Este es el truco que usan las abuelas para preparar una sopa de marisco gourmet

• Esta receta es perfecta para comer antes de beber alcohol y evitar la resaca
• Este postre está lleno de ingredientes que ayudan a la creación de colágeno y a tener unos huesos fuertes

Cuando pensamos en platos llenos de sabor y tradición, la sopa de marisco ocupa un lugar especial en la gastronomía española. Es un clásico que evoca reuniones familiares y recetas transmitidas de generación en generación. Sin embargo, convertir una sopa de marisco en una experiencia gourmet puede parecer complicado, pero las abuelas guardan un truco sencillo y efectivo que transforma este plato en algo digno de un restaurante.

El truco infalible de las abuelas para lograr una sopa de marisco excepcional está en la preparación de un fondo o caldo de calidad, que se convierte en la base del plato. Este paso, que algunos principiantes tienden a subestimar, es clave para realzar los sabores del marisco y conseguir esa profundidad característica de una receta gourmet.

En lugar de usar agua simplemente, las abuelas suelen aprovechar las cabezas, caparazones y restos del marisco, como gambas, langostinos o cangrejos, para hacer un caldo casero lleno de sabor. Estos restos se sofríen con ajo, cebolla, zanahoria y un chorrito de aceite de oliva, y luego se cuecen a fuego lento con agua durante al menos 30 minutos. Este proceso permite extraer todos los jugos y aromas, logrando un caldo potente que marcará la diferencia en la sopa.

Otra técnica que eleva esta receta a nivel gourmet es la incorporación de una picada, una preparación típica en la cocina tradicional española. Las abuelas suelen hacer una mezcla con almendras tostadas, pan frito, ajo y perejil, triturándolos en un mortero hasta obtener una pasta espesa. Esta picada se añade al caldo en el último tramo de la cocción, aportando cuerpo, textura y un sabor único al plato.

El truco de las abuelas no termina en el caldo. Para que la sopa sea realmente especial, insisten en utilizar marisco fresco y de calidad. Mejillones, almejas, gambas y calamares son algunos de los ingredientes más habituales, y se cocinan en su punto justo para que no pierdan su textura ni su sabor. Además, suelen añadir un toque de pescado blanco como merluza o rape, que complementa la intensidad del marisco sin opacarlo.

Aunque las abuelas cocinan desde el corazón, también saben que una buena presentación puede elevar aún más un plato. Para darle un acabado profesional a la sopa de marisco, es común servirla con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, unas hojas de perejil fresco y trozos de pan tostado o crujiente, que no solo decoran el plato, sino que también aportan una textura adicional.