Las mujeres que marcaron la vida de César Alierta: de su boda con Ana Cristina Placer a su noviazgo con Isabel Sartorius

La muerte de César Alierta, a los 78 años, se suma al fallecimiento de otros grandes empresarios de nuestro país como Fernando Fernández Tapias, cuya herencia no ha estado exenta de polémica semanas después de su despedida, rodeado de amigos y familiares. En el caso del que fuera presidente de Telefónica durante 16 años, ha fallecido en Zaragoza debido a un agravamiento de una enfermedad respiratoria que le mantenía hospitalizado.

El empresario zaragozano siempre ha estado muy unido a su tierra natal y una de sus grandes pasiones era el fútbol. Concretamente, el equipo de sus amores, el Real Zaragoza, del que era un forofo seguidor y accionista. De hecho, tal era su fervor por el club y este deporte que desde un artículo de 'El País' explican que "no dudaba en conectarse en medio de cualquier reunión para conocer el minuto a minuto del equipo si en ese momento estaba jugando".

La que fuera su esposa hasta que falleciera en 2015, Ana Cristina Placer, era también oriunda de Zaragoza y fue la mujer que acompañó a Alierta durante la gran parte de su vida. "Ella ha sido un apoyo fundamental para él y él para ella. Siempre se les veía muy felices", contaban a Vanitatis personas del círculo íntimo del matrimonio al hacerse público que Placer había fallecido a los 70 años en Madrid.

De perfil discreto, Placer estuvo junto a César Alierta durante toda su vida como principal apoyo del conocido empresario. Nunca tuvieron hijos, por lo que, tal y como señalan desde 'El País', Alierta "se volcó con su sobrino Javier Placer, a quien fichó para dirigir el área de innovación de Telefónica" (no era su único sobrino, ni mucho menos). Además, desde el mismo medio destacan que la muerte de su mujer en 2015 fue "un duro golpe del que nunca se recuperó".

Sin embargo, la última relación conocida del empresario hizo que recuperara la ilusión y alegría después de la pérdida de su esposa. La relación con Isabel Sartorius, con la que se llevaba 20 años de diferencia cuando mantuvieron un noviazgo de casi tres años, sorprendió dado el perfil discreto en el terreno personal de Alierta e interesó a la prensa rosa.

A través de un viaje de un grupo de voluntarios de la Fundación Telefónica a Nigeria del que ambos formaron parte, Isabel y César se conocieron más allá de actos en los que habrían coincidido en años anteriores. Alejados de prensa y paparazzi, la relación entre ellos se fue fraguando hasta tornarse en un romance que llegó a durar tres años.

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Durante su relación, el confinamiento por la pandemia y las enfermedades del empresario marcaron los últimos tiempos de su noviazgo. De hecho, tal y como publicábamos en este digital en 2020, cuando Alierta sufrió dos infartos que lo mantuvieron en un estado muy delicado, "Isabel estuvo a su lado y no dejó pasar un solo día sin acercarse a la clínica". Una segunda oportunidad en el amor para el expresidente de Telefónica que finalizó tres años después de haber comenzado.