El romance sorpresa de Mala Rodríguez y Franco Tenaglia: datos inéditos de cómo se está fraguando su historia de amor

La cantante Mala Rodríguez ha encontrado el amor, o por lo menos se encuentra en el inicio de algo especial. La rapera ha empezado un romance con Franco Tenaglia, el reciente campeón mundial de peso ligero de Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), una modalidad de boxeo sin guantes de la que Conor McGregor es copromotor, según han confirmado fuentes cercanas a la protagonista a Vanitatis.

La pareja se conoció en Marbella, exactamente en el acto de presentación de la competición que por primera vez tiene sede en España, el 14 de julio. La artista es una amante de este deporte, de hecho, ella misma lo practica, y es este el motivo por el que acudió a la cita, cuenta su entorno. El pub Clubhouse de la ciudad andaluza fue el escenario perfecto para que ambos discutieran sobre sus inquietudes y se dieran cuenta de las cosas que tienen en común. Fue en esta fiesta donde se pudo ver a la rapera y el deportista más acaramelados de lo normal. “Pasaron cosas”, son las palabras textuales de nuestra fuente. Pero el tema no quedó ahí.

Los dos han estado en contacto en estos meses hasta su esperado reencuentro en la final de la BKFC, el 12 de octubre. En un entorno ya más íntimo, la pareja pudo verse a solas antes de que el boxeador argentino pisara el ring y justo después de la pelea. Tenaglia consiguió su ansiado cinturón con una Rodríguez en las gradas que lo dio todo apoyándole. Aunque las lesiones que sufrió le impidieron disfrutar de la celebración durante la noche, el joven espera con ansias recuperarse para volverse a ver con la artista, según nos detallan.

En principio han sido un par de encuentros casuales y conversaciones, pero su entorno asegura que esta relación tiene futuro. Por ahora, el presente pasa por una relación a distancia, dado que él vive en Alicante y ella en Barcelona. Además, se encuentra actualmente inmersa en una gira mundial, cuya próxima parada es Egipto, y en la promoción de su último disco, ‘Un mundo raro’, que lanzó en mayo.

Es su trabajo más personal, entre otras cosas, porque lleva mucho de ella implícito como dinero, puesto que su sello no le apoyó durante el lanzamiento y promoción. “Querían que hiciera más reggaeton”, comentó el jueves pasado en una firma para fans en Madrid. La rapera apela a buscar con las canciones la reflexión de sus interlocutores, que no solo hablen de fiesta o excesos, sino que exista un mensaje tras las letras y melodías. “Es un reflejo de quien soy hoy: cruda, emocional, y sin miedo a fusionar los mundos de los que provengo con el mundo en el que vivo ahora. Este álbum reúne todas las piezas de mi alma que se perdieron durante la pandemia y el confinamiento”, aseguró Rodríguez.

Quién es Franco Tenaglia

El boxeador es originario Buenos Aires, exactamente de uno de sus barrios más conflictivos, y encontró en el kickboxing una vía de escape desde los 14 años. Creció rodeado de dificultades, y esta modalidad le ofreció una forma de protegerse y buscar un futuro mejor. Sin embargo, durante su juventud, las complicaciones económicas lo llevaron a involucrarse en actividades ilegales. Con el tiempo acumuló una pequeña fortuna gracias a trapichear con drogas, pero su pasión por la lucha terminó imponiéndose. Decidió abandonar ese estilo de vida para dedicarse de lleno a los deportes de contacto.

Con la intención de labrarse un nombre en el kickboxing, Tenaglia viajó a Nueva Zelanda, sin embargo, sus planes se truncaron al ser deportado por problemas con su visado. Tras pasar por el continente oceánico, llegó a España donde conoció a un promotor que lo llevó al Reino Unido. Sin dinero y con pocos recursos, tuvo que sobrevivir en la calle durante semanas hasta que comenzó a pelear en eventos clandestinos en Gales. Fue en un club de striptease donde ganó notoriedad al noquear a su primer oponente en solo ocho segundos. La mafia albanesa le fichó y así empezó su andadura en el circuito subterráneo de lucha.

Además de pelear, la organización criminal lo usó como cobrador de deudas e incluso para cuidar campos de cultivo de drogas hasta que le detuvieron. Después de pasar por prisión en Alemania y vivir situaciones límite, como un secuestro y distintos intentos de asesinato, decidió romper definitivamente con su pasado delictivo y mudarse a España. Instalado en Alicante, se reinventó en el ámbito de los deportes de contacto, donde se ganó el apodo de Rey de la Calle.