Así era Pablo Chiapella, de 'LQSA', hace 20 años en 'Muchachada Nui'

Parece que cuando hay talento, la oportunidad llega en muchas ocasiones de la mano de la casualidad. Modelos descubiertas en el metro, actores que iban a acompañar a un amigo a un casting y acaban siendo ellos los protagonistas... Suena a tópico de Hollywood, pero es la historia de Pablo Chiapella.

El destino quiso que en su infancia, el de Albacete fuera íntimo amigo de otro cómico, Ernesto Sevilla. Y Sevilla fue, precisamente, el que más le animaría para comenzar a labrarse una carrera profesional en el mundo del espectáculo, dejando a un lado un trabajo, a priori más estable, como era el de profesor de educación física. Así, al más puro estilo Matt Damon y Ben Affleck, los amigos consiguieron cumplir su sueño y vivir de hacer reír a los demás.

Pablo Chiapella Cámara, apodado Chape, nació el 1 de diciembre de 1976. Con ascendencia italiana, puesto que sus abuelos procedían de Turín, el albaceteño era un niño despierto con mucha imaginación. De hecho, tal y como el actor le confesó a Pablo Motos en una de sus visitas a 'El hormiguero', incluso llegó a inventarse una mascota hecha con un ovillo de lana, a la que ponía agua y decía que era un regalo de su padre, traído desde Arabia Saudí.

Quizá desde pequeño comenzó su amor por los animales, que hoy en día podemos ver en las muchas publicaciones de sus redes sociales en las que, con sus más de 700.000 seguidores, comparte el día a día de su mascota, un peludo pomerania.

Y aunque viendo su carrera y su éxito parezca increíble que su primera opción laboral no fuera la de ser actor, en un principio no tenía pensado dedicarse a nada relacionado con el mundo de los focos. De hecho, estudió la carrera de Magisterio y en un primer momento llegó a trabajar como profesor de educación física en su ciudad natal.

En su perfil de Instagram le hemos podido ver compartir momentos con su hermana, llamada Rosana, con la que comparte el mismo gusto por hacer actividades al aire libre.

Otra de las anécdotas que el público pudo disfrutar sobre la vida del actor fue la que le contó a Jesús Calleja en su programa, 'Planeta Calleja'. Haciendo gala de que desde joven Chiapella era un 'tipo espabilao', desveló cuál fue el negocio que le permitió lanzarse definitivamente a probar suerte en la televisión: "Se llamaba El Zoco del Botellón... Vendía una botella de dos litros de Whisky DYC, una botella de dos litros de Coca-Cola, cinco vasos de tubo y una bolsa de hielos".

La historia de cómo empezó a trabajar tiene en gran parte como protagonista a su amigo. Un día sonó el teléfono... Era Ernesto Sevilla, que había conseguido un papel en un programa de humor para Paramount Comedy y llamaba a su amigo de infancia para grabar un sketch. Pablo se desplazó en ese momento a la capital y, convencido por Sevilla, decidió tirar la casa por la ventana y apuntarse a una escuela de interpretación.

Comenzaba una bonita etapa en la vida del actor de la mano de sus personajes en programas cómicos como ‘Muchachada Nui’ o ‘La hora chanante’. Era el comienzo de una carrera exitosa a base de carcajadas.

Junto a su gran amigo Ernesto, que al igual que Chiapella ha conseguido triunfar artísticamente, en Madrid hizo una pandilla de colegas de profesión con los que ha estado dentro y fuera de la pantalla. Hablamos de Joaquín Reyes, Carlos Areces o Julián López, entre otros.

Amigos con los que a día de hoy sigue trabajando en ‘La que se avecina’ y que son como hermanos para él. Tanto es así que Pablo y Ernesto interpretan al dúo de hermanos más casposos de la televisión en la ficción creada por Alberto y Laura Caballero, los sobrinos de José Luis Moreno.

Por eso, sin conocer a Pablo personalmente, hay algo que parece indiscutible: que es una persona fiel, amigo de sus amigos, al que le gusta estar rodeado de los de siempre. Le pasa lo mismo con su mujer, Natalia Puente.

De nuevo la casualidad cambiaría la vida del actor cuando en el set de rodaje de la serie que le encumbró, conoció a Natalia. Se conocieron cuando esta trabajaba en vestuario dentro de ‘LQSA’ y se convertiría en el gran amor de su vida. Sin duda, si hay un arma de seducción para Pablo, esa es el humor.

"Ella trabajaba en vestuario y me probaba toda la ropa, incluidos los tangas. Y claro, yo me probaba los tangas y salía de mi camerino como en 'Lluvia de estrellas' y ella me decía si me quedaban bien o mal", contó el actor y presentador en 'El hormiguero'.

Juntos han formado una familia y tienen a una pequeña llamada Valentina, de casi 8 años, que tiene a su padre totalmente enamorado de ella. Es más, en su perfil de Instagram son muchas las instantáneas que el actor comparte con sus fans del tiempo y actividades que disfruta con ella.

Sus chicas son de lo más importante en la vida del actor, que, a pesar de sus personajes en programas como ‘Aquí no hay quien viva’, en la intimidad tiene una personalidad que en nada se corresponde con la imagen que puede trascender de sus personajes.

Puede ser que, por eso mismo, a Pablo Motos le confesara que no deja que su hija le vea como 'el gañán' que interpreta en 'La que se avecina'.

"No quiero que vea a su padre en tanga todavía y otras cosas, pero en su entorno ya hay niños que la ven y que le van diciendo cosas y ya sabe que soy actor, pero más que entender el concepto actor, ella entiende el concepto Amador, porque, por ejemplo, al profesor de piscina le dijo que su padre era Amador", ha contado.

Pero si algo sorprende al ver el currículo de Pablo, es que al actor se defina como alguien tímido, al que fuera de los escenarios o cuando se apagan las cámaras, no le gusta ser el centro de atención. Es cierto que, a partir de su creciente fama al convertirse en Amador Rivas, su vida ha cambiado para siempre y no hay ocasión en la que por la calle no hayan parado al actor. Pero dice que su mujer Natalia lo lleva bien y que es feliz con el cariño del público.

Pero a Chiapella lo que le gusta es disfrutar del tiempo con los suyos y haciendo lo que le apasiona: hacer reír, reírse, el deporte y, si saca tiempo entre sus compromisos laborales y personales, los videojuegos.

Lógicamente, teniendo en cuenta que antes de ser actor tenía pensado pasarse la vida enseñando a los niños la importancia del deporte, no es de extrañar que le guste hacer ejercicio en su vida cotidiana.

"Me hace sentir mejor a nivel físico y me alivia mentalmente. Cuando no lo hago, me siento mal porque creo que desatiendo una parte importante de mi vida", explicó en una entrevista con 'Diez Minutos'. El tiempo que tiene entre grabar y estar con sus chicas, hay ocasiones, como cuando el actor compartió con sus seguidores de Instagram que se iba a perder todo un fin de semana jugando a la videoconsola, que vemos que, a pesar de su fama, Pablo es tan solo un enamorado más de los videojuegos.

Actualmente, continúa con el rol de Amador, que tantas alegrías le ha traído en su vida, pero también está en un proceso de diversificar su carrera. Ya sea como presentador de concursos o en películas para el cine, como cuando, en 2014, se convirtió en parte del elenco de ‘Perdona si te llamo amor’.

Esperamos que de una forma u otra, al igual que contamos con que la salud de su compañero José Luis Gil le permita regresar a su papel en ‘La que se avecina’, tengamos Amador y Chiapella para rato.