen y de la belleza que tiene su puesta en escena!". Tenemos que abrir nuestras puertas hacia la modernidad, trabajar con los que empiezan, enseñarles y mentalizarles de que, además de ser competentes con las figuras del toreo, tienen una imagen que puede ser llevada, con los valores que implica el toreo, pero de un modo actual.

P: Para terminar, expresad un deseo en voz alta.

Javier: Que se deje de jugar con las ilusiones de los chavales y con el dinero de sus familias. Porque demasiadas cosas hay que sacrificar ya en esta profesión como para que también tengas que dejarte lo que no tienes, en muchos casos.