Cabracho al horno con calabacines y sésamo: un pescado de roca muy colorido y sabroso
Con tan solo media hora de nuestro tiempo, podemos desfrutar de un pescado de roca, sabroso y poco común
El cabracho, también llamado rascacio o diablo de mar, debe su nombre a su color rojizo, a su aspecto amenazante y a su piel cubierta de pliegues y poderosas espinas. Es un pez que vive en el fondo marino de las aguas atlánticas y mediterráneas. Su cuerpo es robusto, su carne firme y su hábitat se encuentra entre fondos rocosos, por ello se alimenta de crustáceos, moluscos y peces pequeños, lo que confiere a su carne un delicado sabor a marisco.
Este pescado semigraso está considerado como una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, vitamina B12, selenio y fósforo. Aunque habitualmente se consume en forma de pastel o paté, al que dio fama mundial Juan Mari Arzak desde su reputado restaurante de San Sebastián, prepararlo al horno nos permite, de manera sencilla, mantener todo su sabor y retirar fácilmente las espinas para convertirlo en un plato familiar. Acompañado de unos calabacines en forma de rejilla y un poco de aceite de sésamo sorprenderás a todos con una receta llena de color y exotismo.
Preparación: 30 minutos. Dificultad: fácil. Coste: medio. Comensales: 4
Ingredientes
- 1 cabracho de un kilo
- 1 calabacín grande
- 1 limón
- 1 cucharada sopera de aceite de sésamo
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
Elaboración
- Precalienta el horno a 180ºC.
- Con la ayuda de una mandolina ondulada, corta los calabacines en rodajas girándolos un cuarto de vuelta tras cada corte para darles forma de rejilla.
- Distribuye las rodajas en el fondo de una fuente de horno para crear un lecho.
- Pide al pescadero que vacíe el cabracho y limpie el interior. Salpimenta el interior e introduce en la abertura unas rodajas de limón y otras sobre la piel del pescado.
- Añade un poco de sal sobre el cabracho y las rodajas de calabacín.
- Riega el pescado con aceite de oliva, un poco de aceite de sésamo y el zumo de medio limón recién exprimido.
- Hornea la pieza durante 20 minutos o hasta que la carne del pescado se desprenda con facilidad de la espina central.
El truco final
Sustituye el aceite de sésamo por aceite de nuez o alíñalo con un AOVE arbequina. Si no dispones de mandolina ondulada, corta los calabacines de la guarnición en rodajas finas con un cuchillo.
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El cabracho, también llamado rascacio o diablo de mar, debe su nombre a su color rojizo, a su aspecto amenazante y a su piel cubierta de pliegues y poderosas espinas. Es un pez que vive en el fondo marino de las aguas atlánticas y mediterráneas. Su cuerpo es robusto, su carne firme y su hábitat se encuentra entre fondos rocosos, por ello se alimenta de crustáceos, moluscos y peces pequeños, lo que confiere a su carne un delicado sabor a marisco.