El lenguaje corporal de Jesulín de Ubrique con Bertín Osborne: claves y análisis

Bertín Osborne siempre intenta crear un ambiente familiar con sus invitados, una complicidad que le ayuda durante sus entrevistas en ‘Mi casa es la tuya’ a que estos abran su corazón y se muestren sinceros y generosos con sus palabras. Gracias a eso, el programa puede presumir de seguir tanto tiempo en antena.

Esta ha sido la misma actitud que ha tenido con uno de sus últimos invitados, Jesulín de Ubrique, quien no ha dudado en recordar algunos de los momentos más complicados de su vida, también otros más divertidos, como su etapa como cantante o su manera de vivir la paternidad. El torero se convirtió en padre de nuevo en 2022, a los 48 años.

Su lenguaje corporal durante la entrevista

No estuvo Jesús igual de cómodo en todo momento. De hecho, hablando de la muerte de su padre, Humberto Janeiro, se mostraba esquivo y prefería dar pocos detalles al respecto. No sucedía lo mismo al compartir anécdotas de su vida, reconociendo que Humberto fue un hombre muy divertido y un gran empresario.

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En líneas generales, la honestidad parece haber sido protagonista de ese encuentro, en el que el torero se ha mostrado dispuesto a compartir. Sentado frente a Bertín, ambos se miraban, aunque para ello hubiera que sentarse de medio lado sobre el sofá.

“Las dos principales dimensiones de la postura en contextos sociales son el acercamiento (caracterizado por inclinarse hacia delante, el tocar, la proximidad física, la mirada, la orientación directa y la apertura de brazos y piernas) y la relajación (caracterizada por posiciones asimétricas de los brazos, apoyo lateral, posiciones asimétricas de las piernas, relajación de las manos y apoyo hacia atrás)”, explican los expertos de Psicólogos Oviedo.

Las posiciones del cuerpo que reducen la distancia con el interlocutor y muestran que nos abrimos al otro las vemos en Jesús, como al inclinarse hacia delante, dirigiendo el cuerpo hacia Bertín y evitando cruzar los brazos. Esto se reconoce como una actitud “cálida, amigable, íntima”.

También su mirada parece sincera, mirando a Bertín a los ojos, manteniendo su postura neutra y evitando elevar la barbilla, lo que muestra seguridad y confianza. La mirada en ocasiones se desvía hacia la derecha, el lugar en el que guardamos los recuerdos y que apunta a que recuerda hechos que sucedieron, no que trata de inventar lo que está contando, en un claro signo de sinceridad.

Relajado, tranquilo y consciente de que las líneas rojas que ha trazado no se van a cruzar, Jesulín de Ubrique acudió al programa de Bertín sabiendo que tendrían una conversación tranquila y sosegada y que, aunque se tratarían temas complicados, como su accidente de tráfico que casi le cuesta la vida, no se hablaría de nada de lo que él no quisiera hablar.