Victoria Vera, engañada y estafada por Paco Marsó

Cuando Victoria Vera decidió compartir obra de teatro con Paco Marsó no imaginaba el calvario que iba a padecer y que aún sufre. En noviembre del 2005 estrenaba en Murcia La Bella Dorotea, con ella de protagonista. Más tarde, la obra llegó a Madrid donde empezaron los problemas. Los actores suelen cobrar semanalmente y en este caso el sueldo de Victoria era de 6.960 euros, una cantidad que según pasaba el tiempo Marsó no liquidaba. Cuando por fin lo hizo fue con cuatro talones de sus sociedad Multiescenas S.A que el banco le devolvió uno a uno a Victoria por falta de liquidez.

Por otro lado, y para hacer frente al montaje de la obra (vestuario, decorado…), la actriz le adelantó a Marsó 41.761 euros como figura en el justificante que obra en poder de la abogada Emilia Zaballos. Se trata de una cantidad que se suponía Marsó le iría devolviendo en el transcurso de los meses. Como desde el primer momento La Dorotea funcionó muy bien, con la taquilla vendida prácticamente todos los días, Victoria no entendía qué razones había para no resolver el préstamo y mucho menos que le adeudara su salario.

“Cuando pedí cuentas no buscó excusas y me dijo que no tenía el dinero, que se lo había gastado. Su solución consistía en que montáramos una sociedad donde yo ponía el dinero y él nada. Mejor dicho él, el nombre. Por supuesto no lo acepté y le dije que me parecía una desfachatez”, dice Vera. A partir de ese momento Marsó se enfadó y le envió un burofax donde le informaba que había decidido sustituirla, pero sin darle explicaciones.

Victoria decidió poner el asunto en manos de la abogada Zaballos porque consideraba que “además de recuperar la inversión para mí es muy importante mi dignidad como artista y como persona y no estoy dispuesta a que nadie me la pise”. De ahí, que la abogada haya interpuesto dos reclamaciones de cantidad contra Marsó. Una, por adeudo del salario de 28.281,50 euros y la otra, de 41.761 euros, del préstamo. Además, solicita una indemnización por rescisión de contrato unilateral, por sustituirla y por daños morales.

A estas alturas de la película, a Marsó se le acumulan los problemas económicos. A los impagos solicitados por Zaballos se suman las deudas con Hacienda que ascienden alrededor de medio millón de euros.