Álvaro Falcó y los Cortina, entre los invitados al cumpleaños de Poti Cebrián

El Nuevo Club, situado en la madrileña calle de Cedaceros, acogió el pasado viernes 17 de noviembre a gran parte de los cachorros de la jet. Todos ellos se unieron en el céntrico y exclusivo club para celebrar el 40 cumpleaños de Poti Cebrián. Un lugar al que no se puede acceder si no se es socio, o en su defecto acompañado de un socio; y al que las mujeres únicamente pueden ser invitadas.

El 21 de junio de 2021, Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, cedió su sillón en el consejo de este elitista club madrileño a su hijo Carlos, conde de Osorno. Esta fue una de las escasas veces que el Nuevo Club saltó a los medios de comunicación, ya que una de sus máximas es la privacidad. Desde que se fundara en 1870 como centro de reunión de hijos de familias aristocráticas, empresarios o abogados de postín con una afición en común: la automoción. Desde entonces ha ido manteniendo su espíritu, que no era otro que los jóvenes de las familias más influyentes de la capital pudieran tener un lugar donde reunirse de forma anónima sin ser molestados.

Quizás por esta razón Alfonso Cebrián Pérez-Yarza eligiera este emplazamiento para celebrar una fecha tan importante en su calendario. Alfonso, más conocido como Poti, es uno de los mejores amigos de Carlos Torretta, marido de Marta Ortega. De hecho, fue el encargado de organizarle su despedida de soltero en Estocolmo. Un viaje que realizaron junto a otros amigos como Diego Osorio, Alvaro Falcó o Gonzalo Machado en el avión privado de Amancio Ortega días antes de que Carlos Torretta contrajera matrimonio con Marta Ortega. El anfitrión del cumpleaños es socio de Exus Management y está casado con la decoradora Mercedes Valdenebro. Hijo del diplomático Guillermo Cebrián, es además sobrino segundo del magnate de los medios Juan Luis Cebrián.

Cónclave vip: Cortina, Falcó...

Entre los invitados, como se puede ver en la foto en la que posan en la ancha escalinata circular de hierro forjado que da acceso al club, estaban los hermanos Cortina. Hijos de Myriam Lapique y el tristemente fallecido Alfonso Cortina, Carlos y Felipe han sido padres el 23 de agosto de dos niños, Perico y Alfonso, respectivamente. Felipe fundó Jimmy Lion y Carlos se dedica a la inversiones. Juntos gestionan los viñedos y la bodega familiar Villagarcía, además de una serie de negocios inmobiliarios.

Otro de los ilustres invitados fue Álvaro Falcó, marqués de Cubas. El joven no está pasando por su mejor momento tras la inesperada muerte de su madre, Marta Chávarri, a finales del mes de julio. Pero su mujer, Isabelle Junot, y su hija Philippa, de tan solo cuatro meses, le dan la fuerza necesaria para seguir adelante. Cubas, como le llaman cariñosamente sus amigos, está especializado en marketing digital y hace poco estrenaba cargo como CEO de las plataformas People y 21 Buttons, un trabajo que combina como socio y consejero de otras empresas.

Más invitados de la jet

Pedro Bravo, también presente en el cumpleaños, es el marido de Carlota Pérez-Pla. El joven también se ha estrenado recientemente como padre de un niño, Pedro. Guillermo Álvarez-Pickman, quien trabaja en desarrollo de mercado en Le Guide Noir y es embajador de Bentley desde hace más de seis años, también acudió al 40 cumpleaños de Poti Cebrián. El empresario y financiero argentino Francis Btesh, marido de Verónica Corsini, tampoco se perdió la convocatoria, lo mismo que el publicista Jaime Pérez-Pla.

Una celebración en la que posiblemente los comensales escogieron un buen plato de cocido o huevos poché, que son los platos estrella del restaurante de tan exclusivo club, según nos dicen. Todo ello se sirve en una vajilla y cubertería impecables, en este caso en un comedor reservado para celebraciones privadas.

El rey Alfonso XIII frecuentó los salones de este club madrileño, también el conde de Barcelona; su hijo el rey Juan Carlos, además de asistir a la celebración de su centenario, figura como presidente de honor. Un club que no publica su organigrama ni quiénes son sus socios, pues su privacidad es una regla inquebrantable. Pero a veces hay excepciones.