Es noticia
Menú
Salgado, Cospedal y otras cosas que contar
  1. Noticias
NOTICIAS

Salgado, Cospedal y otras cosas que contar

Los desayunos en Cibeles saben a madrugada, a papel de periódico y a luz de domingo. Quizá por eso, Javier Larrainzar ha dado por inaugurada la

Foto: Salgado, Cospedal y otras cosas que contar
Salgado, Cospedal y otras cosas que contar

Los desayunos en Cibeles saben a madrugada, a papel de periódico y a luz de domingo. Quizá por eso, Javier Larrainzar ha dado por inaugurada la tercera jornada de la pasarela con diseños suaves, en tonos pastel y de corte tan clásico como cabía esperar y que iban acorde con el despertar de alguno que otro. Aunque no todos estaban presentes para verlo. En las gradas se situaba de nuevo el cocinero Darío Barrio, que no quiso perderse los pasos de unas modelos que quizá por aquello del horario o la falta de laca en la suela de los zapatos, de vez en cuando titubeaban.

Sobre todo cuando les tocaba contonearse subidas a tacones no aptos para todos los usuarios y de una numeración dos tallas mayor a la que precisan. Gajes del oficio, suponemos. Todo así, la joven maniquí implicada en tamaño problema, salió airosa, aunque parecía a punto de desmoronarse tras finalizar su recorrido y recibir un estruendoso aplauso del público aún somnoliento.

Más suerte en eso de las visitas tuvo Andrés Sardá. Los casi parisinos ahora actúo-ahora bailo-y también canto Beatriz Luengo y Yotuel Romero acudieron junto a Asdrúbal, que aunque asistió sin su querida Bibiana y parece estar disfrutando de lo lindo con esto de los saraos del ‘modelaje’. Llegaron con la hora justa. Los más madrugadores en ocupar su plaza para el desfile fueron el ex jugador del Real Madrid Michel, acompañado por su esposa, y Olivia de Borbón, con un look totalmente casual el blanco y negro. La joven no podía faltar a la cita con el diseñador barcelonés, y a juzgar por la acogida de la prensa, al igual que ayer, su presencia se hace notar.

La ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, acudió a las 13.30h, puntual, como manda el protocolo a la cita con Alma Aguilar. Tras un desfile matizado por diseños amplios con tejidos vaporosos, Salgado contó a Vanitatis.com que le había parecido “una colección fantástica” y que además le resultaba “muy fácil de llevar”. Ella también iba de punta en blanco, enfundada en un vestido verde de raso hasta la rodilla y, como todos los altos cargos, con escolta incluida.

A la Kissing Room, custodiada por dos azafatas vestidas por Juanjo Oliva, acudió la ‘liderera’ en esto del buen vestir en el hogar de Partido Popular, María Dolores Cospedal. Muy sobria, con un traje en blanco roto, aunque con un guiño al color con unas rayas en la chaqueta sastre del ya bautizado como ‘rojo Cospedal’. Al final terminó hablando con Salgado.

Carlos Baute y su novia Beatriz, tampoco quisieron perderse un desfile en el que la organización de los invitados estaba controlada hasta el mínimo detalle, no así los remates de algunos de los modelos que presentó, con vestidos de gasa a los que se les iba deshilachando el bajo con el galope de algunas de las modelos que los lucían sobre un escenario con toques marineros.

La ex miss España, Natalia Zabala se sentó junto a la pareja, y también estaba allí Greta, que lució sus mejores galas y su mejor sonrisa, algo que también hicieron las actrices Pilar Castro, Sandra Collantes y la joven Ana Fernández de la serie ‘Cuestión de sexo’ hasta que se desplomaron con felicidad sobre el sillón de la Kissing Room. Y es que no era para menos, cócteles y canapés estaban paseándose delante de nuestros ojos.

Otras crónicas

En Cibeles van monas hasta las limpiadoras

Ni seda ni tafetán: la tendencia en Cibeles es levantarse tarde

Cibeles, la ministra, el cocinero y sus amantes

¿En qué se parecen Ana Botella y Carmen Janeiro?

Los desayunos en Cibeles saben a madrugada, a papel de periódico y a luz de domingo. Quizá por eso, Javier Larrainzar ha dado por inaugurada la tercera jornada de la pasarela con diseños suaves, en tonos pastel y de corte tan clásico como cabía esperar y que iban acorde con el despertar de alguno que otro. Aunque no todos estaban presentes para verlo. En las gradas se situaba de nuevo el cocinero Darío Barrio, que no quiso perderse los pasos de unas modelos que quizá por aquello del horario o la falta de laca en la suela de los zapatos, de vez en cuando titubeaban.