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Borja Thyssen, a su guardaespaldas: "Quítamelos de en medio"
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Borja Thyssen, a su guardaespaldas: "Quítamelos de en medio"

El mismo parque en el que la semana pasada fue inmortalizada la ‘agobiada’ suegra de Borja Thyssen ha sido el escenario de otra escena noticiable, esta

Foto: Borja Thyssen, a su guardaespaldas: "Quítamelos de en medio"
Borja Thyssen, a su guardaespaldas: "Quítamelos de en medio"

El mismo parque en el que la semana pasada fue inmortalizada la ‘agobiada’ suegra de Borja Thyssen ha sido el escenario de otra escena noticiable, esta vez menos familiar. El parque Turó de Barcelona, cercano a la plaza Francesc Maciá, en el que B&B Thyssen pasean al nieto de la baronesa, fue testigo de una escena más propia de una película ambientada en Sicilia que de una comedia americana, que sería la que corresponde a una familia feliz.

Los nervios están a flor de piel y Borja, que hasta ahora ha tenido una relación cordial y tranquila con la prensa, explotó ayer. El hijo de Carmen Cervera, que aparentemente parecía un joven tranquilo y a quien se le veía feliz, quizá fruto de su nivel de vida, obtenido a golpe de talonario por la venta de su intimidad, sorprendió en la mañana del miércoles con una actitud más propia de un Vito Corleone de turno que de un niño bien.

Como cada día, él, su mujer Blanca y su hijo Sacha disfrutaban de la tranquilidad que ofrece el espacio natural, acompañados de su guardaespaldas y ajenos a las miradas de curiosos y a los objetivos de algún que otro fotógrafo que conoce la rutina familiar. Pero, aunque pareciera una mañana cualquiera, parece que no lo era. El cúmulo de informaciones sobre su solvencia económica, las malas -o más bien nulas- relaciones del matrimonio con la madre de él, las declaraciones y prohibiciones de ésta y las exclusivas que están por venir -y que la pareja teme- han debido ser la gota que ha colmado el vaso.

Con la tensión a máxima potencia y al ver Borja a un fotógrafo que les seguía los pasos, no dudó al ordenar al guardián de su seguridad que pusiera fin al seguimiento. “Quítamelos de en medio”, le encomendó. Y el guardaespaldas, respondió al mandato. La situación pasó del dicho al hecho y de la palabra al acto, acabando en agresión.

Además del famoso parque, hubo otro testigo de los acontecimientos que a Borja no le hubiera gustado tener cerca, pero que, en la búsqueda de la noticia, se encontraba merodeando en la zona. Se trataba de un segundo fotógrafo que, alertado por la escena de acción al más puro estilo Francis Ford Coppola, le dio al play de su cámara para captar la incómoda secuencia, que no tardaremos en ver y en la que hay más acción que diálogo. A diferencia de en la ficción, la frase lapidaria no fue “le voy a hacer una oferta que no podrá rechazar”. Después de todo en Barcelona no había en ese momento ninguna revista con talón en blanco… Bastó un “quítamelos de en medio” como detonante para una historia.
 

El mismo parque en el que la semana pasada fue inmortalizada la ‘agobiada’ suegra de Borja Thyssen ha sido el escenario de otra escena noticiable, esta vez menos familiar. El parque Turó de Barcelona, cercano a la plaza Francesc Maciá, en el que B&B Thyssen pasean al nieto de la baronesa, fue testigo de una escena más propia de una película ambientada en Sicilia que de una comedia americana, que sería la que corresponde a una familia feliz.