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El éxito de la taberna canalla de Cuchy (hija de Florentino Pérez), 5 años después de la apertura de El Babero
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El éxito de la taberna canalla de Cuchy (hija de Florentino Pérez), 5 años después de la apertura de El Babero

Tras tener que cerrar las puertas de su primer Babero, ubicado en Las Tablas, la hija del presidente del Real Madrid puede presumir orgullosa del éxito de su segundo restaurante en pleno barrio de Salamanca

Foto: Florentino Pérez, junto a su hija, en una imagen de archivo. (Gtres)
Florentino Pérez, junto a su hija, en una imagen de archivo. (Gtres)

Cuchy Pérez, hija del gran empresario y presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, nunca tuvo muy clara su vocación. Aunque de niña soñaba con ser actriz y terminó estudiando Periodismo, hace cinco años vio diáfano su futuro y se lanzó a reabrir su propio restaurante. Una pandemia y mucho esfuerzo mediante, puede estar orgullosa del gran éxito que ha tenido la que ella misma definió como “una taberna canalla”. Aunque durante ocho años mantuvo abierto su primer Babero (cerró en 2017), desde hace un lustro triunfa en el corazón de la milla de oro madrileña con su cocina tradicional de mercado.

Amamos la cocina de verdad, la que se comparte, la que se recuerda, la que nos hace disfrutar día a día… De nuestro lado, una dedicación incansable con el sencillo afán de sacarte una sonrisa, de hacerte disfrutar y de transportarte a tus recuerdos”, explica la propietaria en la web de esta taberna.

Ubicada en pleno corazón del barrio de Salamanca, El Babero, tal y como se refleja en los datos del Registro Mercantil a los que ha tenido acceso Vanitatis, avanza viento en popa. En el último ejercicio registró unas ventas de 850.000 euros y acumula un activo de más de 1,7 millones de euros. Un respaldo más que solvente para afrontar momentos difíciles.

Esta empresa, en la que aparece como administradora única y accionista mayoritaria la hija del presidente de ACS, fue fundada por ella misma en 2004 bajo el nombre de Conoco Comunicación SL. No obstante, hace unos años cambió su denominación y objeto para pasar a ser una compañía dedicada también a los restaurantes y los centros de comida.

Con 13 empleados a su cargo, puede estar orgullosa de este negocio para el que tuvo tanto ojo y que promete a sus clientes “un viaje juntos al fondo de nuestros sentidos”. Un viaje que ella misma experimentó cuando visitó el restaurante de Paul Bocuse, con quien ha confesado en varias entrevistas haber tenido “un flechazo”, junto a su padre, quien ha sido clave en esta nueva etapa de su hija.

No ha sido el único. Con este restaurante, y sobre todo con el tipo de cocina que ofrece, también homenajea el recuerdo de su madre, Pitina, tristemente fallecida hace una década y a quien tiene presente cada día.

Pitina era una gran cocinera. En su cocina no faltaban grandes clásicos de la gastronomía española como el cocido o el gazpacho. Y en la de su hija, ahora tampoco. De hecho, los platos con los que desde hace un lustro enamora a los vecinos del número 16 de la calle Puigcerdá son más parecidos a los que marcaron el libro de recetas de su madre que a los de la alta cocina que ha visitado en compañía de su padre por todo el mundo .

“Yo no sé de grandes técnicas. Solo sé lo que se comía en mi casa y en la de mi abuela, y eso es lo que la gente está echando de menos”, confesaba en una entrevista concedida hace unos años a la revista ‘Vanity Fair’.

Platos de cuchara, buenas conservas, ibéricos de la mejor calidad y platos tan apetecibles como unas buenas croquetas o una tortilla de patata de las de toda la vida son algunos ejemplos de lo que ofrece en este local en el que lo mismo tomas una cerveza con un aperitivo que alargas una sobremesa juntándola con la cena. “Su idea siempre fue abrir un sitio para que la gente se reuniera y disfrutara alrededor de una mesa sin formalismos ni horarios”, asegura una persona de su entorno, orgullosa de todo lo que ha creado Cuchy.

placeholder Florentino Pérez y su hija Cuchy, en una imagen de archivo. (Gtres)
Florentino Pérez y su hija Cuchy, en una imagen de archivo. (Gtres)

La pérdida de su madre fue un duro golpe para su familia. Sobre todo para Florentino y para ella, que encontraron el uno en el otro el mejor consuelo para superar, en la medida de lo posible, la pena que sentían por el tremendo hueco que dejó Pitina en sus vidas.

Siempre tuvieron mucha complicidad, pero desde hace más de una década son inseparables. Ven juntos al Real Madrid en el Bernabéu siempre que pueden desde el palco y viajan siempre con alguna excusa (ya sea el equipo o simplemente por placer) para respirar aire fresco y ya de paso conocer algún que otro restaurante nuevo. No es ningún secreto el magnífico paladar del empresario. Amante de la alta cocina, esta pasión ha conseguido contagiársela a su hija, que durante años se definió como “no muy buena comedora”.

Viajes y almuerzos en los que, además de ponerse al día, seguro que Florentino aprovecha para aconsejar a su hija en los negocios, con grandes resultados, tal y como se deduce de los datos a los que, como decíamos, hemos tenido acceso. Como reza la web de El Babero, “pasen, coman, beban y déjense llevar…”. Y que cumpla muchos años más.

Cuchy Pérez, hija del gran empresario y presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, nunca tuvo muy clara su vocación. Aunque de niña soñaba con ser actriz y terminó estudiando Periodismo, hace cinco años vio diáfano su futuro y se lanzó a reabrir su propio restaurante. Una pandemia y mucho esfuerzo mediante, puede estar orgullosa del gran éxito que ha tenido la que ella misma definió como “una taberna canalla”. Aunque durante ocho años mantuvo abierto su primer Babero (cerró en 2017), desde hace un lustro triunfa en el corazón de la milla de oro madrileña con su cocina tradicional de mercado.

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