Exclusiva | Nuria González recibió cartas anónimas con información sobre los hijos de Tapias

“Tienes nuestro apoyo”; “se sabrá la verdad”; “todos conocemos lo que está pasando con los hijos de don Fernando”. Los mensajes (no son textuales) eran así de rotundos, no sabemos aún si también clarificadores, porque hay un juicio pendiente al respecto. Los textos estaban escritos a mano y los sobres llegaban sin remitente. Sin embargo, Nuria González, la destinataria de los mismos, a la sazón esposa del recientemente fallecido Fernando Fernández Tapias, estaba convencida de que se trataba de uno de los empleados del conglomerado de empresas que gobernaba por entonces su marido. El escribidor decía conocer lo que estaba sucediendo en esas sociedades tras la ‘jubilación’ del fundador y quería que la esposa de este (ahora viuda) supiera que contaba con el apoyo silencioso de, al menos, parte de la plantilla.

Corría el año 2018. Por la sede de la empresa F. Tapias Galicia SL, en la madrileña y céntrica calle de Ayala, ya solo se veía a dos de los siete hijos vivos del también exvicepresidente del Real Madrid. Hablamos de Juan Carlos (Tito) y Sandra, ambos fruto de su segundo matrimonio con Juana García-Courel.

Con los tres mayores, Fernando, Borja e Íñigo, nacidos tras sus primeras nupcias con Chiqui Riva de Luna, con quien también tuvo a su hijo Bosco, que murió buceando en Lanzarote en el año 2010, Fefé no tenía ya relación alguna en ese momento. Años después, de hecho, concretamente en 2021, los tres abrirían un proceso judicial para intentar inhabilitar a su padre. Algo que conseguirían, aunque solo de forma parcial.

Justo cuando Tapias rompe definitivamente con sus tres hijos mayores (año 2017), Tito queda al frente de las empresas y su hermana Sandra aparece en el registro mercantil como apoderada de todas ellas. Sin embargo, en realidad, era la también DJ, según el testimonio de quienes trabajaban por entonces en la empresa, quien ejercía de verdadera administradora. “Tito es un apasionado de la música, él quería dedicarse al mundo de la canción, no de los negocios. Pasaba mucho tiempo con el cantante mexicano Alejandro Fernández”, aseguran a este medio. Eran tan amigos que el intérprete de, entre otros éxitos, ‘Me dediqué a perderte’ visitó las instalaciones de la empresa en Madrid ante los atónitos ojos de los empleados.

Las visitas de una trabajadora con 'papeles'

“Tito casi nunca estaba en la sede de Ayala. Viajaba mucho a México, donde están los barcos que gestiona la empresa. La que iba todos los días a trabajar era Sandra y ella se ocupaba de muchas cosas. Otra empleada era la que le llevaba a Fefé, a la casa de Puerta de Hierro, los documentos que tenía que firmar. Iba como dos veces al mes”, narra un extrabajador a Vanitatis. Aquellas visitas, de hecho, acabaron muy mal, con Nuria prohibiendo en un momento determinado que se trajeran más papeles a casa y con Tapias abriendo un proceso judicial contra sus dos hijos medianos por desconfianza en su gestión.

TE PUEDE INTERESAR

Nuria González emite un duro comunicado tras las informaciones relativas a Fernández Tapias tras su muerte

P. I.

Aquello acabó de “destrozar” al empresario, que podía esperar, según su entorno, la “traición” de sus tres vástagos mayores, pero no de los dos siguientes. “Fue la puntilla desde el punto de vista anímico”, señalan a este medio. El empresario, con un cuadro médico complicado, había dejado sus empresas en manos de Tito y Sandra, además de otros hombres de confianza, y se había retirado a su casa de Puerta de Hierro en busca de una vida tranquila.

A esa casa, valorada en unos cuatro millones de euros, y cuyo usufructo le será otorgado previsiblemente a la viuda, es donde llegó al menos una carta en la que uno de los empleados de Tapias escribía mensajes de apoyo a Nuria. Nos comentan las mismas fuentes que pudieron llegar otras posteriormente, pero no hay confirmación absoluta de que existieran más. Este medio se ha puesto en contacto con la exmodelo para confirmar esta información, pero al cierre de este artículo no habíamos obtenido respuesta.

Por su parte, los hijos de Tapias niegan las posibles acusaciones que figuran en las cartas referenciadas y en el pleito posterior consignado en los juzgados y se defenderán ante un tribunal próximamente, pues se espera la apertura de juicio oral para este procedimiento muy pronto. No quieren hacer más declaraciones, solo dejar patente el “cariño” que tenían a su padre, el motivo por el que hicieron todo lo que hicieron, siempre según su versión.

Nuria rompe su silencio

Nuria González se ha limitado a mandar un texto a través de sus abogados en el que afirma que “ante las numerosas menciones aparecidas en medios de comunicación, tanto impresos como audiovisuales, que hacen referencia a aspectos pertenecientes a la más estricta intimidad del matrimonio formado con Don Fernando Fernández-Tapias y, en algunas de ellas incidiendo incluso en el derecho al honor de ambos, emite este primer y único comunicado anunciando el inicio inminente de cuantas acciones judiciales la asisten en defensa de los derechos fundamentales vulnerados contra los responsables de los medios, sus directores y personas que las hayan facilitado y/o divulgado”.

Se espera que en los próximos días se conozca el testamento de Fernández Tapias, que falleció el pasado día 25 de octubre. Fuentes jurídicas nos indican que cualquier familiar directo podrá solicitarlo a partir del día 17 del presente mes, cuando habrán transcurrido 15 días hábiles desde su fallecimiento. Si se solicita de manera presencial, pasarán 10 días más hasta recibirlo, 5 si se hace de manera telemática.

La fecha que aparezca en ese documento, esto es, el día en el que fue firmado, es clave; si se ha formulado antes o después de iniciarse el proceso de inhabilitación que abrieron los hijos aduciendo que las condiciones médicas de su padre no eran las mejores para tomar decisiones de calado con respecto a su enorme legado. En cualquier caso, las posiciones de las dos partes hacen, al menos por el momento, casi imposible un encuentro, por lo que se intuye una lucha enconada en los juzgados por la herencia.