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Tres cenas ligeras perfectas para combatir el calor
  1. Gastronomía
Rápidas y deliciosas

Tres cenas ligeras perfectas para combatir el calor

Con el aumento de las temperaturas no apetece tomar comidas muy pesadas. Por eso, os proponemos tres alternativas para preparar esta noche ligeras y rápidas

Foto: Cenas ligeras para combatir el calor. (Pexels/Jer Chung)
Cenas ligeras para combatir el calor. (Pexels/Jer Chung)

El aumento de las temperaturas ha llegado y con ello el cambio de rutina. El calor nos varía los ritmos y también la dieta. Ahora no nos apetecen cenas pesadas ni queremos dedicar tiempo a la cocina por la tarde, ya que preferimos pasar el atardecer al aire libre.

Cenar con amigos en terrazas es un plan ideal, pero no se puede llevar a cabo todos los días. A veces, es necesario parar en casa y realizar tranquilamente una cena fresquita y ligera.

1. Salteado de brócoli con pollo

Las frutas y verduras son una gran opción para combatir el calor. Vanessa, fundadora de Cocinándome la vida, propone un salteado de brócoli y pollo. Es un plato perfecto para toda la familia y para acercar los vegetales a los más pequeños, ya que a veces resulta complicado incorporarlos en su dieta.

Los ingredientes son sencillos: 1 pechuga de pollo, 200 gramos de brócoli, 2 cucharadas de aceite, 2 cucharadas de salsa de soja, una pizca de sal y semillas al gusto.

Para realizar la receta, preparamos una sartén y calentamos el aceite, posteriormente, añadimos el pollo. Una vez que esté hecho por una parte, removemos y añadimos el brócoli. Tapamos para que se haga. Añadimos las dos cucharadas de salsa de soja y una pizca de sal. Por último, introducimos semillas o especias al gusto. Listo para emplatar.

La receta es rapidísima y se puede guardar de un día para otro. Además, tú eliges con que la acompañas, ya que si quieres una comida contundente puedes añadirle pasta, arroz o quinoa, si buscas un plato bajo en calorías. También, si prefieres algo más ligero, puedes tomarlo solo como cena.

2. Patatas rellenas de verano

En verano no siempre apetecen comidas calientes, por lo que Mery García en Cocina para todos, ha preparado estas patatas rellenas que se cocinan sin usar el horno. Son una opción ideal para cenar los días calurosos.

Aunque, Mery las llama patatas rellenas de verano, los ingredientes reales son: jamón cocido, surimi o palito de cangrejo, maíz dulce, zanahoria encurtida, atún en conserva, 2 cucharadas de mahonesa, un poco de kétchup, una pizca de sal y pimienta al gusto.

Pinchamos las patatas con un tenedor y las penemos en un recipiente. Echamos un chorrito de agua sin cubrirlas y tapamos el bol con film transparente. Lo metemos en el microondas durante 10 minutos y destapamos. Ya tendremos las patatas cocidas. Ahora toca vaciarlas con ayuda de una cuchara y separar lo que usaremos de cuenco.

A la patata que hemos sacado le añadimos la sal y la pimienta e incorporamos el resto de ingredientes. Mezclamos todo bien para que las salsas queden uniformes. Por último, hay que rellenar las patatas que hemos dejado huecas. Ya estaría una cena deliciosa, rápida y sobre todo fresquísima.

3. Fajitas veraniegas

Con todo el respeto a las fajitas mexicanas, vamos a preparar una rellenas de ingredientes frescos para disfrutarlas en las noches de calor. Es una receta muy sencilla y que queda deliciosa.

Los ingredientes que propone Maribel en Cocina Saludable son: Una tortilla integral de trigo, dos filetes de salmón ahumado, medio aguacate, en poco de eneldo y media lata de maíz dulce.

Para prepararlo tan solo tendremos que machacar el medio aguacate, untarlo en una torta de trigo. Colocar los filetes de salmón, el eneldo y el maíz. Hay que cerrarlo con cuidado y siguiendo los pasos del vídeo. Por último, tostarlo en una sartén o plancha.

Cualquiera de estas recetas es perfecta para una noche de verano. Son ideales para dejar a un lado el calor y disfrutar de una cena rica y fresca. Además, puedes usarlas de ideas y añadir tus ingredientes favoritos.

El aumento de las temperaturas ha llegado y con ello el cambio de rutina. El calor nos varía los ritmos y también la dieta. Ahora no nos apetecen cenas pesadas ni queremos dedicar tiempo a la cocina por la tarde, ya que preferimos pasar el atardecer al aire libre.

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