Iria, la nieta favorita de Fernández Tapias, rompe su silencio en pleno cisma familiar

La desaparición a los 84 años del empresario y naviero gallego Fernando Fernández Tapias ha vuelto a poner de manifiesto las difíciles relaciones que existen en el seno del numeroso clan familiar. Casado tres veces y padre de ocho hijos –uno de ellos, Bosco, fallecido en un accidente de submarinismo en 2012–, su batalla judicial con los mayores estuvo en el centro de las desavenencias familiares mantenidas en los últimos años.

Pese a que su presencia se ponía en duda, los protagonistas de la polémica familiar, Fernando, Borja e Íñigo, acudían finalmente al tanatorio a despedir a su padre y posteriormente hacían unas duras declaraciones al diario 'ABC' en las que aseguraban que "se han torcido tanto las cosas que no damos crédito, nosotros queremos preservar nuestra intimidad y que no se nos tache de hijos díscolos, porque llevamos aguantando cuatro años". Un silencio que también ha roto ahora la que fuera nieta favorita de Fernández Tapias, Iria.

"Ahora sí que se sabrá la verdad de todo", son sus escuetas pero reveladoras palabras, según recoge 'El Mundo'. La joven de 25 años, que ahora trabaja en el conocido festival Starlite, es hija del matrimonio de Fernando Fernández-Tapias y su mujer, Mercedes Cañizares. Iria, bautizada así en honor a Camilo José Cela, gran amigo de su abuelo y marqués de Iria Flavia, fue el ojito derecho del empresario durante mucho tiempo, pero acabó apoyando a su padre en la guerra familiar.

La especial relación que tuvo con el naviero se hizo evidente cuando este bautizó un petrolero de la Naviera F. Tapias con el nombre de Iria Tapias, como ya hiciera con los nombres de sus hijos y de su mujer Nuria, pero de ningún nieto más. Pero esta estrecha unión entre ambos se agrió durante los últimos años, como comentaba ella misma en 'LOC' con unas proféticas palabras el año pasado.

"Llevo cuatro años sin poder verlo. ¡No me dejan! No sabemos nada de su estado de salud. ¡No puede ser! No nos pueden negar ese derecho de poder disfrutar de él. Todos sus nietos lo adoramos. Y él a nosotros. Me genera una tristeza horrible que le pase algo, por ejemplo que no lo pueda ver nunca más", aseguraba entonces Iria.

La joven, en una entrevista conjunta con su prima Laura que concedían a 'Ecooo Magazine', la revista de Berenice Lobatón, la hija de los periodistas Paco Lobatón y Mari Pau Domínguez, reconocía con cierta tristeza no ver a su abuelo desde hace tiempo. Ambas confesaban echar de menos las tradiciones familiares como comer cocido en casa del empresario todos los domingos o acudir en Navidad a comer al restaurante Casa Lucio, favorito también del Rey emérito. "Hace bastante que no retomamos ese tipo de tradiciones con la familia al completo", lamentaba entonces Iria.

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R. R.

Iria, que saltó a los titulares en 2017, cuando se la relacionó sentimentalmente con Froilán Marichalar, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha estudiado Relaciones Internacionales en la Regent’s University y parece haber heredado el gen empresarial de los Fernández Tapias. De hecho, en esa misma conversación afirmaba que no descartaba "trabajar en la naviera si eso significa seguir con la tradición familiar”.

Pese a la habitual discreción de la que hacen gala los miembros del clan, la joven, cuya mejor amiga es Almu Lapique, la influencer y modelo sobrina de Cari Lapique, no dudó en ensalzar en otra entrevista las virtudes del que fuera también vicepresidente del Real Madrid, al que llamaba cariñosamente 'alalo'.

"Mi abuelo es mi héroe. Es un modelo a seguir y lo ha conseguido todo siendo humilde. Yo quiero ser como él. Tener mi propia empresa, montar mi imperio y seguir su legado", aseguró durante una conversación con la revista '¡Hola!'. "Es muy gracioso y siempre está riendo. Le da igual el dinero, la prensa, no ir a determinados eventos... ¡Él mira por su bien y el de su familia!", añadía, demostrando la admiración que sentía por el empresario.